tag:blogger.com,1999:blog-24452348964286579042024-02-19T00:14:07.915-08:00Crimen PasionalDurante muchos años redactores de prensa escribieron: Crimen Pasional....Alguien pensará que todo esto son historias que ocurrían hace muchos años en unos pueblos perdidos.... Es muy probable que cerca de su casa tuvo lugar uno de estos crímenes, o que un ancestro suyo anduvo repartiendo navajazos, ¡por amor por supuesto!,¡siempre por amor!.© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.comBlogger11125tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-32519643780764414872011-02-28T03:59:00.001-08:002011-03-30T07:14:44.886-07:000 El crimen pasional en la prensa<div style="text-align: justify;">Cuando era niño recuerdo haber visto, leído u oído la expresión <strong>“CRIMEN PASIONAL”.</strong> Tal vez por esas asociaciones extrañas que se hacen en la infancia, pensé que tenía algo que ver con hechos acontecidos en un universo romántico. Un hombre o una mujer que mueren o matan por amor. Duelos entre espachines por el amor de una mujer, venganzas por el ultraje a la mujer querida, satisfacción del honor de la amante abandonada. Pasiones de película o folletín en estado puro. </div><div style="text-align: justify;">Ya no hay cine en blanco y negro, cerraron “El Caso”, en la radio no relatan series terribles. Ni siquiera las vecinas cuentan, en las veladas de tarde, cruentas historias de amor; ahora, ésta valiosa colección de reporteras de la tradición oral, por desgracia ya sólo saben ponerse delante del televisor y tragarse el último crimen por tráfico de drogas o reparto de herencias. Pura basura.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En plena era digital, un día sin mas quehacer, se me ocurrió escudriñar en las hemerotecas de la prensa digitalizadas, realizando una búsqueda con el texto exacto: “crimen pasional”. Los resultados fueron espectaculares, y seguro que siguen siendo, en cifras y relatos. Sin proponérmelo me encontré con cuatrocientos recortes de prensa y me convertí en aprendiz de policía, médico forense, periodista, fiscal, abogado defensor, juez; suma de profesiones para las que no tengo vocación, ni valía alguna.</div><div style="text-align: justify;">Puesto a leer, toda vez comprobada la heterogeneidad de hechos a los que un periodista, o un simple reportero provinciano, calificó con estos términos, decidí ordenar un poco los datos y sistematizarlos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Qué es un crimen pasional? </strong></div><div style="text-align: justify;">La Real Academia de Lengua Española ofrece tres acepciones para la palabra crimen:<br />
1. Delito grave.<br />
2. Acción indebida o reprensible.<br />
3. Acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien.</div><div style="text-align: justify;">Respecto a la palabra pasional sólo ofrece una:</div><div style="text-align: justify;">Perteneciente o relativo a la pasión, especialmente a la pasión amorosa.</div><div style="text-align: justify;">De acuerdo con estos dos términos, el crimen pasional es el <strong>hecho de herir o matar a alguien por motivo de pasión amorosa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
Durante muchos años, preferentemente del siglo XX, la prensa española utilizó estos términos en las cabeceras de noticias o en el contenido de las mismas, para calificar las agresiones entre personas, en la mayoría de los casos de hombre a mujer, sin demostrar la existencia de la pasión amorosa. Fueron metiendo en el mismo saco a la violencia machista, a la violencia doméstica u otras manifestaciones cobardes de violencia de género, que nos avergüenzan como humanos, y que sin duda es imposible puedan surgir de una pasión amorosa. Al respecto, Rosa Rodríguez Cárcela de la Universidad de Sevilla, en 2008, presentó una trabajo titulado: DEL CRIMEN PASIONAL A LA VIOLENCIA DE GENERO: EVOLUCION Y SU TRATAMIENTO PERIODISTICO. Comparto su opinión de que, en general, la denominación correcta es: violencia contra la mujer. La Real Academia, me consta, a día de hoy tampoco acepta esa expresión para identificar estos hechos.</div><div style="text-align: justify;">Personamente, contradiciendo a esos periodistas que abusaron de la expresión crimen pasional, a los crímenes machistas los excluiré de este blog. Salvo en algún caso que aparezca tangencialmente. El energúmeno de "o eres mía o no eres de nadie" no parece que sea interesante para nadie.</div><div style="text-align: justify;">Sirva como ejemplo de barbaridad esta noticia:<br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(1) EL CORREO MILITAR 09-12-1899 pag. 1</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Otro crimen pasional y un suicidio.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Un asistente de un comandante requería de amores a una joven; creyó matarla por celos, y se suicido después; ella no ha muerto. El asistente era un buen muchacho, hijo de un sargento de la Guardia Civil. Buscad la mujer siempre que ocurra algo gordo. Ellas son la causa de casi todas las desdichas de los hombres, desde que el mundo es mundo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;">Afortunadamente nuestra sociedad ha cambiado y esta noticia resulta impensable en nuestros días.</div><div style="text-align: justify;"><br />
Entonces la expresión “crimen pasional” ¿fue un invento en exclusiva de los periodistas?. Para mí no. Los crímenes pasionales tuvieron lugar y aún ocurren. No obstante prefiero que sea el lector quien forme su opinión cuando vaya leyendo.</div><div style="text-align: justify;">De las pequeñas notas, en publicaciones periódicas breves (4,6 u 8 hojas) de fin del siglo XIX y primeros del XX, pasaron a relatar estos sucesos con todo lujo de detalles, las circunstancias, el móvil, las armas, detenciones, juicios. Con el desarrollo de la prensa gráfica, entorno a los años 20, hubo casos en que se facilitaron fotos de agredidos, generalmente cadáveres, y agresores con cara de malos o zumbados. Hubo algún tiempo en que podemos hablar del crimen pasional como espectáculo, como lectura de entretenimiento, etc. </div><div style="text-align: justify;">De todo esto trata este blog.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Puede que el lector, ahora mismo, esté pensando que todo esto son historias que ocurrian hace muchos años en unos pueblos perdidos, casi al margen de la civilización, o tal vez en esas zonas de España donde el exceso de calor altera la mente. ¡Cuidado! Toque madera y agárrese la ropa. Los casos se distribuyen casi por igual en toda la geografía española. Es muy probable que a unos metros de su casa tuvo lugar uno de estos crímenes, o que se encuentre con que fue un ancestro suyo el que anduvo repartiendo navajazos, ¡por amor por supuesto!, ¡siempre por amor!. </div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-43267892222543633702011-02-28T03:58:00.001-08:002011-04-09T11:23:41.691-07:001 El móvil<div style="text-align: justify;">Lo que permite calificar un crimen, como pasional o no, es <strong>el móvil</strong>. En el caso presente el móvil debe ser la "pasión amorosa".</div><div style="text-align: justify;">Dentro de este saco sin fondo, en que algunos periodistas convirtieron la denominación crimen pasional, en primer lugar figura el <strong>CRIMEN DEL ENERGÚMENO</strong>. El cometido por un machista que consideró tenía derecho a decidir sobre el corazón y los sentimientos de una mujer; o eres mía o de nadie. No es mi intención dedicar una linea a este personaje, cuando actua así. Ocurre que en algún caso el relato en prensa, la pequeña historia novelada, multiples matices, hacen que al menos resulte curioso e incluso parezca lo que no es.<br />
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Ahí va uno de A Coruña:</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(2) ABC 27-11-1906 pag2</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>LA CORUÑA, 26,</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En Cambre, pueblo cercano a esta ciudad, se ha desarrollado un crimen pasional.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Una muchacha guapísima, llamada Manuela Villar, sostenía relaciones con un mozo gallardo y simpático, de nombre Manuel Mosquera.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Ella era rica, o lo eran sus padres, labradores hacendados; él pobre, y esta diferencia de posición se convertía en un serio obstáculo para que los sueños de amor de ambos jovenes se convirtieran en realidad ante el altar.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Por esta causa él emigro a la Argentina, con ánimo de trabajar cuanto fuera menester y tornar con un peculio suficiente.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Pero la suerte le es adversa; en lejanas tierras sólo encuentra el desengaño, y, lo que es aún peor, la enfermedad, que mina su existencia. Decide regresar, desalentado, y un día aparece en el pueblo, abatido y desfigurado, y cuando apetece, como último consuelo, volver a oir las palabras de amor y de fidelidad de su prometida, advierte en ella la indiferencia, desdén, y bien pronto se percata de que la ingratitud a reemplazado a la ilusión, la guapa moza ama a otro hombre .</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Manuel no había cumplido aún el servicio de las armas; su condición era la de prófugo. Por intentar el ólvido y legalizar su vida, se presenta como recluta, y es destinado al regimiento de Artillería de el Ferrol. Desde allí escribe a su amada cartas conmovedoras, en las que vibran la pasión y los celos.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Estas cartas, que ahora paran en manos del juez, tienen todas las notas del sentimiento; de la termura, llegan a la amenaza. Un pliego va acribillado a pinchazos, a cortes, y en el se dice: "como hago con este papel, haré con tu corazón".</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Finalmente el enamorado, enloquecido por la traición de la mujer que tanto ama, finje una locura, obtiene una breve licencia y, de improviso se presenta nuevamente en la aldea. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Esto ocurrió ayer, Manuela, orilla al rio, charlaba con las mozas. Manuel aparece súbito ante ella; el diálogo es breve; la joven insistió en su esquivez, y el soldado, blandiendo un cuchillo, arrojose sobre ella, y con ensañamiento salvaje, la acribilló a puñaladas. Su furia era tal, que los testigos de la escena, mujeres y aldeanos, no osaron ni detenerle ni perseguirle.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El criminal a caido a estas horas en poder de la Guardia Civil, y está en la carcel.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El pueblo esta impresionadísimo con el sangriento desenlace de esta novela de amor.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
Uno de los móviles recurrentes son los <strong>AMORES PROHIBIDOS</strong>. En unas familias en que los padres ejercían una fuerte autoridad sobre los hijos, con razón o sin ella, prohibían mantener una relación. La mayoría de las veces eran los padres de la chica virtuosa, quienes no consentían que su perla formalizase su relación con un muchacho, al que consideraban pobre, holgazan, pendenciero, etc. En níngun caso contemplaban la posibilidad de que una frágil muchaca aprendiese a volar volando. En algún caso, el desgraciado mozalbete, que entendía su vida arruinada y vacia, acababa matando a la chica y luego suicidándose.<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(3) HERALDO DE MADRID 25-09-1920 pag. 4</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen Pasional</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Un joven mata a su novia y se suicida</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Caceres, 25 (12m.)</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En el pueblo de Valdemorales, Luis Huijo López mató junto a la fuente de aquel pueblo, a su novia Catalina Burdalo infiriéndola tres puñaladas, que la dejaron sin vida.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El criminal huyó, y viéndose perseguido por la Guardia Civil se disparó un tiro de escopeta, quedando moribundo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El móvil del crimen parece ser la oposición de los padres de la novia a que continuasen las relaciones de Luis y Catalina.</strong></em></div><br />
Breve, pero no suficientemente claro. Aquí otro mejor explicado:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(4) EL IMPARCIAL 05-03-1911 pag.2</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>DOBLE ASESINATO Y SUICIDIO</strong></em></div><em><strong>Fuente-Genil 4 (10,10 mañana)</strong></em><br />
<em><strong>En esta población ocurrió ayer un trágico suceso, del que, por lo avanzado de la hora, apenas pude enviar un brevísimo relato telefráfico.</strong></em><br />
<em><strong>El hecho fue así: Francisco Cosano Rivas, de veintidos años, que sostenía relaciones amorosas con Benilde Delgado Rey, de veintiuno, domiciliada en la calle del Pilar, llegó a casa de la joven desesperado por la obstinada oposición que los padres de ella hacían al noviazgo, fundado en que él era poco trabajador.</strong></em><br />
<em><strong>Al final de una violentísima discusión, en que Benilde defendía la conducta de sus padres, Francisco sacó una pistola y disparó a su novia un tiro en la cabeza, del que quedó muerta en el acto. La madre de la víctima Dolores Rey, y su hermana Ana María Delgado, de trece años, que desde una habitación inmediata había estado escuchando la disputa, acudieron al ruido de la detonación y, tras una empeñada lucha, arrebataron al criminal el arma con que también las amenazaba a ellas. Pero Francisco recuperó la pistola y disparó por segunda vez. El proyectil fue a Herir a Ana Maria en la región maxilar derecha. La pobre niña falleció cuando era conducida al hospital.</strong></em><br />
<em><strong>Los vecinos que acudieron al oir las demandas de auxilio de la madre, no pudieron detener al criminal, que se abrió paso amenazando con matar a quien se interpusiera en su camino, y se echó al campo.</strong></em><br />
<em><strong>Varias parejas de la Guardia civil salieron a intentar su captura; pero el asesino se arrojó al paso del tren ascendente de Málaga, en el kilómetro 87 de la vía férrea, y quedó muerto y horriblemente destrozado.</strong></em><br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(5) LA CORRESPONDENCIA 13-03-1902 pag.3</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Valencia, 11, 12n</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El joven Antonio Ramirez, que estudiaba la carrera de derecho, tenía relaciones amorosas con Maria Ferrer, de veintidos años de edad, de hermosísima presencia e hija del literato Sr. Ferrer Bigué. Las familias se oponian a estos amores.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Hoy a las tres y media de la tarde paseaba el joven por la calle de Rateros, frente al domicilio de la novia.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Esta salió al balcón, desde donde arrojó una carta, en la que decía que por ahora terminaban los amores, para evitarse los grandes disgustos que tenía con su padre.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Antonio leyó la misiva marchándose después a su casa donde cogió un revolver y un cuchillo de monte.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Al poco rato se presentó en el domicilio de la novia, llamando a la puerta.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>La criada abrió el ventanillo, preguntando al joven que deseaba, constestando este que hiciera el favor de avisar a la señorita a fin de entregarle las cartas y otros objetos.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Salió María y habló por el ventanillo con su novio, el cual le pidió con insistencia que abriera la puerta para entregarle las cartas.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Ella dudaba y él redobló las súplicas.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Entonces María, con gran precaución y conlocándose con la criada detrás de la puerta, entreabrió esta, dejando solo un hueco para que Antonio pudiera meter el páquete de cartas.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Apenas vió el joven la disposición en que quedó la puerta, dió un tremendo empujón y entró en el cuarto, y sacando el cuchillo descargó cinco golpes sobre la María, quién lanzó un grito de angustia, cayendo muerta a los pies de su madre, que salía en aquellos momentos; una de las puñaladas partió el corazón de la joven, y la otra la arteria aorta.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Antonio agredió también a la criada, dándole algunos golpes, sin consecuencias. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Al caer muerta María, su matador, que empuñaba con la mano izquierda el revolver, dirigió el arma hacia él, y colocándola y en la sien derecha, disparó, quedando también muerto.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El joven pertenecía a una familia muy distinguida.</strong></em></div><br />
<div style="text-align: justify;">Dije en la presentación, que en algunas ocasiones el crimen pasional tomaba un gran interés en la prensa y cierto sentido de acontecimiento social o público. Siguiendo con el crimen de Valencia, en la prensa, del día siguiente, escribieron:</div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Una expresiva manifestación de duelo ha sido en Valencia el entierro de María Ferrer, víctima del doble crimen pasional perpretado anteayer.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El sepelio se verificó a las tres y media, viéndose calles y balcones del tránsito completamente llenos de gente deseosa de asociarse al duelo de la atribulada familia.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Las niñas del colegio imperial, de San Vicente Ferrer y el clero parroquial de San Bartolomé formaban parte del cortejo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El cadaver iba encerrado en un magnifico ataúd blanco.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>A la cabeza de la presidencia del duelo iba el alcalde de Valencia.</strong></em></div><br />
<strong>LOS CELOS</strong> son otros móviles recurrentes, tanto en el crimen cometido por hombre como por mujer. Son malos consejeros. Un sentimiento que llega a ser patológico, un instinto enfermizo a no seguir.<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(6) EL PAIS 26-09-1920 , pag 3</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>La Coruna, 26</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Anoche se ha desarrollado un crimen pasional en la calle de Juán Flores.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El joven Eulogio Puente rondaba la casa de una señorita que estaba próxima a casarse.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Su novio se apercibió de los propósitos del rondador, que eran entregarle una carta, y sin mediar palabra le disparó un tiro, hiriéndole gravemente en el vientre.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El agresor fue detenido.</strong></em></div><br />
Pese a lo expuesto, peor que ser celoso es ser <strong>celosísimo</strong>:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(7) ABC 07-06-195 pag. 11</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>SEVILLA</strong></em></div><em><strong>Sevila, 6, 6 t.</strong></em><br />
<em><strong>CRIMEN PASIONAL. Francisco Rodriguez y Dolores Calero, casados, tenían frecuentes disputas por ser el marido celosísimo.</strong></em><br />
<em><strong>Esta mañana él encontró a Dolores hablando con un desconocido, al cual desafió; los transeuntes evitaron el lance, pero al regresar a su casa Francisco, la emprendió a puñaladas con su mujer.</strong></em><br />
<em><strong>Acudieron guardias y vecinos; forzando la puerta entraron y encontraron a Dolores con diez heridas y a su marido con siete puñaladas, que dijo haberle causado su mujer. Esta niega este dicho, asegurando que su marido intentó suicidarse.</strong></em><br />
<em><strong>En el barrio de la Macarena ha producido el suceso gran impresión.</strong></em><br />
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Cuando se habla de celos, a uno le ronda la duda: <strong>¿Eran CELOS O INFIDELIDAD real y demostrada?</strong><br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(8) HERALDO DE MADRID 20-03-1905 pag. 2</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Doble crimen y suicidio.</strong></em></div><em><strong>Ceuta 20 (10 m)</strong></em><br />
<em><strong>Esta madrugada se descubrió un horrible crimen en una casa de campo exterior de esta plaza.</strong></em><br />
<em><strong>Antonio Montero, dueño de la casa; su mujer, Rosa, y el criado de ambos, Antonio quintana, fueron encontrados muertos.</strong></em><br />
<em><strong>El criado en la habitación de entrada, hallábase en medio de un charco de sangre. Tiene en el cuello una terrible herida.</strong></em><br />
<em><strong>La mujer de Montero encontráronle en la alcoba, junto al lecho conyuga, muerta de igual forma que el criado.</strong></em><br />
<em><strong>El amo aparecia sentado en un silla con una escopeta de caza, amarrado el gatillo a pie. Presenta una herida debajo de la barba y tíene el craneo destrozado.</strong></em><br />
<em><strong>Se cree que este espantoso drama se desarrollo por efecto de los celos, matando Antonio Montero a su esposa y al criado y suicidándose después.</strong></em><br />
<em><strong>Al crimen ha horrorizado al vecindario.</strong></em><br />
<em><strong>Los cadáveres han sido traídos aquí para hacerles la autopsia.</strong></em><br />
<em><strong>La infortunada mujer estaba en cinta, muy avanzada</strong>. </em><br />
El crimen no ofrece dudas. Si ofrece: "los cadáveres han sido traídos aquí". Aquí, ¿donde es?, ¿a la redacción del periódico?.<br />
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<div style="text-align: center;"><strong><em>(9) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 15-02-1903 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>UN CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>LA MUJER QUE QUIERE A DOS...</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Cádiz, 14. 4,40t.</em></strong></div><strong><em>Hace poco más de una año llegó a Cádiz, procedente de Canarias, una hermosa joven que sostenía relaciones con un soldado.</em></strong><br />
<strong><em>La joven terminadas sus relaciones con el soldado que la condujo a la ciudad, quedose definitivamente en Cádiz, donde en tan corto espacio de tiempo logró hacerse popularísima por su belleza y aire varonil, conociéndosela en todas partes por La Canaria.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>Otro novio.</em></strong></div><strong><em>Durante algún tiempo tuvo amores con otro mozo empleado en la prevención cívil; pero éste sufrió una condena y al ingresar en la cárcel, La Canaria dió por terminadas sus relaciones con él.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>El crimen.</em></strong></div><strong><em>El mozo, al salir de la cárcel, dedicose a buscar a su amante con gran insistencia sin que pudiera encontrarla en parte alguna; pero hoy, habiendo tenido conocimiento de lugar donde vivía, presentose en casa de La Canaria.</em></strong><br />
<strong><em>-Vengo a que me des mi retrato o tu cabeza -dijola al verla, y antes de que La Canaria pudiera reponerse de la sorpresa que le causaba la visita de su ex-amante, éste se arrojó sobre ella y con una navaja barbera asestola un tremenda cuchillada que la cogio desde el ojo derecho, partiéndola la oreja y llegando hasta el cuello.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>La novia gravísima.</em></strong></div><strong><em>La Canaria fue conducida en grave estado al Hospital.</em></strong><br />
<strong><em>El suceso se ha extendido rápidamente porque, como antes indiqué, la víctima es popularísima en Cádiz por su hermosura.</em></strong><br />
<strong><em>La Canaria cuenta veinticinco años.</em></strong><br />
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Hay casos en que existe conocimiento y/o consentimiento de una situación. Entonces se dice que <strong>hay un TRIO</strong>. Pero lo más que probable es que el trio no sea consentido por alguno. En un leguaje castizo estamos hablando de <strong>cuernos</strong>.<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(10) LA CORRESPONDENCIA MILITAR 06/03/1930 pag.3</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen pasional</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>SAMA DE LANGREO 5.- Comunican de Tuilla que esta mañana se ha descubierto un sangriento suceso, ocurrido durante la noche última. La versión que hemos recogido de la tragedia es la siguiente:</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Desde hace tiempo vivian maritalmente Rosario Vega Martinez casada, con dos hijos, y Marino Suarez Taberna, de dicinueve años, soltero. El marido de Rosario se hallaba en América, y hace poco que recibióp la mujer noticia de que su esposo pensaba volver.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Parece que esta noticia, inesperada, produjo gran contrariedad a Rosario, que estaba locamente enamorada de su amante, y trato con Marino de la forma en que habrína de ocultar y procurar seguir sus amores ilícitos cuando llegara de America el esposo. Indudablemente no debieron de encontrar una solución práctica para sus deseos, y ayer se encerraron en la habitación de Rosario, pero sin que nada hiciera sospechar la tragedia que más tarde había de ocurrir entre ellos.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Esta mañana, en vista de que los amantes no salian de la habitación en que se recluyeron por la noche, se forzó la puerta, que estaba cerrada por dentro, y a la vista de los que entraron se presentó un cuadro verdaderamente impresionante. En el suelo, y sobre un gran charco de sangre, estaban los cuerpos de Rosario y Marino. La primera daba aún señales de vida; pero su amante estaba muerto. Junto a los cuerpos de ambos fue hallada una pistola, parece que propiedad de Rosario. La gravedad de ésta le ha impedido prestar declaración; pero se cree que se trata, o de un doble suicidio, o de un homicidio por parte de ella que luego intentó poner fin a su vida.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Sobre el suceso se hacen todo género de comentarios. Los hijos de la suicida quedan en el mayor desamparo</em>.</strong><br />
</div><div style="text-align: justify;">El colmo es cuando de trio se pasa a los <strong>revoltijos</strong>, a <strong>las ORGIAS</strong> desenfrenadas; aunque estas no sean reales, sólo consten en la imaginación de un marido celoso.<br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(11) EL PAIS 03-05-1906 pag.1</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen Pasional</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Castellón de la Plana 2 (3 t) --Vicente Ventura, vecino del pueblo de Villareal, había salido con dos amigos en busca de su mujer, la cual se hallaba en una casa de campo, cerca de la estación del ferrocarril.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Al llegar a la finca, Vicente observó que su mujer se encontraba muy agusto con un tal Vicente Arbós y otras varios sujetos.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Entonces, Vicente sacó un cuchillo dándole a Arbós una terrible puñalada.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El agresor se presentó ante las autoridades confesando su crimen.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Arbós se encuentra gravísimo</strong>.</em></div><div style="text-align: justify;">Sin duda el redactor fue parco en palabras y dió por sobreentendidas diversas cuestiones, que yo me pregunto:</div><div style="text-align: justify;">¿Por qué salió con dos amigos a buscar a la mujer?, ¿se esperaba algo?.</div><div style="text-align: justify;">¿Que es eso de: se encontraba muy agusto?.</div><div style="text-align: justify;">¿Estaba con uno o con varios? ¿Estaba con varios, pero con uno más agusto? No está claro.</div><br />
No tengo explicación racional, ni tampoco estadística, pero me da que esto de las infidelidades se daba más en Galicia. <br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(12) LA VOZ 01-09-1926 pag.3.</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Las tragedias de los celos</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Una carta, una cita falsa, dos tiros y dos muertos</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>La mala vida de dos amantes</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>EL FERROL 1 (9 m) En la calle de Rochel se ha cometido un crimen pasional, Francisco Alvarez, de treinta y un años, casado, sostenía relaciones amorosas con Josefa Pérez López, de treinta años, también casada. La esposa del primero se halla en La Coruña, y el marido de la segunda en América. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Francisco, que es maestro de obras, venía hace algún tiempo haciendo vida licenciosa, y su amante, para evitarlo, fingió un carta, en la que un nuevo amante le pedía una cita. Francisco, celoso, espero a Josefa oculto en el portal donde ésta vivía, y cuando salió echo a andar detrás de ella, y sin mediar palabra le disparó un tiro de pistola por la espalda, que le ocasionó la muerte. A continuación volvió el arma contra si y se sucicidó de un balazo en la cabeza.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Los cadaveres de ambos quedaron tendidos en la via pública.</strong></em><br />
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A estos motivos añadiré uno más difícil de entender: el <strong>adulterio blanco</strong>.Tal vez algún lector haya oído antes esta expresión y comparta el sentimiento. A mí me resulta retorcido.<br />
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<div style="text-align: center;"><strong>(13) LA CORRESPONDENCIA MILITAR 22-05-1905 pag. 1</strong></div><div style="text-align: center;"><em><strong>PERFILES</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>TRAGEDIA</strong></em></div><em><strong>El crimen de ayer es verdaderamente pasional. No eran sus personajes chulas educadas en un ambiente de entusiasmo; no era Manuel hombre acostumbrado a menejar la navaja para cortar pan y matar seres, no; Manuel era un hombre educado, instruído, de alguna ilustración y precisamente por serlo; fue criminal; precisamente por serlo se suicidó.</strong></em><br />
<em><strong>En el crimen hubo lucha, lucha terrible, feroz; Manuel Rey se emborrachó de sangre, desgarrando el pecho de su mujer a puñaladas, buscando con la punta de su cuchillo el corazón de Carmen para sacar de su fondo aquel amor por Carlosque ella declaró tener y deshacerlo con sus dientes, que en aquel momento hubierna dado envidia a las mismas hienas.</strong></em><br />
<em><strong>El crimen de ayer es un caso de adulterio blanco; Carmen ha muerto fiel a su marido, pero fiel mecanicamente; ¿es que lo era desde el momento que amaba a otro que no era su marido y tuvo la osadía de declararlo? No; el adulterio de pensamiento es adulterio blanco; es adulterio quizá más infame que el de hecho, que muchas veces puede ser irresponsable de el la mujer por las atenuantes que rodean su irresponsabilidad. Carmen fue una adultera pensando que Carlos la pudo hacer más feliz que su marido; su marido, que tuvo la noble generosidad de darle su nombre y convertir a la mujer en persona casándose con ella; Carmen fue infame, teniendo la perversa osadía de decirle al padre de sus hijos: Idolatro a Carlos...¡Idolatro a Carlos!...¡Idolatro a Carlos!.¡Perversa!...¡Infame!...¡Hembra!...¡Mujer!...</strong></em><br />
<em><strong>¿Por qué?...¿A qué misterioso influjo obedece ese caso fisiológico que lleva a la degeneración del cerebro femenino hasta sugerirle ideas de perverso refinamiento, exteriorizando en frases mortificantes para el hombre que le dio su apellido?...</strong></em><br />
<em><strong>Ellas saben, tienen conciencia de que en aquella frase se juegan la vida o su felicidad, su porvenir, todo... conocen el temperamento de sus maridos, que es susceptible, romántico, noble, y, sin embargo, hablan, hablan, insultan, abofetean con sus malditas frases... y mueren, ¡mueren!, ¡¡mueren!!, destrozando un hogar, lo deshacen...</strong></em><br />
<em><strong>¡Pobre Manuel!... Borracho de celos, de pasion y de sangre, se quito la vida... Mal hizo proque pasado algún tiempo...las muertes no dejaran mas recuerdo que el que les profesen sus padres y...mas mujeres, más hembras solicitarán el amor de Carlos, que la fantasia femenil convierte en una figura interesante que hay que acariciar a toda costa.</strong></em><br />
<em><strong>Y la próxima semana filosofaremos sobre otro crimen pasional.</strong></em><br />
<em><strong>Fabio Ales</strong></em><br />
¡Tiene cojones de firmarlo!, ¿o será un pseudónimo?. Este brillante energúmeno, que escribía, debíó de ser hospiciano, o si tuvo madre conocida fue de vida airada, que decían entonces.</div><br />
<strong>¿CRIMEN PASIONAL?,</strong> <strong>¿SI o NO?.</strong> Dije y reitero que, el crimen pasional para los periodístas durante años fue un recurso, una etiqueta que colocaban a un crimen cualquiera, porque no sabian donde encajarlo o porque presentado con este calificativo tenía más morbo y levantaba más expectación . Llegaron al extremo de que auténticos asesinatos, homicidios voluntarios, incluso a veces con premeditación, u otros con móvil económico, los denominaron crimenes pasionales. Un par de ejemplos de muestra:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(14) La Libertad 05-04-1931 pag. 4</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><em><strong>Una mujer gravemente herida por su amante</strong></em><br />
<em><strong>Anoche, a las nueve y media, se desarrolló un sangriento suceso en la plaza del Progreso, del que resultó gravemente herida una mujer.</strong></em><br />
<em><strong>Cuando mayor era la animación en la popular plaza, una mujer comenzó a dar gritos de auxilio mientras arrojaba abundante sangre por el cuello. Al mismo tiempo el agresor emprendió la fuga.</strong></em><br />
<em><strong>Varios transeuntes recogieron del suelo a la desgraciada mujer, que había perdido el conocimiento, y la transladaron rapidamente a la Casa de socorro del distrito.</strong></em><br />
<em><strong>Se llama Rosa Otero Diaz, de treinta años de edad, prostituta, con domicilio en la calle de Lavapiés, num.18.</strong></em><br />
<em><strong>Sufre una herida gravísima en el cuello, con intensa hemorragia. No recobró el conocimiento.</strong></em><br />
<em><strong>Los médicos que la asistieron dispusieron su translado al Equipo Quirúrgico, cosa que se hizo en una ambulancia sanitaria. </strong></em><br />
<em><strong>El Juzgado de guardia se personó en el Equipo ; pero no pudo tomar declaración a Rosa por el grave estado en que se encontraba.</strong></em><br />
<em><strong>La herida que padece Rosa le fue producida con una navaja cabritera pequeña. Es una herida incisopenetrante, en la región anterior del cuello, que interesa del paquete vascular.</strong></em><br />
<em><strong>Poco antes de personarse el Juzgado de guardia en la Casa de socorro se presentó a las autoridades el agresor, que se llama Juan Mombiedro Cañizares, de cuarenta y ocho años de edad, con domicilio en la calle del Amparo, número 31.</strong></em><br />
<em><strong>Entregó el arma con que había cometido el crimen.</strong></em><br />
<em><strong>Según nuestras referencias particulares, Juan prestó amplia declaración ante el juez.</strong></em><br />
<em><strong>El agresor de Rosa fue hace tiempo un conocido maleante que sufrió varios procesos por hurto y otros contra la propiedad. Hace dos años se retiro de su "oficio" e ingresó de dependiente en una taberna de la plaza del Progeso, en donde conoció a su amante.</strong></em><br />
<em><strong>Hasta hace tres meses las relaciones fueron muy bien.</strong></em><br />
<em><strong>Ella le pedía con bastante frecuencia dinero y Juan se lo daba. El tabernero no veía con tranquilidad las relaciones por los antecedentes de su dependiente y por la calidad de la mujer con quien las sostenia.</strong></em><br />
<em><strong>Hace tres días Juan se despidió de la taberna por no poder tolerar las dudas de su principal.</strong></em><br />
<em><strong>A pesar de estar cesante, Rosa no dejó de pedirle dinero. El alega que no estaba colocadoy que, por lo tanto, le era diícil complacerla. No atendía a razones Rosa, y cada vez era más exigente en su peticiones.</strong></em><br />
<em><strong>Anoche fue citado por su amante Rosa. Volvió a pedirle dinero; él, que no tenía, la prometió adquirirlo, para lo cual fue a solicitarlo a un hermano suyo, que le entregó 10 pesetas.</strong></em><br />
<em><strong>Al volver a la plaza del Progreso Juan la vio salir de la taberna donde había estado de dependiente. Esto le produjo hondo disgusto. Discutieron acaloradamente, Rosa le dedicó graves insultos y se dice que intentó agredirle, y entonces el sacó la navaja y la agredió.</strong></em><br />
<em><strong>Su estado continua siendo gravísimo a última hora de la madrugada. </strong></em><br />
No tengo vocación, ni capacidad, para ser juez. Pero doy por hecho que el juez no le creyó ni medio minuto. El proxeneta bueno al que la prostituta le sacaba el dinero. El mundo al revés.<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(15) ABC 16-01-1970 pag. 31</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>HOMICIDIO, AL PARECER PASIONAL, EN ALICANTE</strong></em></div><em><strong>Alicante 15. Un hombre a matado ha otro en un céntrico bar de Alicante, a primeras horas de la noche. El hecho ocurrió en el bar "El Parador", situado en la avenida de Jijona, frente al edificio de la Maternidad Provincial.</strong></em><br />
<em><strong>El homicida huyó en un coche -se cree que un Citroen Tiburón de color azul- y todavía no ha sido localizado. Por el momento la Policia no ha facilitado el nombre de la víctima, sabiéndose unicamente que es uno de los súbditos franceses llegados a Alicante tras la independencia de Argelia y al que se conoce por "El Momo".</strong></em><br />
<em><strong>La víctima estaba acompañada de una mujer -también francesa- cuando entró el homicida y le disparó cuatro tiros de pistola casi a quemarropa. Por ello algunos hablan de crimen pasional.</strong></em><br />
<em><strong>La Guardia Civil ha montado vigilancia en las carreteras para capturar al homicida. La Policia, por su parte, ha inicidado las indagaciones oportunas.</strong></em><br />
Huele a mercenarios, trafico de armas, ajustes por trapicheo de drogas, trata de blancas.... A cualquier cosa le llaman amor.</div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-27799114255490968032011-02-12T02:53:00.001-08:002011-03-30T23:36:44.104-07:002 El agresor y el agredido<div style="text-align: justify;">Hay que reconocer, con rigor, que en un porcentaje muy alto de los denominados crímenes pasionales el agresor es un hombre y la agredida una mujer. Para el siguiente capítulo dejaremos los casos en que la agresora es una mujer. Franqueda esa barrera, se puede ver de todo:<br />
- Él le agrede al otro.<br />
- Él le agrede al otro y a ella.<br />
- El otro le agrede a él.<br />
- El otro le agrede a ella.<br />
- El otro le agrede a él y a ella.<br />
- Él agrede al padre de la chica, a su madre y a todo lo que se menea. Incluso el agredido puede ser un tercero que bien pasaba por allí o metió las narices donde no debía.<br />
Vayamos por partes, pues el dicho de Jack el destripador puede ser muy apropiado cuando te dejan los intestinos colgando, por efecto de un navajazo. </div><br />
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<div style="text-align: center;"><strong>Él AGREDE A ELLA Y EL OTRO:</strong><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(16) LA NACION 17-10-1918 pag. 8</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>DOBLE CRIMEN</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ciudad Real. 16 (11 n) En Daimiel ha ocurrido un crimen pasional que ha horrorizado al vecindario.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Un marido ha matado a su mujer y a un hermano de él, con el cual sostenía la adúltera relaciones.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El agresor ha sido capturado por la Guardia Cívil.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>EL OTRO LE AGREDE A ÉL:</strong><strong><br />
</strong><br />
<div style="text-align: center;"><br />
<strong><em>(17) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 11-08-1896 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ayer se perpetró un crimen pasional en Valencia.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En el momento de entrar un matrimonio en su casa de la calle de Lepanto, se acercó un sujeto y disparó dos tiros.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Era el amante de la esposa.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Uno de los proyectiles dejó muerto en el acto al marido. El otro hirió a la mujer, que está gravísima.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El matador es un conocido comerciante en granos, y ha sido detenido.</em></strong><br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong>EL OTRO LE AGREDE A ELLA:</strong><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(18) LA VOZ 07-09-1926 pag. 8</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un carabinero mata a tiros de pistola a su cuñada</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un crimen pasional</em></strong></div><strong><em>BARCELONA 6 (12 n.).- En la casa num. 11 de la calle del Arco del Teatro se ha cometido un crimen, del que ha sido autor un carabinero apellidado González.</em></strong><br />
<strong><em>Parece que González cenó esta noche con su cuñada Angeles, casad con otro carabinero, y que al término de la cena González disparó tres tiros de pistola contra ella y le causó la muerte en el momento.</em></strong><br />
<strong><em>Realizado el crimen, el agresor fue detenido cuando intentaba fugarse.</em></strong><br />
<strong><em>Los vecinos de la casa no dan referencia de los protagonistas de este suceso porque vivían en la casa sólo desde el sábado.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>DETALLES DEL SUCESO</em></strong></div><strong><em>BARCELONA 7 (3 t).- El juzgado del distrito de Atarazanas ha enviado a la autoridad militar las diligencias instruidas contra el carabinero Franciso Alvarez Torres, que mató anoche a su cuñada Angela Rodó Bodada, en el domicilio de ésta, en la calle del Arco del Teatro.</em></strong><br />
<strong><em>Parece que Francisco tiene perturbadas sus facultades mentales, y requería de amores a la esposa de su hermano, que es también de Carabineros, y que como dijimos anoche, se hallaba de servicio.</em></strong><br />
<strong><em>Gonzalo, antes de salir de su casa, recomendó a su esposa que no abriera la puerta a su hermano ni saliera a la calle, temeroso sin duda, de que la agrediera Francisco; pero éste, cuando su hermano hubo salido, hizo a un amigo suyo llamar a la puerta de la casa de Angela, y ésta, después de convencerse de que el que llamaba no era su cuñado, abrió la puerta sin desconfianza, y después de cerrar fue cuando Francisco hizo los disparos que causaron la muerte a Angela.</em></strong><br />
<strong><em>El detenido a quedado a disposición de sus jefes.</em></strong><br />
<br />
Dos noticias por el precio de una. Parece que en la primera hablan de un crimen y en la segunda de otro. Tal vez debiera de haberlo expuesto cuando hable de crimen chapuza.<br />
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<div style="text-align: center;"><strong>EL OTRO AGREDE A EL Y ELLA:</strong><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(19) EL PAIS 12-04-1918 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>DE VALENCIA</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un crimen pasional</em></strong></div><strong><em>VALENCIA 11.- En la casilla del guardavía de la linea de Cargagente a Denia, se ha producido un crimen pasional.</em></strong><br />
<strong><em>José Pérez pretendía mantener relaciones ilícitas con Maria Rosa Tomás, esposa del guardavía, José Fernando.</em></strong><br />
<strong><em>Ella se negó terminantemente a acceder a los deseos de perseguidor, y con tal motivo se promovieron entre éste y aquella serios altercados. </em></strong><br />
<strong><em>Ayer reincidió Pérez en su pretensión; siendo contestado negativamente, y ya irritado al no conseguir sus deseos, volvió a los pocos momentos y con una escopeta de dos cañones disparó varios tiros sobre los esposos, que se encontraban juntos, huyendo luego, creyéndolos muertos.</em></strong><br />
<strong><em>Al pasar la pareja de los civiles por delante de la casilla oyó que demandaban auxilio, y al aproximarse vio que el matrimonio estaba tendido en el suelo en medio de un gran charco de sangre.</em></strong><br />
<strong><em>María había fallecido, y su esposo tiene una herida gravísima en la cabeza.</em></strong><br />
<strong><em>Ha sido detenido el agresor.</em></strong><br />
<strong><em>El crimen ha producido gran indignación en el vecindario, por tratarse de un matrimonio honradísimo. </em></strong></div><div style="text-align: center;"> </div><div style="text-align: justify;">Comentaba al principio que siempre hay alguien que estaba <strong>donde no tenía que estar</strong>, pasaba por allí o metió la nariz donde no debía. Ahí va uno de Teruel:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(20) LA VOZ 16-01-1930 pag. 8</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>El crimen de Santa Eulalia</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>TERUEL 16 (2 t) .- Se conocen nuevos detalles del crimen pasional cometido en el pueblo de Santa Eulalia. El criminal, Domingo Coperías Ferrer, dependiente de una peluquería, tenía relaciones con una joven muy guapa que estaba al servicio del cafetero del Casino, Cándido Domingo. Entre éste y Coperías, como ya dijimos ayer, había íntima amistad, que por primera vez dejó de serlo cuando el cafetero prohibió a su amigo que hablara a diario con la novia, y le señaló los jueves y los domingos para hacerlo. Esto motivo la disputa que en la noche del domingo se entabló entre ambos en la cocina del casino, y que a la mañana siguiente el peluquero, obsesionado, realizara el crimen.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Sin embargo, otros vecinos del pueblo creen, con más o menos fundamento, que la causa del crimen han sido los celos, pues a pesar de estar casado Cándido, el novio sospechaba que amase a la doméstica.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(21) El Liberal 10-07-1901 pag.2 </strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen pasional.- Hijo que venga a su padre</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Cuenca 9 (7 40 n)</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Se reciben noticias del crimen pasional cometido en Alcantud.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Juan Francisco Sanz mató a navajazos a Victoria Blanca, por cuestiones amorosas.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Después infirió a Manuel Murabet, cuñado de Victoria, siete puñaladas siendo sorprendido por el hijo de la víctima, que es teniente de infantería, quien, armado de una escopeta, le disparó un tiro, dejándole en estado gravísimo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuando a alguien le cuentan un crimen, pasional o no, instintivamente al receptor le surgen unas preguntas: ¿De donde eran?, ¿A que se dedicaban?, ¿Qué edad tenían?. Desean saber como es el <strong>perfil del agresor y el agredido</strong>. Intentaré satisfacer la curiosidad:</div><div style="text-align: justify;"><strong>¿De donde?:</strong> los crímenes se produjeron por toda España, islas incluidas, por supuesto. Me atrevo a decir que su distribución ha sido equitativa por autonomías. Tal ver por el hecho de que es en Madrid donde se editaba gran parte de la prensa consultada, puede haber más noticias de crimenes esta ciudad, pero incluso dentro de la propia noticia hacen referencia a la procedencia de los implicados y se comprueba que son originarios de de otra zonas, en muchos casos.</div><div style="text-align: justify;"><strong>¿A qué se dedicaban?:</strong> podríamos hacer un listado completo con todas las profesiones conocidas, y algunas desaparecidas, acerca los agresores. Las profesiones que mas se reiteran, tal vez por tener armas a mano o por una cuestión de honor, son las de militar, policida, guardi cívil. Entre las agredidas ocurre lo mismo, hay de todo, produciéndose un incremento el las mujeres de vida alegre, vida airada, pupilas y prostitutas. Entiendo que siempre se refieren a las mismas, obviamente un colectivo desprotegido. Tambien artistas de teatro, variedades, etc.</div><div style="text-align: justify;">Veamos un par de muestras:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(22) HERADO DE MADRID 30-10-1912 pag. 3</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>BARCELONA</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen Pasional</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Desarrollose esta mañana un sangriento drama en la calle de San Olegario.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Vivían juntos desde hace algún tiempo el teniente de la reserva D. Juan Belmonte y una linda camarera llamada Pilar Mateo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Parece ser, según versión de los vecinos pues los protagonistas no han podido declarar, que el teniente mostrábase celosísimo, cuestionando por tal motivo con frecuencia la enamorada pareja.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Sostuvieron hoy los amantes una pendencia que terminó en agría disputa, durante la que el teniente, excitado, disparó su revolver, produciendo una gravísima herida en el pecho a su amante. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Luego volvió el agresor el arma contra sí, hiriéndose gravemente en la cabeza.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El estdo del teniente es desesperado, pues la bala destrozole el craneo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>La camarera también está gravísima.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el siguiente relato se juntan un agresor militar y una agredida con vida alegre:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(23) EL DIA 13-04-1914 pag.1</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen Pasional.- Un trompeta de Intendencia mata a una mujer de mala vida.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Melilla</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En un cuarto de la fonda del Dos de Mayo se ha perpetrado hoy un crimen, resultado muerta una mujer de vida alegre llamada Josefa Botin, natural de Elche (Alicante).</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Esta estuvo en una habitación durante toda la mañana discutiendo con el trompeta de Intendencia Burno Morente Peralta, quien a mediodía, con una navaja barbera, cortó la tráquea yugular a Josefa.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Cometido el crimen, el matador salió tranquilamente diciendo que la referida mujer saldria pronto, y que estaba vistiéndose. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Luego fue a presentarse al oficial de guardia de su Cuerpo, a quien confesó su delito.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como profesión, un tanto atípica para un crimen pasional o motivo de un suicidio, la siguiente:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(24) EL LIBERAL 15-12-1917 pag.2</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>UN DRAMA EN LA CORUÑA</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Muerte misteriosa de una señorita.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><strong>CORUÑA 14.</strong></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Ha causado enorme sensación en esta capital un extraño suceso que reviste los carácteres de un drama pasional.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En un lugar denominado El Pasaje, a un kilómetro próximamente de La Coruña, existe un merendero. En uno de los cuartos reservados se hallaba esta madrugada una pareja amorosa, que por su actitud no hacía pensar en lo que más tarde iba a suceder.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Una detonación seguida de fuertes gritos demandando socorro, alarmó a la dependencia y demás concurrencia del merendero, que en tropel dirigiéndose a lugar en donde provenían los gritos, que no era otro que el reservado ocupado por la pareja amorosa mencionada.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Antes de que la gente llegará al reservado, el hombre que lo ocupaba salío de el, y corriendo hacia la escalera, salió gritando.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Allí manifestó que la mujer que se hallaba con él acababa de suicidarse.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Al penetrar la gente en el reservado vieron a una mujer joven tendida en el suelo sobre un gran charco de sangre, entre la cama que había en la habitación y la silla, en la cual debió de estar sentada momentos antes. La muerta estaba vestida. Cerca del cadaver había una pistola browing con la cual se había cometido el crimen. El proyectil había penetrado por la sien izquierda. La muerte debió ser instantánea. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Las versiones que sobre el suceso circular son variadísimas. Aseguran unos que se trata de un crimen pasional, provocado por los celos; otros dicen que puede ser un suicidio, y hay quien asegura que ha sido una desgracia.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Pero todas las versiones coinciden en afirmar que la muerta, que se llamaba Pilar Sanjurjo, y vivía con su madre, salió de casa el martes por la mañana, pretextanto que iba a visitar a una tía suya que vive en Iñas. Salió en el tren correo, dirigiéndose al apeadero de El Pasaje, en uno de cuyos merenderos le esperaba José Coca lorante, coadjutor de la parróquia de Santa Lucia. Juntos estuvieron el martes, miercoles y juves. Este día marchó José Coca a La Coruña donde compro fiambres, dulces y vino, y regresó al merendero, donde se reunió con Pilar a la hora de comer.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Se ignora lo que entre ambos pudo suceder, ni cómo se originó la desgracia. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Los vecinos de El Pasaje que detuvieron al sacerdote, se lo entregaron al Juzgado, que ordenó su traslado a la carcel de La Coruña.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Sobre la mesa de la habitación se veían en el momento de llegar el Juzgado restos de comida y unas botellas vacias.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>José Coca se muestra apenadísimo. No ha declarado todavía. Era queridísimo entre la buena sociedad, pues su parroquia corresponde al Ensanche, donde residen las familias más elegantes de la capital.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En casa de Pilar, al conocer su madre lo sucedido, se desarrolló una desgarradora escena. La conducta de la joven muerta siempre se había creído intachable.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esta misma noticia aparece en EL MOTIN 20-12-1917. En este periódico la noticia no finaliza ahí, continúa:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Desde que leí en El Liberal esta noticia, pido a Dios en mis cortas oraciones que resulte inocente ese sacerdote de la muerte de esa joven.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Juerguistas y libidinosos bueno, puede pasar; hay muchos en clase. ¡Pero asesino! ¡Oh! Sería horrible.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Resultarían muchas imperfecciones para un cura solo. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No es la intención de este blog dar caña al clero, pero ya puestos sacaré otro más, muy curioso:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(25) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 07-11-1910 pag. 2</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN POR CELOS</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Un muerto en una maleta</strong></em></div><em><strong>BERLIN. Un telegrama de San Petersburgo da cuenta del descubrimiento del autor de un crimen terrible, que hace pocos meses produjo gran sensación en toda Rusia y que hasta ahora aparecía envuelto en el misterio más impenetrable.</strong></em><br />
<em><strong> El autor del espantoso delito ha resultado ser un monje de la religión cismática griega llamado Machoch.</strong></em><br />
<em><strong>Cerca Czenstochowa fue hallado en un estanque una maleta que contenía los restos de un cadaver descuartizado.</strong></em><br />
<em><strong>El muerto era un hombre joven, que se había casado poco tiempo antes con una hermosísima muchacha de Czenstochowa.</strong></em><br />
<em><strong>La Policía practicó los trabajos mas activos para encontrar al culpable; pero sus pesquisas no dieron el menor resultado.</strong></em><br />
<em><strong>Ya se desesperaba de dar jamás con el criminal y la causa había sido sobreseida, cuando, hace pocos días, supieron las autoridades que un cochero de la localidad, completamente embriagado, había referido a algunos camaradas en una taberna que un monje le entregó una noche un baul misterioso, dándole una magnifica propina y encargándole de tirarlo al estanque.</strong></em><br />
<em><strong>Añadió el cochero que el desconocido le había exigido juramento de no revelar jamás el suceso a nadie.</strong></em><br />
<em><strong>Apenas supo esto la Policia, detuvo al auriga y acabó por arrancarle todos los detalles del hecho.</strong></em><br />
<em><strong>El monje cismático se apellidaba Machoch.</strong></em><br />
<em><strong>Los agentes policiacos fueron a detenerle y se encontraron con que había desaparecido del convento con algunos días de anterioridad.</strong></em><br />
<em><strong>Ahora acaba de ser detenido el criminal en Cracovía por la Policia austriaca y entregado al cónsul de Rusia.</strong></em><br />
<em><strong>Machoch no ha ocultado su delito, manifestando como única disculpa que se trataba de un crimen pasional. Una mujer, a quien había amado siempre con pasión, le abandonó y se casó con otro. Machoch decidió inmediantemente vengarse y para ello apeló a la astucia. Se hizo amigo del marido, le atrajo con engaño a su celda y allí le asesinó.</strong></em><br />
<em><strong>La forma extraña en que se deshizo de la víctima era el único medio que se le ocurrió para desaparecer las huellas del crimen.</strong></em><br />
<em><strong>Aunque en los monjes cismáticos la moralidad dista mucho de ser tan perfecta como en los católicos, el caso es, sin embargo, verdaderamente inaudito, y ha producido, como es natural, en la opinión pública el mayor escándolo e indignación.</strong></em><br />
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Falta una pregunta: ¿Qué <strong>edad </strong>tenían los agresores y agredidos?. En general, como hemos podido comprobar hasta ahora, la mayoría son jovenes, los menos de edad madura y excepcionalmente ancianos. En este último caso, el crimen no suele ser entre ancianos, sino el anciano unido a una mujer joven. Un triste ejemplo:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(26) ABC 11-01-1910 pag. 11</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>LAS TRAGEDIAS DEL AMOR</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Amor senil.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La calma que en asuntos criminales reinaba en Madrid desde hace algún tiempo se vio perturbada ayer por un suceso amoroso verdaderamente extraño, atendiendo a la diferencia de edad de los protagonistas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Se trata de lo que hemos dado en llamar un crimen pasiona, y fueron los protagonistas un viejo caduco, inválido de guerra, y una lindísima muchacha que apenas frisaba en las veinte primaveras.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>¿Móviles del suceso? Un amor desenfrenado que un sexagenario logró inspirar a una encantadora criatura cuando apenas ésta había transpasado los pórticos de la adolescencia.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El se llama D.Bernardo Salgado, y es capitán del Ejército retirado, y ella, Maria Cruz.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Entre ambos mediaban relaciones amorosas cuya intimidad determinaran oportunamente los forenses.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ayer, a mediodía, estuvieron D. Bernardo y María en una taberna próxima al puente de Toledo ....</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Un testigo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Un muchacho de unos doce años, llamado José Montes, ha sido el único testigo de esta tragedia amorosa.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>José ha declarado ante el juez que anteayer, a la una de la tarde, aproximadamente, salía del cementerio de Santa María, cuando vió al anciano D. Bernardo acompañado de la joven María. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Detúvose el muchacho un instante ante el acentudado contraste que ofrecían ambas personas, y observó que D. Bernardo le miraba de un modo que llegó a infundirle miedo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Cuando José se iba a retirar, el viejo le llamó y, dándole una moneda y ofreciéndole una propina, le rogó que fuese al estanco próximo a comprarle cigarrillos.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Obedeció el muchacho, y apenas hubo andado algunos pasos se detuvo súbitamente al escuchar el ruido de dos detonaciones consecutivas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Volvió la cabeza y observó, con el natural espanto, que el viejo que acababa de hablarle y la linda joven que le acompañaba yacían muertos el uno junto al otro....</em></strong></div></div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-83971370974371367812011-02-12T02:52:00.002-08:002011-03-30T23:35:32.080-07:003 La mujer despechada<div style="text-align: justify;">Tal vez, alguien cayó en la tentación fácil de pensar que el causante del crimen sólo puede ser el energúmeno, el posesivo, el humillado, el herido en su honor, el loco. Pues no. Aunque la proporción, sin duda es muy desfavorable para el crimen machista, confirmo que existe la posesiva, la humillada, la loca....</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
El primer crimen pasional que encontré en la prensa, en que la agresora es una mujer, fue el siguiente:<br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(27) La Epoca 16-06-1899 pag 4</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Soria.- En el pueblo de Albeal del Pozo ha ocurrido un crimen pasional.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Gabriela Celorrio, que sostenía relaciones amorosas con Gregorio Calonge, exigió a su novio que cumpliese la promesa de matrimonio que la había hecho, y al ver su negativa, disparó contra el mismo una pistola que le produjo una grave herida en la espalda. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Gabriela fue detenida.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Uno que es sensato y vela por su vida piensa: ¡Cuidado con despechar a una mujer!. Cierto, pero menos aún si ésta es vizcaina. Veamos:</div><br />
<div style="text-align: center;"><em><strong>(28) El Liberal 02-01-1915 pag 5.</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>A la una de la tarde, cuando terminaba el concierto de la Banda municipal, ocurrió en el Arenal un sangriento suceso.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Se retiraba del paseo José Alvarez Gutierrez, de treinta y tres años, viudo,barbero, natural de Valladolid, y al llegar a la acera del puente se aproximó a él Josefa Iciar, de ventitres años, soltera, natural de Deusto.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Alvarez se separó de los amigos que le acompañaban para conversar con Josefa, amante suya, con quien había roto relaciones anteayer.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Josefa, separando violentamente de si a una hija suya de pocos años, que llevaba de la mano, disparó un tiro contra José.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Este echo a correr, perseguido por la mujer, que le disparó otros cuatro tiros todos los cuales hicieron blanco.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>José se halla gravísimo, temiéndose que muera.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Josefa se dejó prender sin resistencia, y tomando a la niña de la mano, se fue tranquilamente con los guardias.</strong></em></div><div style="text-align: justify;">Manda huevos, va corriendo a balazos, por el centro de la ciudad, a un blanco en movimiento y no falla un tiro, pin,pan,pun,pun y pun. Tiradora de elite, lástima que entonces no existian los GEOS para ficharla. Después se va tranquilamente. ¡Del mismísimo Bilbao tenía que ser!.</div><div style="text-align: justify;"><br />
Crónica breve, pero sin perdida, ahí va otra joya vizcaina:<br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(29) La Libertad 21-11-1921 pag 4</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Un crimen pasional</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Bilbao, 21 -- Hoy una mujer llamada María Ortiz, vecina del pueblo de Musques, la cual desde hace tiempo buscaba a Eusebio Espinosa, le encontró esta tarde, y le disparó cinco tiros de revolver, matándole.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Se trata de un crimen pasional, pues parece que el muerto había abusado de la matadora, jactándose publicamente de ello.</strong></em></div><div style="text-align: justify;">Entiendo que Musques responde a lo hoy conocemos como Muskiz, territorio al Oeste de Vizcaya, por donde se busca a los malhechores, montado a caballo, con un Colt del 37 hasta que les encuentran y pagan por sus fechorías. Respecto a la segunda parte del relato no tengo duda de que el muerto no abusó de la matadora; de vivo tal vez, pues al relator sólo le parece.</div><div style="text-align: justify;">Y pensar que estuve a punto de tener una novia de Vizcaya. ¡Qué alivio!</div><div style="text-align: justify;"><br />
Sus vecinas alavesas tampoco eran mancas a la hora de manejaban el revolver. Doy fe de que estas vascas eran muy trabajadoras y hacian la tarea completa, siempre descargan los cinco tiros del revover. Exhorto a tener cuidado con las vascas:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(30) ABC 10-01-1913 pag. 9</strong></em></div><em><strong>Vitoria</strong></em><br />
<em><strong>En Salinillas ha ocurrido un crimen pasional. Una joven llamada Elvira Leiba, disparó cinco tiros de revolver sobre su novio Hipólito Iriarte, dejándole gravísimo. Ha sido detenida. La agresora a hecho declaraciones, tratando de aminorar su responsabilidad. Fue trasladada a la carcel de La Guardia</strong>.</em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siendo riguroso y realizando un reparto por autonomías las distribución es bastante equitativa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>(31) El Sol 18-01-1921 pag. 10</strong></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Un hombre muerto de varias cuchilladas</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Barcelona 17 (11h)- A las nueve y cuarto de esta noche se ha desarrollado un sangriento suceso en la barriada de San Pablo, del que ha resultado víctima un obrero llamado Salvador Cola, de veintisiete años, carretero de oficio. Este individuo había tenido relaciones íntimas con una joven de veintidos años, llamada Consuelo Salinas, a la que abandonó hace algún tiempo. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Hoy se encontraron en la ronda de San Pablo, y disputaron. A la discusión puso término Consuelo sacando un cuchillo y clavándolo varias veces en el cuerpo de su amante. Salvador murío en el Dispensario del Rosal, adonde fue conducido.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>La agresora quedó detenida.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comprobamos que a una mujer no se la puede abandonar, así porque sí, el día que te da la gana. El móvil de la novia abandonada fue recurrente en la Mancha y toda España:<br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(32) LA VOZ 23-02-1935 pag.7</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>LAS TRAGEDIAS DE LOS CELOS</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Una mujer mata a su antiguo novio cuando paseaba con otra muchacha</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Cuenca 11 (12n) A primera hora de esta noche, cuando mayor era la concurrencia en el paseo conocido por Carreteria, se ha registrado un crimen pasional. Por el lugar citado iba paseando con su novia, Damiana Yunta, el industrial de esta plaza D. Enrique Pradas Garcia, de ventisiete años, dueño del establecimientode tejidos conocido por El Negrito, cuando le sorprendió por la espalda Natalia Romero Moral, de treinta y tres años de edad, soltera, de oficio peinadora, que le asestó una tremenda puñalada en el lado izquierdo del pecho, que, según la impresión de los facultativos, le intereso el corazón, falleciendo el herido pocos minutos despues de ingresar en la Casa de Socorro.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Parece que la agresora y el agredido mantuvieron relaciones amorosas hace algún tiempo, y que los celos han sido el movil del crimen. Natalia quedó detenida en el acto, ingresando en la carcel.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
Si la abandona es una gallega, que Dios te pille confesado. No exagero, lean:<br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(33) El Sol 23-08-1922 pag. 6</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Un hombre muerto</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Vigo 22-- Esta mañana se encontraron en el barrio de los Pescadores José Balladares y Balbina Collado, los cuales habían sostenido hace algún tiempo relaciones amorosas. Balbina requirió a su ex novio para que reanudaran sus relaciones, a lo que se negó terminantemente José y la insultó.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Exasperada Balbiana ante esta negativa, agredió con un cuchillo a José, seccionándole la yugular.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>José falleció al ingresar en la Casa de Socorro. La agresora fue detenida. (Mencheta).</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
Parece, que en Galicia las mujeres manejaban bien el cuchillo, incluso hay una sádica que actua con premeditación muy calculada. Este caso se publicó en varios periódicos<br />
:</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(34) LA ÉPOCA 25-07-1935 pag 3</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>EL HORROSO CRIMEN DE UNA JOVEN</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Ata a su novio a un arbol y, después de vendarle los ojos, le dá una cuchillada en el cuello, matándole.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Vigo25.-- Se reciben noticias de un crimen pasional ocurrido en el pueblo de Guimarey, inmediato a la villa de Estrada. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>La señorita Elena Ramos Barros, de dieciseis años, de extraordinaria belleza y perteneciente a una acaudalada familia, sostenia relaciones con Jesús Filloy Godoy desde hace tres años.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Por causas que se ignoran, los novios riñeron hace un mes. Ultimamente Elena envió recado a Jesús para que acudiera a una cita en una robleda próxima a su casa.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Jesús acudió y se mostró tambien Elena. Bromeando, esta dijo a Jesús que se dejara atar a un arbol y ver si era capaz de soltar las ligaduras que ella le pusiera.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Jesús se rindió y accedió a la pretensión de Elena. Cuando esta le tuvo fuertemente atado, le vendó los ojos con un pañuelo, y sacando un cuchillo de gran tamaño, le dió una tremenda cuchillada en el suelo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Seguidamente huyo a su casa, monstrándose serena y tranquila.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Jesus, tras grandes esfuerzos pudo desatarse, dirigiéndose a una casa inmediata, donde falleció.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Parece que Elena habia jurado matar a su ex novio, porque -dijo- era mujer honrada y así queria vivir.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Elena ha ingresado en la carcel sin haber perdido su serenidad.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Que tranquila se quedó la chiquilla una vez cumplida su obligación, no hay como el deber cumplido, lo que es tener limpia la conciencia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
En la Villa de la Corte también hubo casos:</div><div style="text-align: center;"><br />
<em><strong>(35) La Vanguardia 07-08-1927 pag.19</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen Pasional</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En el pueblo de Carabanchel Bajo, la joven de dieciocho años Juana Cano, agredió con una navaja barbera a su ex novio Antonio Molinero, que la había seducido.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Según a manifestado la agresora se defendió porque Antonio le amenazaba como si quisiera sacar un arma del bolsillo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>La herida que sufre Antonio Molinero es grave.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
En general, como vemos, el perfil de la agresora es mujer joven abandonada. Parece lógico que siempre sea la juventud quien se atreva a transgredir las normas. En el sugiente caso la agresora no es una joven:</div><div style="text-align: center;"><br />
<em><strong>(36) La Vanguardia 09-08-1902 pag. 3</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Madrid 9, 9,15</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Anoche se recibió aviso en el Juzgado de guardia, de que estaba gravemente herido en la casa de socorro un individuo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En efecto, en la cama de operaciones se hallaba tendido Jose Francisco, de 38 años de edad, soltero, barbero y natural de Casas del Puerto, provincia de Caceres.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Este individuo presentaba una herida inciso punzante de cinco centímetros de extensión, en la parte derecha del cuello.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>A pesar de que el herido fué calificado de grave, pudo declarar con entera seguridad ante el Juzgado.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Jose Francisco manifestó que desde hace algún tiempo vivía maritalmente con Leonor Villar.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Los celos de Leonor originaban a menudo grandes disputas, haciendo a Jose intolerable la vida con una mujer que constantemente le insultaba.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En vista que no podía conseguir que Leonor cambiara de proceder, decidió separarse de ella y para ponerlo en práctica se avistó con el delegado de vigilancia del distrito de la Universidad, con objeto de que se personara en la casa que habitaba y a presencia de la autoridad retirara Leonor los muebles que eran de su pertenencia.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Quedaron convenidos de que ayer a las siete de la tarde se verificaría la diligencia.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En efecto, a las siete de la tarde se presentó el agente Braulio Sanchez; llegó a la casa 59 de la calle Madera, donde hay una barbería en la que trabajaba José Francisco y viendo en la puerta del establecimiento a la Leonor le entregó un volante que llevaba citándola a la Delegación.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Con malos modos y peores palabras cogió el volante ella y encarándose con José comenzo a increparle duramente.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Entraron en la habitación situada en el interior del establecimiento y a los pocos momentos se oyeron gritos de socorro, saliendo enseguida José echando sangre por el cuello.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Detrás de él salió Leonor, llevando en la mano una navaja de afeitar.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El individuó que estaba en la barbería a medio afeitar echó a correr a ver lo que ocurría.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Entre uno de los barberos y el agente de vigilancia llevaron al herido a la casa de socorro.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>La agresora, como hemos dicho, se llama Leonor Villar, viudad, de 40 años y tiene una niña de corta edad.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Cuando hubo cometido el crimen sufrió un fuerte ataque nervioso, siendo asistida también en la Casa de Socorro.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Allí manifestó que había cometido el crimen en un momento de exaltación.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Al ser encerrada en un calabozo solicitó que se le llevara a su hija para tenerla en su compañia, a lo cual accedió el juez.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El herido fue trasladado luego de la Casa de Socorro al hospital, hallándose bastante mejorado dentro de la gravedad.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Aún hay algunas esperanzas de salvarle la vida.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Decía en la presentación que, con el desarrollo de la prensa gráfica hacia 1920, el crimen pasional en la prensa tuvo otro tratamiento. Dejó de ser una breve nota con cuatro datos. Aparte de que son los años en que los períodicos están plágados de estos delitos, tal vez porque se cometieron más (puedo estar equivocado), los periodístas parece que encontraron un filón de oro y quisieron explotarlo.</div><div style="text-align: justify;"> Si el crimen ocurre en ciudades, no en localidades pequeñas, o tiene lugar entre personas relevantes en la sociedad, no pobres o marginales, el periodísta intentará desarrollar la noticia acompañándola de fotos. Es aquí donde viene a cuento aquella frase de "no dejes que la realidad de estropee una buena historia". Sobre cuatro datos objetivos proporcionados desde la Comisaría, el Juzgado o el Hospital, más una entrevista a una portera y otro que pasaaba por alli, y unas fotos trágicas, incluso macabras, se construye un relato anovelado. ¿Qué no se sabe algo?, ¡se inventa!. ¿Queda un relatos soso?, ¡se inventa más!. </div><div style="text-align: justify;">De un periódico madrileño, de los pioneros de la prensa gráfica, he tomado un relato, como muestra de ambas cosas. Posteriormente, en otro capítulo, haré referencia a este crimen pasional comparando lo que el redactor de este periódico escribió y lo que escribieron otros. Señalar que este crimen es el primero que veo en una página 1.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(37) Heraldo de Madrid 03-09-1916 pag.1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>EL TRAGICO SUCESO DE HOY</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>UNA MUJER MATA A SU AMANTE</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Suicidio de la agresora</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>El crimen.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Aproximadamente a las seis de la madrugada de hoy un automóvil amarillo, de los llamados "Bebe", con sus dos asientos ocupados por un joven y una mujer joven también y elegante, pasaba por la calle Leganitos, y al llegar a un puesto de buñuelos que hay en la plaza de Santo Domingo, y mientras el joven compraba unos buñuelos, pregúntó a la dueña del puesto qué número tenía cierta casa de la costanilla de los Angeles.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La buñolera satisfizó su curiosidad, y el automóvil volvió a emprender su marcha, parando a poco en el num. 10 de la costanilla de los Angeles.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Los dos jóvenes pidieron una habitación de las mejores, encargando que les despertaran a las nueve y media de la mañana, y según ha manifestado después la dueña de la casa, los dos parecía que habían libado en exceso, y él hablaba de envenenamientos y persecuciones.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La habitación que se les destinó consta de alcoba y gabinete, y en la mesita del centro de esta última pieza vió la dueña que dejaban media botella de "champagne".</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pasados tres cuartos de hora, y sin que los de la casa hubiesen sentido ningún ruido, salió al balcón en calzoncillos el joven y comenzó a pedir auxilio.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En aquel momento pasaba por la calle un muchacho, y al ver que el que demandaba auxilio estaba echando sangre corrió a la Comisaria y dió cuenta de ello a los guardias.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Estos salieron inmediatamente y casi al mismo tiempo que ellosllegó también el agente de la brigada de Investigación Sr. Bordés, y todos subieron inmediatamente y abrieron la puerta del cuarto que no se hallaba cerrada por dentro.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Horrible cuadro</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El cuadro que se presentó a la vista del Sr. Bordés y los guardias era tremendo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Sobre el sofá del gabinete, echado de bruces y con una gran hemorragia, que desde la cabeza corria a lo largo de la espalda, y caía también al suelo, se hallaba un hombre en ropas menores, que se quejaba debilmente; pero que, en cambio, hacía burscos movimeintos por la lesión que debía tener, y en la cama de la alcoba agonizaba una mujer, arrojando sangre de una herida en la cabeza.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Desde fuera se veía que la mujer se hallaba en en período agónico, e inmediatamente se avisó a la Casa de Socorro del distrito del Centro para que viniera un méidco. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>A los pocos minutos llegó el facultativo y reconoció a los dos heridos, disponiendo que el joven fuera trasaladado a la Casa de Socorro, pues aunque muy grave, se le podían aplicar allí remedios enérgicos, y apresuradamente trató de hacer algo en beneficio de la mujer; pero sin resultado alguno.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La joven dejó de existir después de una agonía relativamente tranquila; certificó el médico su fallecimiento, y cuando se disponía el médico a abandonar la casa llegó el juez de guardia, del distrito de Palacio, D. Juan Muñiz García Lomas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El juez vio el cadaver, se incautó de las alhajas que llevaba la muerta y de las ropas del jove y, practicadas estas diligencias, se trasladó con el médico a la Casa de Socorro.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En la cama de operaciones, y con horribles contracciones, se hallaba el joven que no había perdido del todo el conocimiento.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Con inyecciones de aceite alconforado consiguieron los médicos reanimar algo al herido, y entonces, aunque con gran trabajo y voz debilísima, dijo que ella le había disparado un tiro en la cabeza y se había suicidado depués.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ya no habló mas el joven; depués de estas palabras, que pronunció merced a las inyecciones hipodérmicas, entró en período agónico; pero en una agonía horrible, porque como la lesión había herido centros neviosos importantes los fenómenos reflejos le hacían dar saltos en la cama de operaciones y se incorporaba con movimientos repentinos, abriendo mucho los ojos y causando gran sensación en las personas que le rodeaban.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Una hora, aproximadamente, duró este estado terrible del herido, y en el último espasmo cayó pesadamente y quedó sin vida.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Antecedentes.</strong> </em></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Este doble crimen ha impresionado profundamente porque se trata de personas muy conocidas en Madrid, sobre todo el jove, que se llama Agustín Gras, hijo de una respetabilísima familia que vive en la calle Maldonado, 4, y que se encuentra pasando el verano el Torrelodones, depués de haber pasado una larga emporada en Barcelona.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Cuanto digamos sobre la y prendas personales del muerto, elogiándolas, resultará pálido ante la realidad, porque el respeto a sus padres y hermanos era extraordinario, y sólo un amor, propio de la edad y de su situación economica deshaogada, ha sido la causa de la gran desgraciaque hoy aflige a toda su familia.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Don Agustín Martin Gras vivia con sus padres y cuatro hermanos en la calle de Maldonado, num. 4; tenía veintisiete años y hace más de dos años que mantenia íntimas relaciones con Epigenia Diez Cabrejas, conocida por algunos con el nombre y apellido de Consuelo Blanco, de veintitres años, que vivía hasta ayer en la calle Lagasca, num.119, en un precioso entresuelo que pagaba, naturalmente, su amante.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Según nos han manisfestado personas que conocían bien a Epigenia, esta no tenía grandes atractivos físicos: era morena, delgada y de facciones ordinarias y corrientes.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>A juicio de estas personas, nada tenía la joven que pudiera justificar una pasión ardiente. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero si no por sus condiciones física, por su caracter se explica la contancia de Agustín en sus amores, ya que Epigenia o Consuelo con su tenacidad le tuviera sujetoy al joven le diera miedo una separación definitiva, en la cual había pensado muchas veces.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Nos hancontado, por ejemplo, que una noche de invierno, cruda por el frio e inclemente por la lluvia, estuvo esperando a Agustín en la puerta de su casa desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana, y esto indica claramente que Epigenia esperaba un rompimiento y trataa de evitarlo a todo trance.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El joven D.Agustín quiso hace un año terminar definitivamente con su amante, que según dijo, prometió solemnemente matarle si trataba de abandonarla.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Hacia la separación.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Don Agustín seguia, sin embargo, en la idea de cortar aquellas relaciones, que no podían durar por su posición, por la respetabilidad de su familia y por otra multitud de circunstancias sociales, y decidido a ello parece que hace unos días planteó la cuestión resueltamente, diciendo a Epigenia que no tenían mas remedio que terminar. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En principio debieron de quedar conformes en la separación, puesto que a toda prisa, y precisamente ayer, transladaron los muebles de la calle Lagasca, num. 19, a casa de una hermana de Epigenia, llamada Estefanía, que vive en la calle de Barbieri, num. 3, y Agustín tomó para su amante una habitación en la casa de viajeros de la calle de Alcalá, num. 3.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Las causas del crimen.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Agustín Martín estaba, como decimos, decidido a romper aquellasrelaciónes, que por ningún concepto le convenían, y quizá para arreglar definitivamente la separación decidieron pasar la noche de ayer juntos los dos amantes, cenando en un restaurant de la cuesta de las Perdices.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En este restaurant pasaron la noche entera, comiendo bien y bebiendo en abundacia, y volvieron al tema de separarse, y cuando a las cinco de la mañana su cuerpo pedía descanso decidió él marcharse al num. 10 de la costanilla de los Angeles, ya que no tenían casa propia por haber verificado la mudanza en el día de ayer.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Indidablmente, Agustin, quiso de una vez fijar allí mismo su separación definitiva, y por eso se produjo el desgraciado suceso de esta mañana.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Conviene advertir que Agustín le había dicho hace días a su hermano menor que se le había perdido una pistola Browgnin; pero indudablemente no había tal pérdida, sino que Epigenia se la había quitado con el propósito de matarle si por fin llevaba a cado su pensamiento de abandonarla.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Al entrar en la casa donde se ha realizado el crimen bebieron parte del líquido de la botella de "champagne" que antes hemos mencionado, y una vez desnudos se reprodujo el disgusto, siempre motivado por la resolución de Agustín de separarse de ella, y Epigenia le disparó un tiro en la región occipital.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Cuando ella vio que su amante, moribundo, pedía auxilio volvió el arma contra si y se disparó un tiro en la región parietal derecha que le causo la muerte a los pocos momentos. </em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: center;"><em><strong>Aviso a la familia.</strong> </em></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: center;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><em></em></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><em></em></td></tr>
</tbody></table></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"> <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG_DYJtpyNUerD8sONmSDMBD6pj_2XDKCZsQUVrDQRhRLqPKEtZAMfpR6TNRPq-AOWUzdmDi_q9VfH9LvjoyCTcYy7Ox4TTGE7J5DXUnfntzGX2G9XeVgLkreLY35GPlpEX97Q43g9YeLD/s1600/Heraldo+de+Madrid.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; height: 325px; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto; width: 145px;"><em><img border="0" height="400" q6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG_DYJtpyNUerD8sONmSDMBD6pj_2XDKCZsQUVrDQRhRLqPKEtZAMfpR6TNRPq-AOWUzdmDi_q9VfH9LvjoyCTcYy7Ox4TTGE7J5DXUnfntzGX2G9XeVgLkreLY35GPlpEX97Q43g9YeLD/s400/Heraldo+de+Madrid.JPG" width="155" /></em></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><em></em></td></tr>
</tbody></table> <br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><em><strong>El juez, después de asistir a la larga y terrible agonía de Agustín Martin, ordenó el traslado al depósito judicial de los dos cadáveres y se avisó al hermano menor del muerto, único que se hallaba en Madrid, para participarle el desgraciado suceso.</strong></em></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"> <strong><em>Este declaró ante el Juez de guardia que su hermano tenía unos antecedentes inmejorables; que guardaba un gran respeto a sus padres, a sus cinco hermanos y sus dos hermanas, y que inemdiatamente pensaba ir a Torrelodones para prepararlos poco a poco de la desgracia tremenda que aflije a toda la familia.</em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Las alhajas de Epigenia.</em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Ya hemos dicho que el juez se incautó en la costanilla de los Angeles de todas las alhajas que Epigenia llevaba, de un bolso moderno, que contenía una cantidad en metálico, y todo esto lo llevaron al Juzgado para las diligencias posteriores.</em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Las sortijas todas eran de oro y brillantes, y el ves</em></strong><em><strong>tuario y sombrero que usaba la suicida, de corte y confección irreprochables y de última moda.</strong></em></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><strong><em>La familia del muerto ocupa una elevada posición y tiene dos establecimientos importantes de paraguas y sobrillas en la calle de Carretas y en la Puerta del Sol.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><strong><em>La fábrica de estos objetos está en la Guindalera.</em></strong><br />
<br />
<br />
La mujer despechada no se siempre le agrede a él. Hay casos, pero menos, en que ella decide que la culpable de sus destracias es "la otra", entonces ella le agrede a ella:<br />
<em><br />
</em><br />
<div style="text-align: center;"><em><strong>(38) EL DIA 06-01-1902 pag.2</strong></em></div><em><strong>Dicen de Sevilla que ayer tarde en una casa de vecindad de la calle Fray Diego de Cadiz, ha ocurrido un crimen pasional.</strong></em><br />
<em><strong>Una jove de diecinueve años, casad, y de nombre Amalia Montero, ha matado de una puñalada en el corazón a Luisa Hidalgo Peinado, de veintiun años, y casada también.</strong></em><br />
<em><strong>Impulsada por los celos, llegó la agresora a casa de Luisa, penetro en la habitación en que esta estaba lavando, cerro la puerta y tras una tan breve como acalorada reyerta la sepultó un puñal en el lado izquierdo del pecho.</strong></em><br />
<em><strong>La víctima, haciendo terribles esfuerzos, logró salir hasta la puerta de la calle, delante de la cual cayó muerta.</strong></em><br />
<em><strong>Un soldado del regimiento de Granada detuvo a la agresora.</strong></em><br />
<em><br />
</em><br />
Descripción breve pero terrible. En la otra punta de España tambien cocinaban habas, mejor dicho fabes. Pero este relato es más novelado:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(39) EL DIA 03-11-1911 pag.2</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><strong><em>Oviedo 2.- En la cercana villa de Mieres se ha desarrollado un crimen pasional, que ha producido honda impresión y general sentimiento, por ser muy conocidas y estimadas las personas que en el suceso han intervenido.</em></strong><br />
<strong><em>El hecho pasó ayer tarde en el terraplen de la vía carbonera que conduce a la mina denominada Ballasaran.</em></strong><br />
<strong><em>Unos muchachos que correteaban por las cercanías oyeron gritos de mujer, y corriendo al sitio de donde partían, se encontraron tendida en el suelo, sobre un gran charco de sangre, a una mujer.</em></strong><br />
<strong><em>Mientras corrian, la vieron que intentaba, aunque en vano, incorporarse; cuando llegaron se hallaba exánime.</em></strong><br />
<strong><em>Era una vecina de la localidad, llamada Eugenia Rios, de veintitres años de edad, y casada.</em></strong><br />
<strong><em>Los mismos muchachos que habían acudido a los gritos de la víctima avisaron al juzgado, que acudió inmediatamente al lugar de la ocurrencia, y practicadas las primeras diligencias, dispuso la translación al Depósito del cadaver de la víctima.</em></strong><br />
<strong><em>Esta presentaba cuatro tremendas cuchilladas: dos en el muslo izquierdo, una en un hombro y otra en la parte inferior del vientre, mortal de necesidad y con salida de los intestinos.</em></strong><br />
<strong><em>La agresión había partido de otra mujer de la misma edad que la interfecta, llamada Nicasia Alvarez, y casada también.</em></strong><br />
<strong><em>He aquí los motivos determinantes del crimen, según la versión que corre con mas validez:</em></strong><br />
<strong><em>La víctima, contrajo no ha mucho matrimonio con un muchacho de Mieres que antes había tenido relaciones con la agresora.</em></strong><br />
<strong><em>Esta no perdonó a Eugenia que la hubiese quitado el novio y juró vengarse, diciendo que mataría a su rival, no obstante lo cual se casó con otro joven de la localidad.</em></strong><br />
<strong><em>Eugenia, que no habia hecho caso de las amenazas, desechó su temores, si alguno tuvo, cuando la vio casada. </em></strong><br />
<strong><em>Ayer se encontraron en la vía subsodicha, y solo se sabe que Eugenia cayó a los pies de Nicasia, moribunda.</em></strong><br />
<strong><em>De los pormenores del hecho se saben algunos por relación que su autora hizo poco después a la dueña de una botica donde entró a comprar un preparado, la cual al verla toda ensangrentada, le preguntó si estaba herida, contestando esta que la sangre procedía del cuerpo de Eugenia, a la cual acababa de matar, enseñándola el cuchillo de que se había servido para cometer el crimen, el cual sacó de una cesta que llevaba llena de castañas.</em></strong><br />
<strong><em>La agresora dejó la cesta en la botica y se fue a ocultar el cuchillo volviendo después a recoger aquella y desapareción sin que hasta el presente haya sido encontrada. </em></strong></div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-49166558095855950322011-02-12T02:52:00.001-08:002011-03-30T23:38:40.991-07:004 La pasión ciega. El arma.<div style="text-align: justify;">Nadie duda de que la pasión desaforada, la pasión descontralada, la pasión locura, ciegan. Pero todos sabemos que hay personas ciegas de nacimiento, con pasión o sin ella. <br />
<strong>¿Por qué iba a cometer un ciego un crimen pasional?,</strong> porque sólo es ciego, no es tonto; y se la huele. Al menos eso dicen, que los ciegos desarrollan mejor que el común de los mortales el resto de los sentidos.<br />
<strong>¿Cómo comete un ciego una agresión?,</strong> pues al tacto. Veamos tres ejemplos:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><em><strong>(40) LA EPOCA 24-05-1895 pag.3</strong></em></div><em><strong>En Ferrol se cometió ayer un crimen pasional, del que fue autor un ciego llamado Gallego, y víctima una antigua amante suya.</strong></em><br />
<em><strong>Parece que, negándose ella a reanudar las relaciones que en otro tiempos sostuviera con Gallego, acalorose éste al punto de herirla gravemente en el cuello y en la cara. En seguida disparose dos tiros, muriendo instantaneamente.</strong></em><br />
<em><strong>La desgraciada mujer está gravísima.</strong></em><br />
<br />
Para ser en el Ferrol, la verdad es que el nombre del ciego no era muy original.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><em><strong>(41) La Correspondencia MILITAR 05-01-1926 pag. 6</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen pasional de un ciego</strong></em></div><em><strong>El ciego Rafael Muñiz, al enterarse de que un hermano suyo, llamado Pedro, sostenía relaciones con la pupila de ambos, Rosa Alvarez, llamó a ésta al portal de la casa y le asestó seis puñaladas con un cuchillo de cocina. </strong></em><br />
<em><strong>Rosa ingresó en grave estado en el hospital.</strong></em><br />
<br />
Y digo yo, si la pupila era de ambos ¿por qué se mosqueó? Este hombre era bastante posesivo, ¿no?.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><em><strong>(42) ABC 10-07-1965 pag.49</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>UN CIEGO MATA A PUÑALADAS A UNA CIEGA</strong></em></div><em><strong>Sevilla 5. En el barrio de la Macarena se ha registrado un crimen pasional entre dos ciegos vendedores de cupones, muy populares no sólo en aquel sector de la ciudad, sino en el centro.</strong></em><br />
<em><strong>Los protagonistas son Esperanza Martín Galán, de cuarenta años de edad, domiciliada en la calle Torreblanca, 1, donde convive con su madre, hermanos y cuñado, y Manuel Verdugo Arias, de treinta y seis años, avecindado en el polígono de San Pablo.</strong></em><br />
<em><strong>Manuel mantenía desde hace años relaciones amorosas con Esperanza, pero estas habían terminado porque, según parece, áquel llevaba una vida muy irregular, a causa de la bebida.</strong></em><br />
<em><strong>En varias ocasiones había instado a Esperanza para que reanudaran el noviazgo, a lo que la mujer se oponía totalmente.</strong></em><br />
<em><strong>Hoy, Esperanza abondonó su domicilio para dirigirse a la calle Alfonso XII, al bar Quitapesares, donde solía establecerse para vender, y cuando llegaba a la altura de la casa número 16 de calle Torreblanca, le salió al paso Manuel, y sin que mediaran muchas palabras entre ambos, se lanzó sobre ella propinándole varias puñaladas con una navaja.</strong></em><br />
<em><strong>La víctima de este suceso sufrió tan graves heridas que dejó de existir al poco de ingresar en el hospital central.</strong></em><br />
<br />
Sin duda un ciego tiene que agredir tocando, probando la ubicación e hiriendo con un arma punzante. No puede utilizar un revolver u otras arma que precisen la vista.<br />
<br />
En general: <strong>¿cual suele ser el arma con que se cometen los crímenes pasionales?.</strong> Generalmente la navaja, el revolver, la escopeta de caza...<br />
<br />
Pero hay algunos caso en que el agresor agrede con lo que tiene más a mano, veamos:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(43) HERALDO DE MADRID 08-05-1931 pag. 4</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Monstruoso asesinato de una campesina</strong></em></div><em><strong>AVILA 6.- En el pueblo de Casillas, anejo de Hoyo Redondo, se ha cometido un monstruoso asesinato. </strong></em><br />
<em><strong>Se hallaba trabajando en una heredad la joven de veintiseis años Rafaela López, cuando se le acercó sigilosamente un individuo llamado José Rodriguez, y sin que aquella pudiese apercibirse para la defensa, le dío un tremendo golpe en la cabeza con un azada. La pobre mujer cayó muerta como fulminada por un rayo.</strong></em><br />
<em><strong>Pero el asesino, poseido de una furia salvaje, se inclinó sobre el cadaver y continuó descargando terribles golpes de azada sobre la víctima.</strong></em><br />
<em><strong>El rostro de la infeliz mujer quedó horrorosamente mutilado.</strong></em><br />
<em><strong>Después se situó el criminal en la carretera, en actitud poco tranquilizadora. Se resistió a la Guardia civil y costó a ésta gran trabajo desarmarle y reducirle a la obediencia.</strong></em><br />
<em><strong>La comunicación oficial en que las autoridades de Hoyo Redondo dan cuenta de lo ocurrido al gobernador civil nada dice sobre la causa de la agresión.</strong></em><br />
<em><strong>Se cree aquí que se trata de un crimen pasional.</strong></em><br />
<em><strong>El asesino fue puesto a disposición del Juzgado de instrucción de Piedrahita</strong>. </em><br />
<br />
Porque no estaba arando, si llega a estarlo le da con el arado. Mérito el de la Guardia Cívil, porque desarmar a un tipo con una azada, se las trae.<br />
Pregunta tonta: si un labrador mató con una azada, ¿con qué lo hizo un barbero?. Por si el lector duda, veamos la respuesta:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><em><strong>(44) EL IMPARCIAL 16-11-1901 pag. 3</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>AMORES QUE MATAN</strong></em></div><em><strong>Guadalajara 15 (6,20 tarde)</strong></em><br />
<em><strong>Hoy se ha cometido un crimen pasional en la calle de Luis de Lucena, que ha causado gran impresión en el vecindario de esta capital.</strong></em><br />
<em><strong>La victima ha sido una mujer de treinta y nueve años de edad, corsetera, llamada Valeriana Rubio, y el matador un joven de diceinueve años, de nombre Anastasio Valero, y de oficio barbero.</strong></em><br />
<em><strong>He aquí, según mis informes, la historia de amores contrariados que ha tenido tan trágica terminación.</strong></em><br />
<em><strong>Valeriana Rubio sostenía en Madrid relaciones amorosas con un hermano de Anastasio, que vive en la corte trabajando en el oficio de sastre.</strong></em><br />
<em><strong>Este envio a Valeriana a Guadalajara en busca de trabaj, y aquella, siguiendo las indicaciones de su amante, se hospedó en casa de los padres de éste, donde vivía Valero, como es natural.</strong></em><br />
<em><strong>El joven barbero, a pesar de la diferencia de edades, se enamoro ciegamente de aquella mujer con quien habitaba bajo el mismo techo, y sin reparar en que ésta estaba unida a su hermano por estrechos vínculos amorosos, la requirió para que correspondiese a su pasión.</strong></em><br />
<em><strong>Valeriana se negó rotundamente a acceder a las pretenciones del joven.</strong></em><br />
<em><strong>Hace pocos días, Valeriana, viendo que la faltaba trabajo, dejó la casa en que se hospedaba y entró en otra en calidad de sirvienta.</strong></em><br />
<em><strong>Anastasio le rogo repetidas veces que volviese a su casa y aceptase sus relaciones.</strong></em><br />
<em><strong>Esta mañana, a las once aproximadamente, se encontraron Anastasio y Valeriana en la calle. El joven insistió una vez más en sus súplicas, y habiendo obtenido una nueva negativa, se abalanzó sobre la desgraciada Valeriana, y con una navaja de afeitar le infirió una herida en el pecho y otra en el cuello, a consecuencia de las cuales falleció a los pocos momentos.</strong></em><br />
<em><strong>El agresor fue detenido.</strong></em><br />
<em></em></div><br />
El colmo de lo colmos, es que a pesar de que un crimen siempre es un hecho trágico y terrible, aparezca un sujeto haciendo propaganda:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(45) La Vanguardia 28-07-1934 pag.18</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Crimen Pasional - El asesino se entrega a las autoridades</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Castellón 27</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En las cercanías del molino llamado de los Frailes, en el término de Altura, Manuel Ballester Marquez, de veintiocho años, vecino de esta, mató a su novia Concha Molina Carro, de veinticuatro años.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Cometido el crimen, Manuel se dirigió a Segorbe, entregándose a las autoridades, confesando su crimen y haciendo entrega de un cuchillo en el que había una inscripción que decía: "Vivan los amantes de Teruel", con el que cometió el crimen.</strong></em></div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-52717431325680585442011-02-12T02:49:00.000-08:002011-03-31T07:27:26.703-07:005 El crimen chapuza<div style="text-align: justify;">Hay algunos crímenes pasionales que solo pueden se calificados como auténtica chapuza. Cierto es que, algunas veces, el lector no acaba de entender si la chapuza fueron los hechos o el relato. En el primer caso, hay de todo, algo totalmente comprensible. El agresor que, suponemos no es un criminal profesional, disparó por error e hirio a otra persona; pretendió suicidarse y se le encasquilló la pistola; quiso matar y depues suicidarse, pero no consiguió ninguna de las dos cosas. En fin, casuística para guión de una película de absurdo. En el segundo caso, tal vez por las prisas en dar la noticia o por otra razón, el relato es una chapuza; lo lees tres veces y no acabas de saber quién agredió a quién, cual fue el móvil, donde y cuando se desarrolló, etc....<br />
Empecemos:<br />
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<div style="text-align: center;"><strong><em>(48) EL IMPARCIAL 11-12-1916 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><strong><em>Miranda 10 (4 tarde)</em></strong><br />
<strong><em>Ha regresado el Juzgado de instruir diligencias en Puebla de Arganzón con motivo del crimen pasional cometido ayer allí y del que dí ya las primeras noticias.</em></strong><br />
<strong><em>Los detalles del suceso son los siguientes: Arturo Eguidazu, de veintiocho años, natural de Bilbao y ordenanza de las mojas del Hospital, de San Sebastián, que esperaba obtener una colocación en un sanatorio del Guadarrama, sostenía relaciones con Dorotea Herranza, de veintidos años, sirviente, que las rompió por justificadisimas causas y abandonó San Sebastián, viniendo a Puebla de Arganzón, donde reside su familia. Arturo vino tras ella, y ayer la sorprendió en su casa, asestándola una cuchillada en el pecho. La madre le sujetó, y Dorotea pudo escapar demandando auxilio.</em></strong><br />
<strong><em>Arturo intentó huir, pero perseguido por la Guardia Civil se clavó un cuchillo en el pecho, creyendo que había matado a su novia. La muchacha está herida levemente, y las heridas de Arturo son graves.</em></strong><br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(49) LA VANGUARDIA 03-08-1908 pag.3</em></strong></div><strong><em>Se ha registrado esta tarde un crimen pasional.</em></strong><br />
<strong><em>A última hora paseaban por el retiro Pedro Agüero, de 22 años, con su novia Eusabia Moral, y de momento, sin que las personas que transitaban por la avenida pudiesen impedirlo, Pedro sacó un revolver que disparó contra su novia. </em></strong><br />
<strong><em>Esta, por fortuna, resultó ilesa.</em></strong><br />
<strong><em>Aturdido el muchacho por lo que acababa de hacer, volvió el arma contra sí disparándose dos tiros.</em></strong><br />
<strong><em>En estado grave fue conducido a la casa de Socorro, en cuyo benéfico establecimiento falleció.</em></strong><br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(50) El Liberal 17-12-1902 pag. 4</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Zaragoza 16 (5-20 t.)</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En la venta del Olivar, del término de Zaragoza, se ha cometido un crimen pasional.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pilar Polo se jaztaba de haber dado calabazas a a su novio Juan Lopez.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Hallábase éste ayer a la puerta de una taberna tocando el guitarrillo, cuando a la sazón pasó Pilar por delante del establecimiento.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Al ver a su novia, Juan Lopez entonó una copla de "picadillo", alusiva a Pilar, y ésta siguió su camino sin mostrar enojo ni darse por aludida; pero al poco rato de ocurrida la subsodicha escena, se presentó en la taberna Manuel Polo, hermano de Pilar, armado de garrote, y desafio al calabaceado novio de la muchacha.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Aceptó Juan el desafio y en el acto sacó un pistola.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En vista de la actitud en que se colocaban los dos contendientes, los demás concurrentes de la taberna se interpusieron entre Juan López y el hermano de Pilar, procurando apaciguarlos.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Los esfuerzos de los intermediarios fueron inútiles.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Juan López disparó la pistola, que hirió en un brazo a su madre, que trataba de impedir la contienda.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El proyectil, despues de herir a la infortunada mujer, fue a alojarse en el costado izquierdo de Manuel Polo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Este se halla agonizante.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Juan López está detenido.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ha declarado explicitamente su delito.</em></strong><br />
<br />
Es que una copla de "picadillo", cuando es buena, no hay dios que la aguante.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(51) La Libertad 14-10-1930 pag. </em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Dispara cinco tiros contra su sobrina</em></strong></div><strong><em>Gijón 13.- Al atardecer de ayer, cuando Balbina Suárez López, soltera, de veinte años, acompañada de una amiga suya, se disponia a entrar en la iglesia de San Lorenzo para asistir a la novena del Pilar, un hombre que iba detrás de ella desde hacía unos momentos disparola cinco tiros de pistola, sin mediar palabra. Acto seguido el agresor volvió el arma contra si; pero se le habian agotado los proyectiles. Se originó en la calle el revuelo consiguiente. Un guardia municipal y un transeunte detuvieron al agresor cuando intentaba huir y arrojaba el arma al suelo.</em></strong><br />
<strong><em>La víctima, llevada a la Casa de socorro, fue asistida por los médicos de guardia, que le apreciaron tres gravísimas heridas de bala. Ingresó en el hospital.</em></strong><br />
<strong><em>El agresor es tío carnal de la víctima, vecino de Luarca, contratista de obras, casado y con seis hijos; tiene treinta y siete añosy se llama Francisco Suarez. Desde hace algún tiempo asediaba a su sobrina con propósitos de relaciones amorosas, hasta el punto de que la familia de la muchacha se vio obligada a trasladar su residencia para escapar de las iras del pariente. En otra ocasión se dio cuenta de ello a las autoridades, que amonestaron a Francisco y le quitaron un arma. Burlando la vigilancia de que era objeto, el agresor llegó ayer de Luarca para continuar la persecución de su sobrina y consumó el crimen, que ha causado profunda indignación.</em></strong><br />
<strong><em>El criminal confesó su delito, afirmando que le había motivado los desprecios de que era objeto por parte de su sobrina.</em></strong><br />
<br />
A ver si aprendemos a contar ¡desgraciado!, si el revolver tiene cinco balas y disparas cinco contra tu víctima, ¿cuantas quedan? .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(52) LA VANGUARDIA 03-07-1934 pag.16</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El 19 de Abril de 1932, el hoy procesado, al salir de un baile celebrado en San Juan de Mediona, agredió a su novia, Rosa Bertán, a la que dio siete puñaladas, causándole la muerte, agredió también a un hermano de la misma y cumpliendo el propósito de suicidarse que había expueto en cartas dirigidas a sus padres y a los de su novia, se colgó de un árbol, rompiéndose la cuerda. Después se arrojó a una balsa de donde fue extraído</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El procesado, en su interrogatorio, ha confesado el hecho, diciendo que él y su novia habían acordado matarse porque no les dejaban casarse. Ha insistido en esta manifestación repetidas veces. Luego interrumpió con tanta frecuencia a los testigos de cargo, que por disposición de la Presidencia fue trasladado al calabozo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Los testigos de cargo estuvieron de acuerdo con el procesado en la forma de cometerse el hecho, y los testigos de defensa declararon en favor de Gummá</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La prueba más improtante es la pericial médica, pués los seis peritos, seis forenses y tres especialistas, estuvieron de acuerdo opinando que el procesado tiene insuficiencia mental: su inteligencia es como la de un niño de nueve años.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Terminadas las pruebas, se suspendió la vista para continuarla esta mañana a las diez.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Tanto el fiscal como la defensa modificaron sus conclusiones provisionales.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
La chapuza en este tema no es un atributo exclusivo del hombre. La mujer celosa, agresiva hasta la confusión, también es propensa:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(53) El Pais 03-10-1900 pag 4.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Nos escriben desde Gayá (Barcelona) dándonos cuenta de un crimen pasional, cometido en una casa de campo del referido pueblo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El dueño de la expresada casa ha sido herido gravemente por su esposa, que le infirió varias puñaladas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Una hija de ambos que presenciaba la escena, salió pidiendo auxilio y entonces la agresora temiendo que la prendieran, se arrojó a un pozo del que fue extraida ilesa.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El herido se llama Saturnino Casas y su mujer María Font.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Se dice que los celos fueron el motivo de la agresión.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La edad, y por consiguiente la experiencia en la vida, tampoco evitan las chapuzas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(54) LA VANGUARDIA 12-09-1912 pag. 11</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><u><strong><em>Coruña.</em></strong></u></div><div style="text-align: justify;"><strong><em> A las siete de la mañana en la calle del Progreso se ha desarrollado un crimen pasional. El anciano Ricardo López González dió de puñaladas a la anciana Josefa Rosendo, y le disparó cinco tiros, matándola. El crimen se debe a que el agresor estaba locamente enamorado de la victima, siendo desairado por ésta. El agresor, después de cometido el crimen, se subió al tejado de la casa, arrojándose a la calle y fracturándose la pierna y el brazo derechos, que hubo necesidad de amputarle al llegar al hospital. See cree que fallecerá. El suceso es la comidilla del pueblo, donde el agresor y la muerta eran conocidísimos.</em></strong></div><div style="text-align: justify;">"Estaba locamente enamorado de la victima", y como premio la mata. Qué estaba loco, sin duda alguna, lo de enamorado, queda por demostrar.<br />
<br />
Uno de los crímenes más chapuza que he encontrado, es este, cometido en Barcelona. Con lo calculadores y hábiles que son los catalanes. Me ha desmontado el mito.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(55) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 19-04-1905 pag. 1 </em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>SUCESO TRAGICO</em></strong></div><strong><em>BARCELONA 18. Se reciben nuevos detalles del crimen pasional registrado en Gracia.</em></strong><br />
<strong><em>Don José Oliver Via, abogado y secretario del Juzgado municipal del pueblo de Santa Perpétua de Mogalda, vivía con su esposa, doña Felisa Castillo, argentina de nacimiento. </em></strong><br />
<strong><em>El médico del pueblo, llamado Francisco Berger, la requería de amores, siendo correspondido.</em></strong><br />
<strong><em>Para evitar habladurías, los amantes convinieron ausentarse del pueblo.</em></strong><br />
<strong><em>Doña Felisa tomó el tren, diciendo a su marido iba a Malaga, donde tiene una hermana; pero se detuvo en Barcelona, alquilando un piso en la calle Mayor, de la barriada de Gracia.</em></strong><br />
<strong><em>El médico Berger iba a verla frecuentemente.</em></strong><br />
<strong><em>El marido sospechó, e hizo seguir al médico, averiguando al fin donde se veían los adúlteros. </em></strong><br />
<strong><em>Denunció el hecho a la policía, y acompañado de dos guardias, fue al piso de referencia para sorprender a los culpables in fraganti.</em></strong><br />
<strong><em>Llamaron a la puerta y abrió el médico, que conoció al marido a la luz del farol de sereno.</em></strong><br />
<strong><em>Entonces comenzó una lucha horrorosa.</em></strong><br />
<strong><em>Dícese que el médico comenzó a disparar.</em></strong><br />
<strong><em>El sereno arrojó el farol y huyó.</em></strong><br />
<strong><em>El marido cayó herido en el descansillo de la escalera.</em></strong><br />
<strong><em>La policia, viendo que el agresor esgrimía, además del revolver, un cuhillo, disparó contra él, hiriéndole.</em></strong><br />
<strong><em>El marido y el amante fueron conducidos a la Casa de Socorro.</em></strong><br />
<strong><em>Al llegar a esta falleció el desventurado Oliver.</em></strong><br />
<strong><em>Había recibido del amante, tres balazos, uno en el cráneo y dos en el pecho, y además una tremenda puñalada en la tetilla izquierda.</em></strong><br />
<strong><em>El amante tiene un hombro atravesado por una bala.</em></strong><br />
<strong><em>Uno de los agentes presenta una cuchillada en la manga del uniforme.</em></strong><br />
<strong><em>El juzgado ordenó detuviesen a la adúltera en su mismo domicilio, atendiendo a que cría dos mellizos de pocos meses.</em></strong><br />
<strong><em>El drama a causado profunda impresión.</em></strong><br />
<br />
Todo esto les ocurrió por roñosos. Si se van a tomar unas cañas juntos, sin sereno, ni policia, seguro que acaban de compadres. Traumática la lesión del policía.<br />
<br />
La chapuza en los hechos y en el relato se solapan. Veamos más de este estilo:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(56) LA VANGUARDIA 30-10-1931 Pag. 22</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen Pasional</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Valencia, 29</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La pasada noche en una casa de dormir denominada "La Bombilla", establecida en la calle de Guillen Sorolla, se descubrió un drama pasional. Alrededor de las diez de la mañana del domingo llegaron pidiendo una habitación Francisco Planas Broch, de 38 años, natural de Urgel, hasta hace poco domiciliado en Barcelona y actualmente empleado en la casa de radio Guzman y Eudivigis Salinas Molina, de 18 años, natural de Valencia. El primero al llegar a Valencia se hospedó en casa de Eudivigis, donde conoció a ésta, logrando engañarla. Anoche fue hallado el Planas muerto sobre la cama, en estado de descomposición, y Eudivigis tan gravemente herida en la cabeza que perderá la vista. Parece ser que el amante obligó a su novia a firmar un carta.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La carta ha sido encontrada así como un papel que ella tenía escondido en el que explica haber sido obligada a hacerlo. La familia de Eudivigis se oponía a las relaciones. El sábado al darse cuenta de la desaparición de su hija denunció el hecho al juzgado como rapto.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Difícil conseguir redactar peor un hecho. Hay que leerlo varias veces y aún quedan dudas.<br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(57) EL IMPARCIAL 13-05-1902 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Zaragoza, 13 (12,40 madrugada)</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Doble atentado</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En el zaguán de la casa num. 92 de la calle del Azogue se ha desarrollado un sangriento drama.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Emilio Lobera Puello, de veinte años, empleado de pesador en la Azucarera de Tudela, se hallaba conversando con Manuela Aisa, agraciada joven de la misma edad, con quien estaba en relaciones amorosas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Celoso Lobera, había pedido a su novia la devolución de su retrato y unas cartas, ignorándose la contestación de la muchacha.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Lo que se sabe es que, de pronto, Emilio, sacando un revolver, disparó contra su novia dos tiros.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Esta cayó al suelo, y al verlo Emilio volvió el arma contra sí, haciendose los tres disparos que quedaban en el revolver.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Al ruido de las detonaciones acudieron varios vecinos, que se encontrador a los dos heridos.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Las lesiones de Manuela son leves, por haber resbalado los proyectiles en las ballenas del corsé; pero no así Emilio, a quien han quedado dos de las balas incrustadas en el cráneo.</em></strong><br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(58) EL GLOBO 11-02-1914 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>En el Africa española</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>DE MELILLA</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen pasional.-El Sr. López Roberts</em></strong></div><strong><em>MELILLA 11.- En el barrio Real se desarrolló anoche un crimen, motivado por celos.</em></strong><br />
<strong><em>Vivía desde hace años en dicho barrio el soldado de cuota de la compañia de Telégrafos Narciso Mena, con una bellisima joven, llamada Anastasia Rodriguez.</em></strong><br />
<strong><em>Anastasia se enamoró de otro soldado de Ingenieros, llamado Juan Solá.</em></strong><br />
<strong><em>Advertido Mena de lo que ocurria, salió anoche del cuartel con la carabina oculta bajo el capote y se dirigió a su casa, en la que sorprendió a Juan Solá, que estaba cenando.</em></strong><br />
<strong><em>Ciego de ira, Narciso Mena hizo fuego sobre su compañero, que cayó a tierra moribundo en el umbral de la puerta.</em></strong><br />
<strong><em>Consumado el crimen el agresor se presentó a las auroridades.</em></strong><br />
<strong><em>Juan Solá falleció pocos momentos después.</em></strong><br />
<strong><em>Comunican de Tanger que ha marchado para Sevilla el encargado de Negocios, Sr. López Roberts.</em></strong><br />
<strong><em>La colonia española y el elemento israelita acudieron al muelle, tributándole una cariñosa manifestación de simpatía.</em></strong><br />
<br />
Todos sabemos que el papel vale dinero. Pero no me parece argumento suficientemente consistente para mezclar dos noticias en un mismo titular.</div></div><div style="text-align: justify;"><br />
El colmo de relato chapuza es el siguiente:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(59) EL IMPARCIAL 22-11-1904 pag. 3</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Asesinato de una jove y suicidio del agresor</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Zaragoza 20 (8,40 noche)</em></strong></div><strong><em>Esta noche a las ocho se ha cometido un crimen en la calle Democracia, antigua de Predicadores.</em></strong><br />
<strong><em>A esa hora, Orencio Cellalbo, de ventisiete años de edad, viudo y dueño de la tienda de piedras falsas y diamantes americanos titulada "El Rubí", situada en la calle del Coso (casa llamada de las Balsas), se presentó en la de la Democracia, número 47 (antigua de la Democracia), donde habitaba Fernandina Tapia, bellísima joven de dieciocho años, dependiente de la tienda de Cellalbo.</em></strong><br />
<strong><em>Esté preguntó a la madre de la joven, que expende leche en el patio de su casa, si estaba su hija, y como le contestara afirmativamente, subíó al piso cuarto, que era donde Fernandina vivía.</em></strong><br />
<strong><em>Lo que ocurrió después se ignora.</em></strong><br />
<strong><em>La versión pública más verosimil asegura que el comerciante exigió de Fernandina favores que ésta se nego a otorgarle, lo que, exasperando a Cellalbo, le llevó a empeñarse con la joven en una lucha desesperada.</em></strong><br />
<strong><em>En ella acabó por sacar del bolsillo un revolver Smith, del que disparó un tiro sobre Fernandina, a la que penetró el proyectil en la región mamaria izquierda cerca del corazón.</em></strong><br />
<strong><em>Acto seguido Cellalbo volvió el arma contra sí y se hizo otro disparo en la sien derecha, quedando muerto en el acto.</em></strong><br />
<strong><em>A la doble detonación acudieron la madre y un hermano de Fernandina, encontrándose a la desgraciada joven tendida en la cama y el cadaver de Cellalbo sobre su mantón.</em></strong><br />
<strong><em>Los guardias, que no tardaron en llegar, condujeron a Fernandina al hospital en estado agónico. </em></strong><br />
<strong><em>Cuando llegó el juzgado, ya la calle estaba invadida por la gente, por ser aquel barrio uno de los más populosos de Zaragoza y ser la víctima muy conocida por su popular belleza.</em></strong><br />
<strong><em>La tienda de Collalbo, en que estaba la desdichada Fernandina, había quebrado recientemente</em>.</strong><br />
<br />
El magnífico reportero ha contado todas las circunstancias que no interesan a nadie, ni vienen a cuenta. El móvil y la descripción del hecho "se ignora", pero lo ha contado. Se ha inventado lo que ha querido. !Vaya morro¡.</div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-13110126402975545872011-02-12T02:47:00.000-08:002011-04-01T00:56:00.787-07:006 Nuestros vecinos<div style="text-align: justify;">Era tradicción, en este pais de porteras, pasarnos el día viendo lo que hacían nuestros vecinos (hablo en pasado porque, tanto para mal como para bien, las nuevas generaciones pasan del vecino y de todo dios olímpicamente). Del estrecho marcaje al prójimo, surgian las criticas innecesarias, las envidias, las descalificaciones gratuitas, y alguna vez algo bueno, una pizca de comprensión, solidaridad o ayuda mutua.</div><div style="text-align: justify;">La prensa española era el vivo reflejo de la sociedad del momento. Los profesionales leían los periódicos extranjeros y si encontraban algo para despellejar al francés, o al inglés de turno, raudos lo públicaban. En nuestro caso concreto, los crímenes pasionales recogidos del extranjero son espectaculares, en general glamurosos, y en algunos casos inverosímiles. Total como tú no lees la prensa extranjera, porque no tienes ni jodida idea de francais, me invento lo que quiera. Para colmo, si cabía la posibilidad, el periodista o comentarista aprovechaba la ocasión para meter una pulla contra las costumbres, ideologias, etc, del pais vecino e incluso amigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
Vamos a empezar este recorrido por <strong>París</strong>. La ciudad que se puede contemplar desde el Sena en un barquito, la de los puentes románticos con niebla, de la bicyclette y el automobile, del glamour, de la belle epoque...¡Cómo no! Los crímenes pasionales tienen que ser diferentes, muy distintos a los que tienen lugar, por ejemplo, en un Madrid de corrales, tascas y tabernas, de brutos con la faca preparada para cargarse a quien mire los rulos a su hembra. No hay color.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(60) ABC 31-01-1914 pag. 8</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>DE ARTE Y DE ARTISTAS</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>UN DRAMA REAL</em></strong></div><strong><em>El telégrafo ha dado cuenta de un crimen pasional desarrollado en Paris en la calle de Rivoli, una de las más centricas, y del cual drama han sido actores reales dos artistas del teatro de Sarah Bernhadt.</em></strong><br />
<strong><em>El es Paúl Guidé, actor muy estimable, joven, de arrogante figura, y ella Luisa Laurent, joven también, bella, enamorada de Paúl.</em></strong><br />
<strong><em>Ambos salieron del teatro, donde el acababa de hacer el papel de unos de los abogados de la comedia "Jeanne Dore", y llevaba del brazo a su apasionada amiga. Una querella de celos estalló entre los dos jóvenes artistas.</em></strong><br />
<strong><em>De pronto, Paúl se apartó de Luisa y llamó al mecánico de un taxi para que pusiese el coche a su disposición.</em></strong><br />
<strong><em>Luisa no vaciló un instante. Sacó de un bolsillo de terciopelo que llevaba colgado de su muñeca izquierda un pequeño revólver y disparó contra su amante los cinco tiros del arma.</em></strong><br />
<strong><em>El infeliz caýo gravemente herido en brazos de un guardia de paz.</em></strong><br />
<strong><em>Luisa se entregó sin resistencia a la Policia, y cuando compadeció ante el juez manifestó tranquilamente:</em></strong><br />
<strong><em>-Soy actriz; he representado muchos dramas en el teatro; pero este que acabo de representar en la calle de Rivoli es la obra de una mujer enamorada y celosa. En materia de amor, todas las mujeres que saben sentir son tambien actrices y autoras.</em></strong><br />
<br />
¿Qué la respondería el juez?<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong> (61) <em>LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 24-05-1910 pag. 3</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>DRAMA DE FAMILIA</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Las mujeres que matan</em></strong></div><strong><em>Paris. Una vendedora del mercado, llamada Catalina, ha ingresado en la cárcel por haber matado a su marido.</em></strong><br />
<strong><em>Este crimen pasional reviste caracteres excepcionales, que han producido honda impresión apenas ha publicado la Prensa el interesante relato.</em></strong><br />
<strong><em>Pocos dramas tan emocionantes como la historia de Catalina Rinck. La vida ha superado en este caso a cuanto puedan imaginar los dramaturgos efectistas.</em></strong><br />
<strong><em>Cuando Catalina era muy joven conocio a los dos hermonos Rinck y se vio cortejada por ambos jutamente.</em></strong><br />
<strong><em>La hermosa prefirió al mayor de los hermanos, y se caso con él.</em></strong><br />
<strong><em>El desairado no abandonó, sin embargo, sus locas pretensiones, y perseguía constantemente a su amada, aún después de haberse convertido en su hermana política.</em></strong><br />
<strong><em>La vida de Catalina, mientras vivió su primer marido, fue un infierno. Su esposo la amaba, y con él pudiera haber hubiera podido ser dichosa; pero el asedio incesante de su cuñado la tenía en constante intranquilidad. Por miedo a producirse un drama sangriente, Catalina callaba siempre, y el hermano mayor nunca supo la deslealtad del hermano pequeño. Así pasaron muchos años, y es fácil imaginar cuales serían los tormentos de Catalina, siempre honrada.</em></strong><br />
<strong><em>Muerto el marido, Alfredo Rinck fingió tal dolor y arrepentimiento, y su amor parecía haberse purificado de tal suerte, que al fin Catalina, compadecida de el, consintió en ser su esposa.</em></strong><br />
<strong><em>Del primer matrimonio había quedado un hijo, y éste era el obstáculo que durante algún tiempo ponía la viuda para volver a casarse.</em></strong><br />
<strong><em>Alfredo supo atraerse habilmente el afecto del niño, y así triunfó de toda resistencia.</em></strong><br />
<strong><em>Pero apenas se vio Alfredo unido en matrimonio con su cuñada, la simulada pasión por el niño se trocó en franca antipatía y aún en brutalidad.</em></strong><br />
<strong><em>Para la probre mujer comenzó una nueva vida dramática y dolorosa: la lucha entre su amor de esposa y su amor de madre.</em></strong><br />
<strong><em>Al cabo, sobrevinieron en el matrimonio graves discusiones por este motivo. Catalina sufría, su belleza fue disipándose, y su segundo marido la dio una vida horrible.</em></strong><br />
<strong><em>Se emborrachaba a diario, golpeaba a su mujer, no proveia debidamente a las necesidades pecunarias del hogar. Aquella vida se hacia intolerable.</em></strong><br />
<strong><em>El niño, por su parte, creció hipocondríaco y raquitico, para ser tan desgraciado como su madre. </em></strong><br />
<strong><em>Se casó el hijo, y no tuvo suerte en la elección de esposa. Eligió a una mujer frívola, hipócrita y casquivana. </em></strong><br />
<strong><em>El hijo de Catalina enfermó del pecho. Su madre que le adoraba, no quiso separarse de él, y vivieron juntos los dos matrimonios.</em></strong><br />
<strong><em>Como antiguamente había tratado Alfredo de robarle la mujer a su hermano, lanzose pronto cinicamente a la conquista de la mujer de su sobrino. Y como Catalina había tenido que preocuparse que su primer esposo no se enterease de la vileza, tuvo ahora que cuidar de impedir que su hijo no se informará de su deshonor.</em></strong><br />
<strong><em>Porque conviene advertir que, para colmo de desventuras, la nuera de Catalina no tardó en rendirse a las seducciones del viejo verde.</em></strong><br />
<strong><em>Finalmente, Alfredo Rinck se ha encerrado con su mujer y le manifestado con el mayor cinismo el siguiente proyecto:</em></strong><br />
<strong><em>- Marta me quiere y yo a ella. El único obstáculo para nuestro amor era tu hijo; pero los médicos me han dicho que está tan grave, que ya sólo puede durar unos pocos días. Estos días te doy de plazo. En cuanto tu hijo expire, disponte a abandonar para siempre esta casa, porque yo estoy resuelto a vivir a solas con Marta, sin que nadie estorbe nuestro amor.</em></strong><br />
<strong><em>A estas infames proposiciones contestó Catalina con noble indignación.</em></strong><br />
<strong><em>El marido entonces, lejos de avergonzarse, la amenazó con violencia, y aún añadió su propósito de plantear al hijo de Catalina la cuestión con la misma rudeza.</em></strong><br />
<strong><em>Catalina entonces no pudo refrenarse más, y empuñando un revolver disparó dos tiros a su marido, que cayó al suelo bañado en sangre.</em></strong><br />
<strong><em>Inmediatamente la agresora se dirigió a la Comisaria, confesando espontaneamente su delito, y añadiendo el terrible relato de su accidentada y dolorosa existencia.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">En la prensa de París es habitual que la despechada sea la amante, no la mujer legal. Bueno, sino es habitual, eso parece, como que todo el mundo tuviese amante.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: center;"><br />
<strong><em>(62) LA ÉPOCA 03-07-1900 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen pasional en París</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La Prensa de París da cuenta de un dramático suceso ocurrido el domingo último en la calle Vaugirard, y que ha producido gran sensación en la capital por la calidad de las personas que han intervenido en el mismo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Hace algún tiempo fue a vivir con los esposos X.., que habitan en la calle de Oberkampf, Mlle. Alejandrina G., hermana de la dueña de la casa.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>A las pocas semanas notó la señora X...que las atenciones de su esposo para la señorita Alejandrina eran extraordinarias, y desde luego superiores a lo que exige un parentesco espiritual.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Puesta sobre aviso, descubrió que ambos sostenían relaciones ilícitas, viniendo a confirmar su triste hallazgo el hecho de desaparecer los culpables de de la calle Oberkampf, sin dejar el menor rastro de su paradero.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La esposa burlada puso en conocimiento de la Policia la fuga de su marido y de su hermana; pero las pesquisas realizadas no dieron el menor resultado.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Cuando Mme. X...empezaba a consolarse de su viudez accidental reaparece el marido e implora el perdón de su falta, declarando que sus relaciones con Alejandrina han quedado terminadas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Así era, en efecto; pero la abandonada amante no se resignaba a la pérdidad del versatil Mr X..., y viendo que este se negaba a reaundar las relaciones decidió vengarse.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El domingo salia Mr. X... de una casa de la calle Vaugirard; en la puerta le esperaba Mlle. Alejandrina, resuleta a todo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Entablose un breve diálogo, y ante una última negativa de Mr. X... a volver a vivir con ella, Mlle. Alejandrina le disparó dos tiros de revólver, hiriéndole gravemente en el cuello.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El agredido es un ingeniero muy conocido en París. </em></strong><br />
<strong><em>La autora del crimen era muy notada, por su excepcional belleza, en todas las fiestas del gran mundo parisien.</em></strong><br />
<br />
Aquí no cabe la vulgaridad, y como no hay dos sin tres veamos un nuevo crimen glamuroso:<br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: center;"><strong><em>(63) HERALDO DE MADRID 15-12-1912 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un drama a tiros con su amante<br />
París 14</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Los periódicos de hoy relatan un crimen cometido ayer, y del que fueron protagonistas dos personas muy conocidas de la alta sociedad parisina.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Monsieur Waltes de Munn, co-director de una casa champagnes, hermano del dueño de una célebre cuadra de caballos de carreras, tenía por amante a Mme. de Barnes, de nacionalidad americana, y como llegara a oídos de esta señora que él se proponía romper las relaciones, ayer, armándose de un revólver, disparó dos tiros contra Mr. Waltes, hiriéndole gravemente en el epigastrio y en el pulmón derecho.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La familia del herido no dio parte al Juzgado para evitar el escándolo, exigiendo sólo que la agresora abandonase París, como así lo hizo anoche mismo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La noticia fue, sin embargo, conocida por el juez, que abrió en seguida sumario.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Más detalles de un crimen</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>París 14</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Como ampliación del telegrama anterior puede añadirse que de las investigaciones practicadas por el juez parece resultar que madame Barnes antes de disparar contra su amante M. Waltes, había sido herida por éste de dos tiros de revólver que descargó durante la riña.</em></strong><br />
<strong><em>Dicese que el estado que el estado de aquella es también grave.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"> !Abandona París inmediatemente¡, eso si que es un castigo, mucho más duro que la cárcel. <br />
Pero en alguna ocasión en móvil del crimen es la venganza pura y dura, como en España:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(64) EL IMPARCIAL 27-11-1901 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>En Paris</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>El crimen de la plaza de la Opera</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>VENGANZA DE UN MARIDO</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Paris, 26 (10 noche)</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un hombre muerto.-Una mujer herida</em></strong></div><strong><em>La plaza de la Opera, el centro más concurrido de Paris, ha sido teatro esta mañana de una crimen pasional, que ha producido honda impresión en el público.</em></strong><br />
<strong><em>El suceso ha ocurrido de la siguiente forma, según se ha podido averiguar:</em></strong><br />
<strong><em>El coche de punto número 8.181 había tomado frente al número 82 del boulevard de Batignolles un caballero y una señora, los cuales dieron al cochero orden de conducirlos a la rue de Pont-Neuf.</em></strong><br />
<strong><em>El cochero ha manifestado, que a poco de echar a andar, notó que un sujeto corría detrás del coche.</em></strong><br />
<strong><em>En la plaza de la Opera y en el ángulo del boulevard de Capucines, el agente alli de servicio para hacer que los carruajes guarden orden en su marcha, levantó su bastón que es la señal para que se detengan los vehículos y el público pueda pasar de un lado a otro.</em></strong><br />
<strong><em>En aquel momento el hombre que seguía al coche llegó a éste y abrió la portezuela, disparando cuatro tiros de revolver.</em></strong><br />
<strong><em>Dos personas que ocupaban el carruaje cayeron al suelo bañadas en sangre.</em></strong><br />
<strong><em>El sujeto que había hecho los disparos permaneció de pie, con el revolver en la mano, y sin que opusiera resistencia un agente lo detuvo, conduciéndolo al puesto de policia de la Opera.</em></strong><br />
<strong><em>El detenido dijo:</em></strong><br />
<strong><em>- Me he vengado en mi mujer y en su amante.</em></strong><br />
<strong><em>Otros agentes levantaron del suelo al hombre agredido, que ya estaba muerto, y llevaron a la mujer a la farmacia del número 14 de la Rue de la Paix, donde fue curada de primera intención.</em></strong><br />
<strong><em>Después fue conducida en un coche de las ambulancias al hospital de la Caridad, donde fue admitida con urgencia, por hallarse en estado grave.</em></strong><br />
<strong><em>El matador es un empleado de comercio, llamado Alejandro Thoun. Tiene treinta años y va mal vestido. teine tres hijos.</em></strong><br />
<strong><em>Ha declarado que hace tres meses sorprendió a su mujer en flagrante delito de adulterio y que la perdonó, añadiendo que la mujer le prometió enmendarse, pero que faltó a su palabra, y de Mans, donde residían, se vino a Paris con su amante, instalándose juntos en el pasaje Geoffroy-Didelot, número 5.</em></strong><br />
<strong><em>Ha dicho, por último Alejandro, que desde hace días acechaba a los amantes y que esta mañana los vio subir al coche, los siguió y disparó contra ellos cuatro tiros de revolver cuando pudo alcanzarlos.</em></strong><br />
<strong><em>La mujer se llama Ernestina Come. Se casó hace diez años.</em></strong><br />
<strong><em>Está gravísima y se cree morirá de un momento a otro.</em></strong><br />
<strong><em>Su amante se llamaba Blandin, teníareinta años y era panadero.</em></strong><br />
<strong><em>Por las circunstancias y el lugar en que ha ocurridoeste crimen ha causado gran sensación en Paris.</em></strong><br />
<br />
Veamos que pasó por el resto de Europa. <br />
<br />
De <strong>Alemania</strong> las noticias son cortas y concretas:</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: center;"><br />
<strong><em>(65) LA ÉPOCA 16-01-1907 pag.1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>LUBECK 15. Una señorita llamada Schultz, ha herido mortalmente, de un disparo de revólver, a monsieur Shiller, director de Banco de Comercio y miembro del Reichstag, suicidándose acto seguido.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Se cree que ha sido impulsada por motivos de carácter íntimo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><em></em></div><div style="text-align: center;"><em><br />
</em><br />
<strong><em>(66) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 27-03-1909 pag. 7</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>BERLIN. De Bostock comunican que se ha cometido un crimen que ha producido penosa impresion.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La víctima ha sido la hermosa cantante de ópera señorita Barthold.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El crimen tuvo por móvil la venganza de otra cantante, la señorita Zobel.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Dícese que ésta última se hallaba en relaciones íntimas con un joven, representante de una gran casa comercial de Berlín.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ambos enamorados vivieron felizmente durante algunos años en París; pero el joven comenzó a monstarse indiferente con la señorita Zobel, y poco a poco fue extinguiéndose su felicidad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La señorita Zobel vio alejarse de su lado a su antiguo enamorado, seducido por los encantos de la otra rival, la señorita Barthold.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Desde entonces ambas artistas se declararon irreconciliables, y pusieron en juego todos sus recursos femeninos para triunfar.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La señorita Barthold fue más afortunada, consiguiendo enamorar tan locamente al joven, que éste rompió definitivamente con su antigua amante para casarse con la que había logrado inspirarle su nueva pasión.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La señorita Zobel, víctima del desengaño juro vengarse, y hoy a cumplido el juramente dando muerte a su rival.</em></strong><br />
<br />
En<strong> Italia</strong> son latinos de sangre caliente:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(67) ABC 15-07-1975 pag. 85</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>NAPOLES</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>INTENTA CORTAR LA NARIZ A SU MARIDO POR CELOS</em></strong></div><strong><em>Nápoles (Italia), 14 . A causa de los celos Amalia Rizzo, de treinta y cinco años, intentó anoche cortar la nariz a su marido, alguacil Antonio Lama, de cuarenta años, con unas tijeras de grandes dimensiones, mientras dormía.</em></strong><br />
<strong><em>Antonio Lama se despertó al sentir el corte, evitando así que la celosa esposa concluyese su acción. Amalia Rizzo huyó inmediatamente y la policía no ha logrado aún dar con su paradero. Mientras tanto, la víctima ha sido hospitalizada, con un profundo corte, pero los médicos han asegurado que no perderá su apéndice nasal.</em></strong><br />
<br />
Si pensaba que le era infiel ¿Por qué no le cortó otra cosa?<br />
<br />
En <strong>Portugal</strong>, tambien se les calentaba, y seguro se les sigue calentando, la sange:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(68) El Liberal 28-06-1901 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN POR CELOS</em></strong></div><strong><em>Lisboa 26</em></strong><br />
<strong><em>(Recibido el 27)</em></strong><br />
<strong><em>La pintora portuguesa Josefa Greno ha dado muerte a su esposo Adolfo Greno.</em></strong><br />
<strong><em>El crimen lo realizó disparando sobre su marido cuatro tiros de revólver.</em></strong><br />
<strong><em>Se atribuye el dolito a un rapto de celos.</em></strong><br />
<em><br />
</em><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(69) LA LIBERTAD 26-08-1932 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un crimen pasional</em></strong></div><strong><em>LISBOA 25 Comunican de Chaves que se ha cometido un crimen bastante novelesco.</em></strong><br />
<strong><em>La familia de Santos Gavao tenía desde chico a un tal Antonio, que se crio al mismo tiempo que la hija de la familia, por ser de igual edad.</em></strong><br />
<strong><em>Pasados los años, la amistad entre los mozalbetes se transformó en verdadero cariño, y, como consecuencia, la joven quedó encinta.</em></strong><br />
<strong><em>Con el fin de ocultar lo ocurrido, la joven aceptó las relaciones con un joven, rico, llamado Gundes López, y se concertó el matrimonio civil.</em></strong><br />
<strong><em>La víspera del enlace católico, al disponerse a salir de casa el marido, recibió cinco tiros, que le disparó el criado, muriendo en el acto.</em></strong><br />
<strong><em>Durante quince días, a pesar de las averiguaciones de las autoridades, no se ha podido dar con el paradero del agresor.</em></strong><br />
<strong><em>En vista de ello, se avisó a la policia de Lisboa, y ésta, después de realizar algunas pesquisas, ha conseguido detener al criminal, que cuenta dieciocho años, y, en unión de su complice, ha ingresado en la cárcel.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Al otro lado del charco, en América, ¿cómo andaba el tema?. Pues parecido. Empezemos por la gran manzana, donde sin duda tuvieron lugar crímenes espectaculares:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(70) LA VOZ 27-11-1934 pag.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>DOBLE CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un estudiante seminarista mata a su mujer y a un capellán en la habitación de un hotel</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Hacía diecisiete días que había contraído matrimonio</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>NUEVA YORK 27 (10m).- El estudiante Harry Steinmezt, joven de veintidos años de edad, judío converso y alumno de estúdios teológicos en el seminario de Los Angeles, ha matado a su mujer, Ruht, de diecisiete años, y al reverendo John Leonard, de cuarenta años, capellán del asilo de ancianos de Larruceville. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El lugar del crimen ha sido la habitación de un hotel, en la que se encontraban Ruht y el reverendo John Leonard.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Harry Steinmezt, que había contraido matrimonio con Ruht hacia diecisiete días, ha declarado que él y su mujer fueron a un restaurante con el sacerdote, y regresaron después a sus respectivas residencias. Posteriormente, su mujer salió de casa, y él la siguió, y vio que entraba en la habitación ocupada por el cura. " Cuando abrí la habitación y me encontre a mi mujer allí, no supe lo que me sucedía. No recuerdo nada de lo que sucedió después. Todo lo vi rojo".</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Parece que Steinmezt había bebido en abundancia</em>.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No tiene pérdida. Empezaré por reflexiones básicas:</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué se convirtió el judío? Con lo bien que estaba él en su sinagoga, con su rabino, ¡qué siempre es un viejito con barba¡ , para que no te la juegue con tú mujer.</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué pinta un seminarista casándose? Primero te ordenas de sacerdote, con tu coronilla, como debe ser. Luego Dios dirá.</div><div style="text-align: justify;">- Encuentras a tu mujer inclinada delante de un cura: ¿Quien te dice que no esta confesándose?, o ¿cumpliendo una penitencia?.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(71) EL GLOBO 29-06-1906 pag.2 </em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em> Un crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>El homicida Tiocu</em></strong></div><strong><em>Telegramas de Nueva York comunican nuevos detalles del asesinato del arquitecto millonario Mr. Whitte, cometido por el millonario Mr. Tiocu, que tan enorme impresión ha causado en los Estados Unidos, por las condiciones en que se ha verificado y por la calidad de los protagonistas de la tragedia.</em></strong><br />
<strong><em>Los periódicos publican detalles emocionantes del crimen de Madison Square.</em></strong><br />
<strong><em>El arquitecto asesinado, además de ser conocido por ser el autor de los mas espléndidos edificios de Nueva York no lo era menos por la licenciosa vida que llevaba, pues era gran protector de las actrices, bailarinas y coristas de los teatros de la gran ciudad americana. </em></strong><br />
<strong><em>Tenía cincuenta y tres años y estaba casado, a pesar de los cual era extremadamente mujeriego, contándose de él las más escabrosas aventuras. </em></strong><br />
<strong><em>Su matador, Mr. Tiocu, tiene treinta y seis años, derrochando su inmensa fortuna en una vida de placeres y fastuosidades de todas clases.</em></strong><br />
<strong><em>En París dio hace diez años una comida que le costó 250.000 francos, a la cual asistieron las más célebres demi-mondaines y lo más notable del París que se divierte.</em></strong><br />
<strong><em>Hace tiempo que el arquitecto Whitte conoció a la modelo de pintor Evelia Nesbit, seduciéndola y lanzándola al teatro.</em></strong><br />
<strong><em>No tardo Whitte en cansarse de su protegida, abandonándola al poco tiempo.</em></strong><br />
<strong><em>Mister Tiocu conoció en Londres a la bella Evelia, casándose con ella en secreto, pués su familia se oponía a semejante matrimonio.</em></strong><br />
<strong><em>Los recién casados recorrieron en automóvil toda Europa, marchando luego a Pittbourg, donde se casaron publicamente.</em></strong><br />
<strong><em>Hace pocos meses, los esposos Tiocu estaban un día almorzando en el hote Rits, cuando en una mesa vecina vio Evelia a Mr. Whitte que estaba comiendo tranquilamente, inmutandose tanto a la vista de un seductor, que tuvo que retirarse indispuesta a sus habitaciones, contando, anegada en llanto, a su marido, su tormentoso pasado.</em></strong><br />
<strong><em>Tiocu, sospechando que Whitte había ido a París en persecución de su esposa, le buscó por todas partes, sin conseguir encontarle, jurándose entonces matarle en dondequiera que le encontrase.</em></strong><br />
<strong><em>La misma familia de Tiocu afirma que la hermosa Evelia no dio ocasion, de casad, a la maledicencida, observando una conducta verdaderamente ejemplar. El matrimonio tiene un hijo.</em></strong><br />
<strong><em>El matador de White ocupa una celda vulgar en la Carcel de Nueva York, estando sometido al régimen penitenciario común a los homicidas vulgares.</em></strong><br />
<strong><em>Según las leyes americanas, su delito esta castigado con la pena capital. Solicitan la defensa de Tiocu los mas ilustres abogados de los Estados Unidos.</em></strong><br />
<strong><em>El Director de la Cárcel ha restringido mucho las visitas que se hacen al recinto, no permitiéndose más que las de unos pocos amigos y periodistas. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" style="text-align: justify;">Inevitablemente, en <strong>Sudamerica</strong>, los crímenes pasionales tienen tintes de "culebrón":<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(72) ABC 15-07-1975 pag. 84</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>POLIGAMO DESCUBIERTO Y MUERTO POS SU SEPTIMA MUJER</em></strong></div><strong><em>Mendoza (Argentina), 14. Murió después de recibir a pecho descubierto la carga de un "cold" accionado por su séptima esposa.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><div align="justify"><strong><em>El crimen pasional se cometió anoche. La víctima fue Alejo Milamich, argentino de cincuenta y un años; la delincuente, Isabel Sanchez, de cuarenta y ocho; el escenario una finca en la localidad de Las Heras.</em></strong></div><div align="justify"><strong><em>Las andanzas galantes del irredento "Don Juan" le habían llevado a contraer matrimonio con otras seis mujeres, los nombres de las cuales no han sido facilitados por la Policia.</em></strong></div><div align="justify"><strong><em>La intensa vida amatori de Milamich le obligaba a una continuo trasiego de un lado a otro siempre tratando de "atender" en todos los sentidos... a sus múltiples consortes y procurando que ninguna de ellas se enterara de que "no era la única".</em></strong></div><div align="justify"><strong><em>Sus constantes y precipitados desplazamientos llamaron la atención de la "última" - de momento-, quien un buen dí, aguijoneada por los celos, se convirtió en detective y comenzó a seguir a su fiel "Romeo", y al descubrir la terrible verdad, sin darle tiempo a esgrimir una coartada, le descerrajó a quemarropa seis tiros de revolver, cuatro de los cuales alcanzaron al polígamo en pleno pecho, quien murió casi en el acto.</em></strong></div><div align="justify"><strong><em>Un cortejo de acongojadas viudas se dio cita en el velatorio del exhaustivo amador.</em></strong></div><br />
<br />
<strong><em>(73) CARAS Y CARETAS 02-12-1911 pag. 99 </em></strong></div><strong><em>Ha sido comentado en Montevideo, un crimen pasional de antecedentes poco comunes, en el que una mujer, causante por su infidelidad, del suicidio de su marido, viene a pagar, en compañia de su amante, su antigua culpa, después de once años de cometerla.</em></strong><br />
<strong><em>Existe luego la circunstancia de que el amante, era sobrino del suicida, quien le había llevado confiadamente a su hogar; y por fin, que es una hija del marido ultrajado, la que haciendo arrojar de la casa al hombre que ocupaba el lugar de su padre, provoca el sangriento desenlace del viejo drama del hogar. El tema necesario, en una palabra, trasladados los personajes a un sombrio castillo de la Edad Media, para un cuento espeluznante de Erkmann Chatrian. El nombre del suicidad, Juan Villeras; el de su mujer, Graciana Barú; el de su hija, Cecilia, y el del sobrino, Pedro Villeras. Arrojado ahora éste de la casa, según dijimos, merced a la intervención de Cecilia, y no logrando hacer que su amante volviese de su acuerdo, la mató a tiros de revólver, suicidándose inmediatamente.</em></strong><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEXXrekgfxG6W5uOBz7uuZVeIJwq-9Pasrbl8vjotLYF_sekl0sE4QEuQbH8Z2p9XYuY9HXGC88QfyoQ7DB33t1UmyHw0ArYzgiLM9iIcu7V-6_WsqTGZ03i_mf0hQOYLT_er2-PTvNnCH/s1600/Montevideo.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="170" q6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEXXrekgfxG6W5uOBz7uuZVeIJwq-9Pasrbl8vjotLYF_sekl0sE4QEuQbH8Z2p9XYuY9HXGC88QfyoQ7DB33t1UmyHw0ArYzgiLM9iIcu7V-6_WsqTGZ03i_mf0hQOYLT_er2-PTvNnCH/s400/Montevideo.JPG" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(74) ABC 03-06-1975 pag. 93</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>ARGENTINA: CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>MATO A SU PATRON, UN ESPAÑOL, PORQUE SE OPONIA A LAS RELACIONES CON SU HIJA</em></strong></div><strong><em>Buenos Aires, 2. Un joven panadero boliviano de dieciseis años dio muerte a tiros al patrón porque se oponía a las relaciones con su hija, también de dieciseis años, hiriendo también a la madre de ésta.</em></strong><br />
<strong><em>La víctima fue identificada como Angel Rodriguez, español, y el homicida, detenido poco después, confesó su culpabilidad en el trágico episodio.</em></strong><br />
<strong><em>Cuando la familia Rodriguez se disponía a cenar, el joven sacó un revolver del bolsillo y disparó a quemarropa contra su patrón, produciéndole la muerte.</em></strong><br />
<strong><em>La esposa de la víctima, María García de Rodriguez,recibió también un balazo en el abdomen, pero tuvo fuerzas para lanzarse contra el joven y arrebatarle el arma.</em></strong></div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-29022387601531764292011-02-12T02:45:00.001-08:002011-04-04T14:17:29.767-07:007 Protagonista el narrador<div style="text-align: center;"><div align="justify">Hay muchos casos en que lo mas destacable del relato es el narrador; los protagonistas carecen de interés. Un redactor o periodista hábil, capaz de montar una novela o un drama sobre una noticia más bien vulgar, cutre o falta de datos. Una veces, el redactor de la noticia acude a utilizar recursos dramáticos para llamar la atención, incluido el titulo principal o secundario; en otras ocasiones, se extiende en la descripción de los detalles que no tienen importancia alguna; en muchas, se nota que se inventan, o suponen, conversaciones o hechos que no conocen. En casos extremos, al lector le asalta la duda de que el redactor cobraba por palabras, líneas, y alargaba artificialmente la noticia. <br />
Muy interesante observar la evolución en el lenguaje que manejaron los periodistas; si se llamaban así estos profesionales, si es que eran profesionales. Es probable que alguno de ellos fuese un simple corresponsal aficionado, y que "su paga" fuese una subcripción anual al períódico de sus amores.<br />
Todo esto no es malo. Muestra las formas de expresión popular. En algún caso tienen la virtud de hacer reir al lector.<br />
El auténtico protagonista de este capítulo, sin lugar a dudas, será: <strong>el narrador</strong>.<br />
Veamos algunos ejemplos:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(75) EL IMPARCIAL 15-03-1902 Pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>OTRO CRIMEN EN VALENCIA</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Una labradora asesinada</em></strong></div><strong><em>Cuando aún no se ha borrado la dolorosa impresión del crimen pasional cometido anteayer, esta mañana se ha perpetrado un nuevo y brutal delito.</em></strong><br />
<strong><em>Entre el pueblo de Alboraya y el penal de San Miguel de los Reyes existe una pequeña alquería llamada del Soll en la que vivía en unión de su padre y su madrastra la agraciada joven Teresa Balaguer Marco, de veintiocho años, que se dedicaba a la venta de hortalizas en el mercado de Valencia.</em></strong><br />
<strong><em>La muchacha que estaba para casarse con un labrador pobre como ella, ha sido encontrada hoy muerta en un ribazo con una profunda herida en el cuello y varias erosiones en brazos y manos.</em></strong><br />
<strong><em>Teresa, que era uno de los más hermosos tipos de labradora valenciana, tenía inmejorables antecedentes; haciendo todos los indicios creer que ha muerto por defender su honra.</em></strong><br />
<strong><em>El juzgado ha dispuesto el traslado del cadaver al depósito de los Desamparados y ha comenzado a practicar las oportunas diligencias. </em></strong><br />
<strong><em>El autor del crimen no ha sido capturado aún.</em></strong><br />
<br />
"Uno de los más hermosos tipos de labradora valenciana", ¿se confundió y se refería a las narajas?. Si le pilla una feministad de hoy, le deja a él el tipo fino.<br />
"Estaba para casarse con un labrador pobre como ella" , el periodista nos ha salido clasista, ¡el jodido!. </div><div align="justify"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(76) HERALDO DE MADRID 09-12-1927 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>"¡O MIA, O DE NADIE¡"</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>En el puente de los Ladrones un muchacho,</em></strong><br />
<strong><em> enloquecido por los celos, apuñala a su novia</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>La muchacha se encuentra en grave estado en el Hospital Provincial</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>He aquí el caso típico de crimen pasional, que, por fortuna, hizo crisis hace ya mucho tiempo. Estos casos, cuando se producen, dan la sensación de residuos atávicos de la época romántica.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>-.-</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Antonio Sanchez Gallego, de dieciocho años de edad, que vive en la calle de Antonio López, numero 33, y Piedad Soler Hernandez, de diecisiete años, con domiclio en la calle de Ballúnez, del barrio de Pablo Jimenez (Carabanchel Bajo), se conocieron hace nueve años, cuando eran unos niños.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ella vivía entonces en la calle de Antonio López, a donde fue a instalarse con su familia por aquella época Antonio.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Durante algún tiempo Antonio y Piedad fueron simplemente, amigos, y juntos jugaron y cometieron las consiguientes travesuras infantiles.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>A los doce años, los niños se sintieron, un poco prematuramente sin duda, personas mayores.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Un día, Antonio dijo a Piedad:</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>-Soy ya un hombre y tú eres una mujercita muy adorable. ¿Quieres que seamos novios?</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y lo fueron.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero Antonio pretendió un día dar un beso a Piedad, y ésta, no solo le rechazó indignada, sino que cortó con el amigo de la infancia toda clase de relaciones.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Piedad cambió de domicilio poco después, y como ausencias causan olvido, diga lo que quiera el tenor de "Marina", Antonio no volvió a acordarse de Piedad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero transcurre el tiempo, pasan los años, y una mañanita de mayo, del mes de mayo último, Antonio y Piedad se encontaron en la calle, recordaron sus antiguas relaciones, rotas apenas iniciadas por el atrevimiento del galán, y como donde hubo fuego siempre queda algún rescoldito, la llama brotó de nuevo y a punto estuvieron de abrasarse en ella.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Antonio era muy celoso y con frecuencia, por esta sola causa, regañaban los mozos; pero al cabo de unos días de apartamiento, volvian a las andadas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ahora llevaban una temporadita enfadados y aún parece que entre los novios se había interpuesto otro hombrecito.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><em> -.-</em></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Días pasados Antonio esperó en la carretera de Toledo a Piedad. Sabía que ella había de pasar por allí para llevar el almuerzo a su padre , que trabaja como albañil en una obra de la calle de San Bernardo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En efecto, a las once y media llegó la muchacha.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>-Oye, Piedad -la dijo él- tenemos que hablar largo y tendido.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>- ¿Si, eh? - pregunto ella despectivamente. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y reanudando la interrumpida marcha añadió:</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>-No te molestes en seguirme, porque ya no quiero nada contigo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Antonio siguió tras ella. En vista de que "por este registro" no conseguia nada, procuro atraer a la esquiva "dándole achares".</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>- ¿Sabes, Piedad -le dijo-, que tienes una prima que está "jamón"?</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>-¿Si? -respondió la joven, desdeñosa-. Pues celebraré que te arregles con ella.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y surgió la riña. Y Antonio, como tenía por costumbre, propinó unos cuantos golpes a Piedad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Un pequeño escándolo, en suma. Intervinieron algunos transeuntes, que afearon, naturalmente, la conducta de Antonio, y cada cual por su lado.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>-.-</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero Antonio no podía vivir sin Piedad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El hombre supo que el desvio de la muchacha era por culpa de un mozo del mismo barrio.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>- Si la quiere -pensá Antonio- le mataré.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y esta mañana, a las seis, salió de su casa dispuesto a buscar a su rival en amores.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Tomó un té, sin duda para aplacar los nervios un poco, y se fue al encuentro del presunto pretendiente de Piedad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>¿Había sido mal informado? ¿O era que su aspecto fiero intimidó al rival? Lo ignoramos. Lo cierto es que el mozo le aseguró que no tenía relaciones de ningún genero con la moza.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Piedad era libre ¿Por qué, entonces no le quería?</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Antonio decidió averiguarlo. Y a las once y media, a la hora que necesariamente había de salir Piedad de su casa para llevar la comida a su padre, le cortó el paso en el llamado puente de los Ladrones.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>- Oye Piedad -le dijo- ¿Quieres que reanudemos nuestras relaciones? Yo te juro que no volveré a maltratarte.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>-¡No! -respondió la joven- . ¡He dicho que no!...</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Entonces Antonio sacó un formón y exclamó furioso:</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>- ¡O mía, o de nadie!</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>-Tuya jamás -replicó la muchacha- creyendo, acaso, que trataba unicamente de asustarla.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero Antonio la acometió freneticamente y le tiró varios lances.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Luego se dio a la fuga; pero fue detenido por un carabinero llamado Victorio Fernandez Piedra. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Mientras, la joven Piedad fue transportada a la Casa de Socorro del puente de Toledo, donde fue asistida por los doctores Casuso y García del Moral. Presentaba varias heridas incisopuntantes situadas: una, en la región superciliar izquierda; otra, en la región mastoidea del mismo lado; otra en la región escapular derecha; varias, en la región toraxica anterior y otra en la región epigástrica. Pronóstico grave.</strong> </em></div><div style="text-align: justify;"><br />
Lea detenidamente las siguientes frases y conteste a las preguntas siguientes, si puede:</div><div style="text-align: justify;">1. "Un día, Antonio dijo a Piedad:</div><div style="text-align: justify;">-Soy ya un hombre y tú eres una mujercita muy adorable. ¿Quieres que seamos novios?"</div><div style="text-align: justify;">Pregunta: ¿Cómo consigue el periodista ser tan cursi?, ¿Se puede mejorar?.</div><div style="text-align: justify;">2. "una mañanita de mayo, del mes de mayo último"</div><div style="text-align: justify;">Pregunta: ¿Por qué utiliza constantemente los diminutivos? ¿Cambiará el tono según avance el relato? ¿Segurá igual de plasta?.</div><div style="text-align: justify;">3. El periodista estuvo presente en las conversaciones de los jóvenes. Al menos, eso parece, pues las transcribe todas como si las hubiese escuchado de primera mano.</div><div style="text-align: justify;">Pregunta: Si tanta información tuvo, ¿por qué no impidió el crimen?<br />
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Nos encontramos en 1927 en pleno apogeó de la prensa escrita. La fotografía ya ha llegado a la misma, los periódicos han pasado de 4 o 6 hojas a 16 o 20. Hay que dotar los periódicos de contenidos. A última hora las páginas traseras se llenarán como sea.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(77) HERALDO DE MADRID 09-12-1927 pag. 11</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Nuevos detalles del crimen de hoy en Carabanchel</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La declaración prestada por Antonio no difiere e nada esencial del relato que acabamos de hacer nosotros.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Uno de nuestros reporteros habló brevemente con Antonio. Es un muchacho bajito, delgado y moreno.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Está tranquilo y con gran aplomo declaró:</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>-Ayer salí de casa armado con el formón, decidido a matarla; pero no la encontré.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Antonio fue ebanista. Después estuvo trabajando en una fábrica de bombillas del paseo de Santa María de la Cabeza y en la Standard Eléctrica. Desde hace algún tiempo estaba cesante. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El sargento comandante del puesto de la Guardia civil del puente de Toledo, D. Gregorio Vizcay; el cabo Fidel Sanchez y los guardias Luis Fuente y Juan Gonzalez, intervinieron en el suceso.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Con el atestado correspondiente Antonio fue puesto a disposición del Juzgado Municipal de Carabanche Bajo.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>-.-</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Esta tarde hemos visitado a Piedad Soler</em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><strong><em>Ocupa un catre en la sala quinta del hospital Provincial. El relato que nos ha hecho coincide también con el que, perfectamente informados, han pergeñado nuestros reporteros.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcDEMRe5rqzdhyphenhyphenS9LMpiWLj5xLWRRLGYp9A5XDd8A2YqQc-wVWd0oDRlrk1QchGGsiLGnlbufypAZQtJv4Ums95IgnQtjwMNTYLBmdxvaaYEPaP2z66mm0SMnkDHzM-LtUqiRALfwpae8n/s1600/Carabanchel.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; height: 208px; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; width: 135px;"><img border="0" height="320" q6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcDEMRe5rqzdhyphenhyphenS9LMpiWLj5xLWRRLGYp9A5XDd8A2YqQc-wVWd0oDRlrk1QchGGsiLGnlbufypAZQtJv4Ums95IgnQtjwMNTYLBmdxvaaYEPaP2z66mm0SMnkDHzM-LtUqiRALfwpae8n/s320/Carabanchel.JPG" width="201" /></a><strong><em>- Nos conocemos Antonio y yo desde niños, y siempre demostró él por mi una gran predilección. Desde el mes de Mayo puede decirse que éramos novios; pero reñimos por culpa de su carácter -es muy celoso-, y yo decidí poner teérmino a nuestras relaciones. Hace unos diez días, en ocasión de que iba a llevar la comida a mi padre, salió a mi encuentro y me propuso que hiciéramos las paces. No le hice caso y me golpeó. Para evitar un serio disgusto oculté a mi padre lo sucedido. Después le dije a una amiga mía que había llegado a aborrecer a Antonio, y parece que ésta muchacha le ha ido con el cuento a él. Esta mañana me salió al encuentro, me cogió de un brazo y me dijo: "Ven conmigo, que tenemos que hablar", y me llevó a empujones a un lado del camino. Yo me negué resueltamente a escucharle. "Déjame -le dije-, que voy a llevar la comida a mi padre y es tarde". El entonces me dijo: "¡O mía, o de nadie!", y me apuñaló. Esto es todo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La infeliz muchacha ha experimentado una ligera mejoría dentro de la gravedad de su estado.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El segundo periodista que intervino, lo primero que hizo fue cerciorarse de lo que dijo el anterior, para no entrar en contradicción. Sabe que el anterior se inventó lo que quiso y lo primero que hace es ratificarlo por si alguien duda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Vamos a ver otro relato en que el periodista sino no estuvo de cuerpo presente en las conversaciones entre amantes, estuvo de espíritu, pues lo sabe todo. Bonito drama anovelado. Por cierto, vuelvo a insistir que las infidelidades se daban más en Galicia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(78) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 09-01-1910 pag. 3</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>LA TABERNERA DE MERA</em></strong></div></div><div style="text-align: center;"><strong><em>UN CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>CORUÑA. (Sábado, mañana) Comunican del pueblo de Mera, próximo a esta capital, que se ha desarrollado allí un dramático suceso.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Trátase de un individuo que ha asesinado a su amante, arrebatado por los celos.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Lo ocurrido a sido lo siguiente:</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Hace años residía en Mera un matrimonio que vivía con el dinero que producía una taberna de que era propietario.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El establecimiento no rendía grandes ganancias; así es, que sus dueños vivián menos que medianamente, por lo que el marido un día decidió embarcarse para la Argentina en busca de mejor fortuna.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En Mera quedó la mujer, que durante algún tiempo siguió al frente de la taberna, conservando absoluta fidelidad a su esposo y resignándose al mezquino pasar que le permitía el antiguo negocio de su marido.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero un día María Cividanes, pués éste es el nombre de la tabernera, supo que un albañil, llamado Hipólito Alvarez, se había enamorado de ella. El mismo se lo dijo una tarde en la taberana. Aguardó a que se marcharan los parroquianos, y cuando se quedó solo, habló con María y le confesó su amor.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ella, al principio, rehusó. Se acordó de su marido ausente, del hombre que se marchó animoso y confiado, seguro del cariño de su mujer, y le pareció monstruosa y cobarde la traición. Rechazó al albañil resueltamente, y este se marchó confuso y avergonzado.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pasaron días, durante los cuales Hipólito volvió al asedio.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La tabernera acabó por oirle, no ya sólo sin enfado, sino complacida, pues acordándose de su marido, ya ausente tanto tiempo, pensaba: "¿Y si no vuelve?" Y se sentía arrastrada por la vehemencia de aquel nuevo amor.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y acabó por acceder. El albañil pasó a vivir en la taberna, y María, pasados los primeros escrúpulos, pues su conciencia le acusaba de su innoble acción, se entregó por completo a la felicidad de su nuevo cariño.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y pasaron cuatro años, cuatro años que sirvieron para demostrar a los amantes que el tiempo, ese cruel enemigo de las pasiones, mata todos los entusiasmos y todo lo destruye y todo lo borra.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Vino el hastio, y la tabernera empezó a acordarse de los felices días en que vivía al lado de su marido; la dicha de su amor, plácido y honrado de otro tiempo, más hermosa quizá por ser lejana y pasada, como un sueño que ya no podemos volver a disfrutar, vino con su recuerdo a amargar los días de la taberna. La vida se le hizo insoportable a lado de su amante y decidió romper con él.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Habian transcurrido cuatro años, y el albañil conservaba por María el mismo amor que el primer día. Cuando ella le habló de separación se puso furioso y se negó terminantemente a hablar de aquello.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero tanto como él insistió al principio para conseguir el amor de la tabernera, tanto insistió ésta para convencerle de que debía olvidarla.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Todo esto dio origen a que el albañil empezara a sospechar que su amante le era infiel.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>No era exacto; pero enloquecido de dolor al ver que María se alejaba más de él cada día, creyó firmemente que era un nuevo amor de la tabernera la causa de aquel desvio, y hasta creyó notar ciertas preferencias de ésta por uno de los obreros que acudían diariamente a beber vino a la tienda.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ayer, Hipólito se levantó preocupado y como si hubiera adoptado una brusca determinación.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>A mediodía se dirigió a un baile, donde creía que estaba bailando su amante con su rival.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pronto se convenció de su necedad. María no había ido allí; pero su resolución estaba tomada, y aunque ya no hubiera motivo alguno, la hubiera puesto en práctica por encima de todo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Se dirigió a la taberna, y allí encontro a María.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Esta le vio entrar e hizo un gesto de contrariedad. Esto acabó de desesperar al albañil, que sacó un revólver, y ciego, arrojándose como un lobo sobre su amante, disparó sobre ella a boca de jarro, matándola en el acto.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Cuando el criminal vio a María tendida a lo largo en la tienda, con la cara cubierta de sangre, ya cadaver, volvió tranquilamente el arma hacia él y se suicidó.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Al ruido de las detonaciones acudió mucha gente, que al asomarse a la puerta de la taberna y ver aquel cuadro tristísimo, no se atrevió a entrar hasta que poco después se presentó el Juzgado y recogió los cadáveres.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Final no previsto, amor, suspense, drama, de todo un poco.<br />
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La introducción al relato, el estilo narrativo, las frases propias de una época lejana, son multiples los detalles que llaman la atención. Otra muestra:<br />
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<div style="text-align: center;"><strong><em>(79) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 23-06-1912 pag. 4</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>UN BESO TRAGICO</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>JOVEN APUÑALADA</em></strong></div><strong><em>El reposo de que gozaba el personal de Juzgado de guardia ayer tarde, a primera hora, cuando el carlo y la disgestión convidan, más que a la actividad, a los placeres de la siesta, fue turbado por un aviso telefónico, recibido de la Comisaría del distrito del Hospital, comunicando la comisión de un crimen.</em></strong><br />
<strong><em>Se trata de un nuevo crimen pasional, de otro individuo ligero de cascos, irascible y despechado que atentó contra la vida de la mujer a quien brindó felicidad y cariño.</em></strong><br />
<strong><em>El suceso, por sus caracteres particulares, tiene, sin embargo, una nota conmovedora de ternuar y pasión, que le quita en carácter repugnante que ofrecen, por regla general, todas las agresiones que se comenten frecuentemente en Madrid contra las mujeres enamoradas.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>Los protagonistas.</em></strong></div><strong><em>Los dos jovenes que figuran como protagonistas en el suceso de ayer son José Santamaria Box, de veintidos años, natural de Madrid, tallista y soltero, y su amante Concepción Marcos Serrano, de diecisiete años, soltera y domiciliada en la Ronda de Valencia, 3.</em></strong><br />
<strong><em>Ambos jóvenes tuvieron relaciones íntimas de amor, que se interrumpieron hace unos seis meses, cuando vino al mundo, como consecuencia de estos amores, un niña que su madre procuró criar con sólicito cuidado.</em></strong><br />
<strong><em>Pero entonces las relaciones de José y Concepción se enfriaron. Hubo graves y repetidos disgustos entre los amantes, que iniciaron en ellos el período de desamor.</em></strong><br />
<strong><em>La joven creyó que el nacimiento del primer vástago determinaría un cambio favorable en el carácter de su amante, y tuvo la esperanza de poderle dominar con el tiempo para continuar viviendo en santa calm, como era su ilusión.</em></strong><br />
<strong><em>Sin embargo, no fue así, y los amantes, en evitación de mayores discordias, acordaron separarse para vivir independientemente.Concepción se reservó, como es lógico, a su tierna hija, que conservaba además como un medio infalible para atraerse el corazón de padre.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>El beso del hijo.</em></strong></div><strong><em>Ayer tarde se encontraron en la Ronda de Valencia José y Concepción, porque ambos viven en aquel punto y en casas muy próximas el uno de la otra.</em></strong><br />
<strong><em>La joven llevaba en brazos a su hija, como de costumbre.</em></strong><br />
<strong><em>José, por sentimiento natural de padre, quiso acercarse a su ex amante con objeto de acariciar a su hijo y darle un beso.</em></strong><br />
<strong><em>Concepción se opuso y trato de alejarse. Pero José la reconvino con su brusquedad de siempre, mortificando con frases duras la acción de la ofendida madre, que negábale el derecho a dar un beso a la pobre criatura.</em></strong><br />
<strong><em>Esta, durante el diálogo, se agarró al cuello de su padre, pidiéndole un beso. La madre le retiró todavía para impedir la caricia.</em></strong><br />
<strong><em>Y presa de gran indignación, el José saco entonces un cuchillo y se precipitó violentamente sobre la indefensa joven, asestándola tres puñaladas.</em></strong><br />
<strong><em>Madre e hija cayeron al suelo dando gritos desgarradores.</em></strong><br />
<strong><em>La gente acudió en su auxilio, y los más decididos se arrojaron sobre el agresor, que todavía conservaba en la mano el cuchillo ensangrentado.</em></strong><br />
<strong><em>En la Casa de Socorro.</em></strong><br />
<strong><em>La víctima fue conducida inmediatamente a la Casa de Socorro sucursal de la Inclusa, donde los médicos Sres. Molar, Fernández Catalán y Salas le practicaron la primera cura.</em></strong><br />
<strong><em>La infeliz Concepción tenía tres heridas, algunas de ellas graves, situadas en la región de dorso lumbar y en la pectoral izquierda.</em></strong><br />
<strong><em>Después de hecha la cura, y extendida la certificación para el Juzgado, fue trasladado a su domicilio.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>El agresor.</em></strong></div><strong><em>José Santamaría no opuso resistencia al ser detenido. </em></strong><br />
<strong><em>Fue llevado enseguida a la Comisaría del distrito del Hospital, en donde manifestó los motivos que había tenido para proceder de aquella manera. </em></strong><br />
<strong><em>Inmediatamente fue llevado al Juzgado de guardia.</em></strong><br />
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Ya hemos visto en otro capítulo que La France, c'est La France. Un crimen siempre tiene otro aire, un glamour, y el narrador también.<br />
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</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(80) EL IMPARCIAL 01-05-1885 pag. 1</em></strong></div></div><div style="text-align: center;"><strong><em></em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>UN DRAMA POR CELOS</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>La muerte de un cliclista</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El fin trágico del velocipedista francés Paul Medinger ha causado honda emoción en el mundo ciclista. El telégrafo nos dio cuenta del suceso, y los periódicos han traido ayer amplias noticias y curiosos antecedentes de este crimen pasional.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Medinger ha sido durante algunos años uno de los corredores más famosos de Francia, llegando a ganar el gran título de campeón.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Para los ciclistas tiene su muerte una triste coincidencia y es que el anterior campeón, el no menos celebre Cassignard, también tuvo un fin trágico.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Cassignard era también muy aficionado al sport hípico y solía pasear frecuentemente a caballo. Un día, paseando por la Avenida de la grand Armee, se espantó el potro que montaba y arrojó al suelo a jinete produciéndole heridas tan graves que a consecuencia de ellas falleció.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El caso de Medinger es muy distinto y ha sido producido por los celos de su mujer.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Es curioso el origen de aquellas relaciones que llegaron a unir por el matrimonio a la bella Elsa Weber y el célebre velocipedista.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Mlle. Elsa Weber, natura de Zurich, paseaba un día en una victoria cuando súbitamente se desbocó el caballo. Medinger, que iba muy cerca montado en un biciclo (entonces no había bicicletas) aceleró la marcha, alcanzó al caballo y echando pie a tierra se agarró a las riendas de la bestia y logró sujetarlo, evitando a la joven una desgracia segura. De este hecho nacieron las relaciones que la poco tiempo concluyeron en casamiento.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Fue un matrimonio por amor y los conyuges vivieron felices hasta hace poco que Medinger conoció en Spa a una condesa muy bella y también ciclista.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Las relaciones de Medinger con la condesa, por cierto divorciada de su marido, se hicieron íntimas y de ellas tuvo noticia por un anónimo la mujer de velocipedista. Desde aquel momento no hubo un día de paz en el matrimonio. Mad. Medinger, enamorada de su marido, sufrió una terrible contrariedad y los celos la devoraban.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Muchas veces amenazó con la venganza, llegando a decir a los íntimos de la casa que en cuanto se encontrará a la amante de su marido, la destruiría la cara con vitriolo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Medinger, apasionado cada día más por la condesa, que lo tenía sugestionado porque según sus amigos, el gran corredor era más débil de corazón que de músculos, desoyó los ruegos de su mujer y hasta la propuso el divorcio como único medio de lograr la paz.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Esta proposición aumentó la ira de Mad. Medinger, pero no habló una palabra. En el día 27, Medinger, después del almuerzo, se acostó vestido según tenía por costumbre, y cuando se hallaba dormido, la mujer acercose cautelosamente y le disparó un tiro que le dejó muerto en el acto. En seguida se mató ella disparándose dos tiros; su cuerpo cayó sobre el de su marido</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Tal ha sido el fin de un matrimónio que tuvo su origen en la bicicleta. Y la bicicleta misma ha sido la causa de la catástrofe.</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>***</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Medinger tendría ahora unos treinta y cuatro años, y como todos los corredores de velocidad había entrado en el periodo de decadencia que produce la edad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Siempre fue un corredor de pocas facultades para el tren, pero en su época de florecimiento no tuvo rival en el emballage. El campeonato de triciclos que ganó fue la carrera que le dio más fama.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ultimamente se había asociado, como todos los velocipedistas notables cuando llegan a la decadencia, al negocio del comercio ciclico.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La fisionomía de Medinger era simpática, y se distinguia notablemente de la de todos los velocipedistas por sus enormes bigotes. </em></strong></div><br />
<div style="text-align: justify;">Impresionante. ¿Alguien da más?. Si es preciso aprender a decir velocipedista de un tirón se aprende, después se repite cinco veces. Hay que dar valor al conocimiento y aprovecharlo; que lo tuyo te ha costado. </div><div style="text-align: justify;">Cómo hubisese dicho D.Gonzalo, cura, cura de verdad, de mi pueblo, un matrimonito tiene que tener su origen en el amor conyugal, no en la bicicleta.</div><div style="text-align: justify;">PD. Yo también fui campeón de triciclo en mi barrio y paso desapercibido por el mundo, incluso en mi propio barrio.</div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-16125627097562863972011-02-12T02:44:00.001-08:002011-04-04T14:23:20.045-07:008 Prensa. Sociedad. Justicia<div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;">La Sociedad, la Prensa y la Justicia, desde el sigloXX, actúan como un triangulo. Cuando acortamos o alargamos un lado, esta modificación incide en otro, o los otros dos. Si la Sociedad corrige su actitud frente al crimen, se verá reflejado en la Prensa, y en un tiempo la Justicia se hará cargo de estas demandas. Si la Justicia cambia sus Códigos e Interpretaciones corregirá las actuaciones de los individuos que integran la Sociedad.<br />
Hemos vistos que durante un siglo, el Crimen Pasional fue un clásico en la PRENSA. Un título repetido, y mal repetido hasta la saciedad, para describir un crimen, en la mayoría de los casos de violencia de género contra la mujer. Título espectacular, argumento vendible, contenido morboso, carnaza para la ignorancia. "Panem e circenses" que dijeron los romanos.<br />
¿Pero nunca hubo una luz en la prensa?. Tal vez alguna luz, pero faro fijo no; sólo destellos. Cíclicamente, en los periódicos y revistas de cada momento, aparecía un articulo crítico con esta violencia. Crítico con la propia actitud de prensa.<br />
Hace más de un siglo un periodista escribió:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>(81) LA EPOCA 6-07-1897</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRONICAS BREVES</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN PASIONAL</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El último de la serie ha sido el de la calle Ministriles. Los vendedores de periódicos lo pregonaban anoche, con la misma satisfación que ciertos diarios dan cuenta de las malas noticias falsas o verdaderas que reciben por cable.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>No es de extrañar este placer malsano. Al muchachuelo que enloquece a fuerza de gritar su mercancía, le interesa vender muchos venticincos, como a las grandes empresas vender muchos millares. Cuanto más espeluznante sea la noticia mejor. A más ruinas mas ganancias; mayores utilidades cuanto mas grandes sean las catástrofes.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Dejemos a un lado estas consideraciones, olvidadas de puro sabidas, y vengamos al crimen pasional.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Es muy comun mirar con cierta benevolencia estos delitos, que luego los autores dramáticos llevan al teatro, con gran contento de los espectadores. ¡El crimen pasional!...Un hombre que mata por amor no es un asesino, es un desgraciado, a quien los celos arrastran a verter sangre... ¡Y se habla de Otelo, y se disculpa al delincuente, y se olvida a la víctima!.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Convengamos que somos demasiado novelescos. El bárbaro que porque una mujer no le quiere la degüella o la cose a puñaladas, es un ser repugnante y odioso; más odioso y más repugnante que el miserable que mata por coger un puñado de monedas con que satisfacer su hambre y quizá la de sus hijos.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Los celos ciegan, se dice; el amor es como un torrente impetuoso que todo lo arrasa...¡una llama que todo lo incendia1 Frases El amor tiránico que quiere a todo trance someter a su voluntad al ser amado y porque él ama quiere que se le ame, es el colmo del despotismo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Si robar un panecillo es un delito, mayor delito es robar un corazón.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La opinión, ya lo hemos dicho, es novelesca, y el Jurado, que es uno de los órganos de la opinión, es más novelesco todavía. Su tolerancia con los crímenes pasionales es ya casi proverbial. Sus fallos son algo así como los aplausos que la galería de un teatro tributa a un galán cuando, vociferando frases, estrangula a una pobre mujer que no ha cometido más delito que no pagar con amor el amor delirante de un salvaje. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A principios del siglo XX los crimenes pasionales eran como una epidemia. Los culpables, aparte de quien los ejecuta, todos un poco. En otro semanario, con bastante buen tino, escribian repartiendo culpas:<br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>(82) EL MOTIN 21-03-1903 pag. 4</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>ROMANTICISMO TABERNARIO</strong></em></div><em><strong>Cuéntanse por docenas los asesinos de mujeres que guarda en sus celdas la Cárcel Modelo. El matar a la novia o a la querida es ya una epidemia entre la gente rufianesca. Antes, jaques y matones se destripaban entres si gentilmente, por si la Pepa o la Blasa concedían sus favores a éste o al otro matasiete. Hoy encuentran más cómodo que ventilar sus rivalidades de navaja a navaja o de puño a puño, coser a puñaladas a la hembra desdeñosa.</strong></em><br />
<em><strong>Lo gracioso de estos asesinatos es que el matador, depués de agujerear como arnero la piel de su querida, se pone a llorar como una Magdalena y a lamentar la muerte de la pobrecita asesinada.</strong></em><br />
<em><strong>Esto, si no fuera repugnante, sería de grandísima fuerza cómica.</strong></em><br />
<em><strong>Porque es el caso -y en ello estriba la verdadera gravedad del mal- que estos degüellamujeres se creen verdaderos heroes, dignos no ya de ser cantados en coplas por los ciegos, sino de que el mundo entero los contemple....El sabe que a las pocas horas de haber sido perpetrado su crimen, millares de golfos lo pregonan a voz en cuello; sabe que el telégrafo transmitirá su hazaña hasta el último rincón de la Península; sabe que sus brutales frases, la historia de sus amores, su retrato...han de ser objeto de admiración. Este halago de la vanidad es por si solo bastante a impulsar al crimen a espíritus desequilibrados y torpes o embrutecidos.</strong></em><br />
<em><strong>Por otra parte, el teatro, el más popular e influyente sobre el público de los géneros literarios, hace tiempo que con el cultivo de lo que se llama drama pasional viene exaltando los instintos sanguinarios del público. Las comedias de capa y espada se han trocado en sainentes de chaqueta y navaja. Si el Wether, con ser novela, genero sugestivo, si, pero con mucho menos que el dramático, fue causa de tantos y tantos suicidios, calcúlese si podrán serlo de esa exaltación erótica que se traduce en puñadas, las escenas en que el chulo, navaja en mano, hace, entre el palmoteo del público, el panegírico de su crimen pasional.</strong></em><br />
<em><strong>Convendría, pues -como tantas veces se ha dicho- que, por higiene moral, la prensa limitase a unas cuantas lineas el relato de esos delitos, y que el arte, en vez de estimular las pasiones salvajes y de poetizar los instintos sanguinarios, tendiese a ennoblecer al hombre y a ir debilitando en el los impulsos de la bestia humana.</strong></em><br />
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En general no se afrontó el problema de fondo y se daba una de cal y otra de arena. Un día, ante un hecho concreto, se defendía a una mujer:</div><br />
<strong><em>(83) EL PAIS 30-06-1912 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>LA VENGADORA DEL SEXO</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Vicenta Monzón, una madrileña, oriunda de Aragón, como dice su típico, castizo apellido, ha matado a su novio.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>¿Por qué?</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Hay ligeras discrepancias en las informaciones periodísticas, más severas, en general, con esta pobre mujer, que suelen serlo con los miserables asesinos de mujeres.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Según unos relatos, Vicenta mató a su novio en venganza de sus desdenes. Si es así, se trata de un crimen pasional vulgar.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Según otros informes, mató por miedo a que su novio la matara, como hacen tantos maridos, tantos amantes, tantos adoradores.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Hay un precedente. El día 7, el novio regañó con la muchacha que se resistía a sus pretensiones y la infirió siete puñaladas leves. La joven temía, con razón, otras siete puñaladas, los siete dolores.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En este segundo supuesto, la joven Vicenta Monzón merece ser absuelta y puesta en libertad provisional inmediatamente. Se ha defendido a sí misma y ha defendido a su sexo, a todas las mujeres abandonadas por la sociedad y por la justicia a la navaja, al revolver de los rufianes, de los locos, de los egoistas, fatuos y cobardes, que quieren que se les rindan las mujeres, por su linda cara y bajo pena de muerte.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La prensa, cuando un cobarde, escoria social, vergüenza de Madrid, comete un crimen de estos, saca el cliché de los delitos pasionales.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>¿Erró el golpe el canalla? Entonces una justicia absurda que juzga con arreglo a tarifa, considera falta el delito, impone un arresto o una multa y concede al bribón la libertad provisional necesaria para que afine la punteria o afile la navaja y asegure su presa.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>A la mujer amenazada, perseguida, golpeada, herida, la dejan indefensa el alcalde de barrio, el juez municipal, el Juzgado de Guardia y la Jefactura superior -y tan superior- de Policia.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>¿Qué han de hacer las pobres mujeres si recuerdan los veredictos de inculpabilidad de jurados, preparados por abogados especialistas, bombeados por la prensa?.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Lo que ha hecho Vicenta Monzón.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>¡Matar!</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El revolver de esa jovenzuela evitará muchos asesinatos de mujeres, porque el que atenta a la vida de una mujer es un cobarde, y desde ahora en adelante pensará antes de empalmarse: ¿llevará revólver?</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La muerte de ese pobre joven, al que compadecemos, no caiga sobre Vicenta Monzón; repartase la responsabilidad nuestro zascandil compañero de prensa, que se descuelga con la muletilla de crímenes pasionales, el antiguo juez de paz, convertido en cobrador de costas, la justicia toda y la policia, y hasta el público canalla y cobarde que no lyncha a los matadores de mujeres.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Otro día se daba la de arena; satanizando a una mujer, o poco menos:</div><div style="text-align: center;"><br />
<strong><em>(84) CRISOL 30-12-1931 pag. 4</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em></em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Crimen pasional ante la seccion primera y con Jurado mixto de hombres y mujeres, según el decreto del Gobierno de la República.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Un pobre hombre, guarda jurado de unos montes públicos, se enamoró de una moza castiza y voluble, que le envolvió en sus hechizos y le tuvo durante algún tiempo como un humilde esclavo.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Pero Julia, tal era el nombre de la hembra destrozaba el alma de Anselmo, así se llamaba el desventurado con su conducta. Destrozábale el alma y el cuerpo con una enfermedad secreta muestra de las andanzs de Julia, poco de fiar, aunque Anselmo fiase tanto de su amor.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y un día... Ya lo imaginan los lectores. El descubrimiento por el galán, todos lo sabian menos él, de la infidelidad. La reacción violenta del engañado y el crimen que para el fiescal constituye un homicidio con agravantes y para la defensa con eximente.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Combaten el fiscal Sr. Sandoval y el defensor Sr. Niembro para que resplandezca la verdad en las respuestas del Jurado. La Ley fría, con el el acento ardoroso. El concepto de un hecho, una pena contra el sentimiento humano del Derecho, que penetra en las entrañas del suceso, sondea su misterio y expone con ternura los móviles que veces truecan al criminal en víctima.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Y el Jurado, hombres y mujeres, piensan en la tragedia del procesado, en las circunstancias de la víctima, y absuelve...</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
Alguien dirá que, al fin y al cabo, la prensa ofrece lo que demanda la SOCIEDAD. Verdad a medias, la prensa busca vender periodicos a la sociedad, aunque no es menos cierto que dirige sus opiniones, tendencias, incluso gustos. Un economista hace siglos dijo: "toda oferta genera su propia demanda", se refería a cosas tangibles, pero creo puede aplicarse a valores morales.<br />
La sociedad somos todos, en el caso que nos concierne una suma de individuos con sus sentimientos personales. Algunas veces la suma de sentimientos hacen un sentimiento único. Un ejemplo:<br />
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<div style="text-align: center;"><strong><em>(85) 04-04-1934 pag. </em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>UN CRIMEN ODIOSO</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>El vecindario predente durante varias horas</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em> que le entreguen al criminal para lincharlo</em></strong></div><strong><em>SORIA 4 (4 t).- Ayer circularon rumores de que el pueblo de Deza se había amotinado a consecuncia de un crimen pasional.</em></strong><br />
<strong><em>Resulta que Juan Martínez, de treinta años, había acuchillado ferozmente a Cristeta Remartínez, con la que mantuvo relaciones hasta hace veinte días, en que la muchacha, por no querer continuarlas, marchó a Madrid para dedicarse al servicio doméstico.</em></strong><br />
<strong><em>Juan comenzó a difamar a Cristeta, y sin duda, enterada la familia, le pidió que regresara para dar un mentis al galán desdeñado.</em></strong><br />
<strong><em>El lunes, a las dos, regresó de Madrid Cristeta, y ayer martes cuando se encontraba fregando unos cacharros en el lavadero, se abalanzó sobre ella Juan y le produjo la muerte, cebándose sañudamente con la víctima, a la que dio más de doce cuchilladas.</em></strong><br />
<strong><em>El pueblo, enterado de la crueldad del asesino, trató de lincharlo, y se amotinó frente a la Casa-Ayuntamiento, reclamando, para hacer con él justicia. El comandante del puesto de Deza y dos números de la Guardía Civil se consideraban impotentes para atajar el conficto.</em></strong><br />
<strong><em>El hermano de la víctima, guardia civil que disfrutaba de licencia, trató de calmar al vecindario y logró algún apaciguamiento hasta que el puesto de Deza fue reforzado por guardias de Almenar y fuerzas que salieron de Soria con el Juzgado.</em></strong><br />
<strong><em>El pueblo, vigilante, no quería que el preso fuese conducido a Soria, y por fin, a las dos de la madrugada de hoy, se logró, burlando la vigilancia del vecindario, trasladarlo a la cárcel de la provincia.</em></strong><br />
<strong><em>El pueblo se encuentra muy excitado. Por precaución ha salido también de Deza la madre del asesino.</em></strong><br />
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<strong><em></em></strong></div><div style="text-align: justify;">¿Cómo actuaba la JUSTICIA?. A la justicia la representan con una venda en los ojos, símbolo de imparcialidad, y una balanza, signo de equidad. En una sociedad machista, la imparcialidad no existió. Sólo la parcialidad machista, y la Justicia tardó casi un siglo en quitarse la venda de los ojos y ver que ocurría su alrededor.</div><div style="text-align: justify;">Los efectos de un crimen pasional son multiples y siempre constituyen una tragedia, personal, familiar y social. Para nuestro caso, vamos a considerar los efectos dividos en dos grupos:</div><div style="text-align: justify;">1º Causó lesiones físicas, más o menos graves. Y siempre, en todos los casos, lesiones psicológicas.</div><div style="text-align: justify;">2º Causó homicidio o asesinato.</div><div style="text-align: justify;">En el primer caso, de las lesiones psicológicas jamás se habló en los juicios, ni se valoraron. Las físicas poco. </div><div style="text-align: justify;">En el segundo caso, cuando se produjo la muerte de la víctima, se presentaron como homicidios. Mayormente fueron asesinatos, ya que hubo premeditación y ensañamiento. Los juces y los jurados por lo general decidieron que no. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde principios del siglo XX los precursores de la CRIMINOLOGIA ya estaban presentando sus teorias. En España los italianos Cesare Lombroso y Enrico Ferri eran un referencia importante. Sus tesis salen a relucir por los abogados defensores en muchos juicios. El primero unia gran parte del delito a la enfermedad mental u otras causas antropológicas. El segundo añade a lo anterior, los factores sociales, el ambiente social que envuelve al delincuente.<br />
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En alguno de los crímenes pasionales expuestos hemos visto el resultado último. Veamos algunos más.<br />
Recuerdan el tío que pego cinco tiros a la sobrina y no dejó una bala para él, le salió demasiado barato.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(86) HERALDO DE MADRID 22-10-1931 pag. 4</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>LAS MUJERES EN EL TRIBUNAL DEL JURADO</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>El tío que mató a tiros a su sobrina es condenado a diez años de prisión</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>OVIEDO 22.- Se ha visto en la Audiencia una causa contra Francisco Suarez, que mató a tiros a su sobrina de dieciete años Balbina López, con la que sostenía relaciones. Calificaba el fiscal el delito de asesinato y solicitaba para el procesado la pena de muerte, si bien se reservaba la calificación definitiva para cuando llegase el momento del juicio en Derecho a celebrar después de dictado el veredicto por el Jurado.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Este, integrado por cuatro mujeres, por vez primera en Asturias, y dada, la calidad del crimen pasional, faLló condenando al reo a diez años de prisión y 10.000 pesetas de indemnización a la familia de la interfecta, que en virtud del indulto general se reduce a cinco años y, contando la prisión preventiva, a poco más de cuatro.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En algún caso aislado, la agredida no quiso denunciar a su agresor. ¿Le suena al lector, verdad?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong> (87) La Libertad 09-05-1933 pag. 10</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>CRIMEN PASIONAL</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Una gitana gravemente herida</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Se niega a delatar a su agresor</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Puertollano, 8.- La gitana de dieciseis años Carmen Cortés Romero fue agredida por un sujeto, que inmediatamente se dio a la fuga. Se cree que se trata de un individuo de la misma raza. La disparó un tiro, que alcanzó a Carmen en la región mamaria derecha. En grave estado fue trasladada al Hospital Provincial. Se cree que el móvil de la agresión ha sido la negativa de la gitana a las pretenciones amorosas del agresor. La víctima se ha negado a dar el nombre del agresor.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tranquilos, que de esto ya se encargará mi pápa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los estudiosos del Derecho, acostumbran a comparar el derecho español con el extranjero. Veamos dos ejemplos en el derecho anglosajón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>(88) El Sol 15-12-1922 pag. 5</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>EDITORIALES</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>MAS CRIMENES PASIONALES</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Hablamos ayer de los crímnes pasionales que se producen en España. La Prensa de Londres publica el veredicto del Jurado en un proceso célebre. La señora de Thompson, enamorada de un jovencito llamado Bywaters, no sabía como deshacerse de su marido para casarse con su amante. Parece que trató de envenenarlo. Indudablemente, renunció a su proyecto, porque un día apareció el marido en la calle cosido a puñaladas .El asesino, que es el amante, dice que no le mató sino despúés de haberle propuesto que se divorciase de su esposa. Se sabe que los enamorados habían hecho todo lo posible por inducir al marido a divorciarse de su mujer. No se sabe que la mujer haya sido coparticipe en el crimen. Pero la ley inglesa considera al inductor de un crimen tan culpable como el criminal mismo. El hecho es que, a pesar del inmenso interés que el proceso había despertado; a pesar de que las cartas de la señora Thompson demustran que proceden de un espíritu cultivado y sensible, el Juardo no ha vacilado en declarar culpables a la mujer y al amante, sin circunstancias atenuantes, lo cual ha hecho que el Juez haya dictado a renglón seguido la sentencia de muerte para los dos.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Los periódicos ingleses saludadn alborozados la sentencia del Jurado. Dicen que en otro pais el sentimentalismo habria hecho proceder al Jurado de otro modo. Es difícil, en efecto, que un Juardo francés, italiano o español, al verse conforntado con un caso que recuerda en ciertos aspectos el de Tristán e Isolda, porque la mujer y el amante se querían de veras, no hubiera reconocido los derechos de la pasión amorosa. El Jurado inglés ha preferido votar con los derechos de la ley. El espíritu latino se habría inclinado del lado de la felicidad individual. El espíritu inglés ha preferido inclinarse del lado del respeto a las normas. </strong></em><br />
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<div style="text-align: center;"><strong><em>(89) ABC 14-07-1955 pag. 25</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>RUTH ELLIS, AUTORA DE UN CRIMEN PASIONAL,</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>FUE EJECUTADA AYER EN INGLATERRA</em></strong></div><strong><em>Londres, 14. Ruht Ellis ha sido ahorcada. A las nueve de la mañana de hoy, cuando un recpetor de radio de la vecindad tañía las campanas de "Big Beng", graves y espaciadas, por el ámbito de la prisión de mujeres de Londres, se cumplía la Ley.</em></strong><br />
<strong><em>Cerca de mil personas, reunidas ante la puerta de la cácel, gemían, caían de rodillas y rezaban. La señora Van Ders Elst, que dedica su vida y su Roll Royce a protestar contra la pena de muertes, forcejeó con los condestables. Un hombre tocaba en su violin la melodía de Bach "Quiero tenerte a mi lado cuando mueras".( Depués de la muerte de Bach su viuda solía decir: "El cielo no es cielo si no tocan allí la música de Juan Sebastián").</em></strong><br />
<strong><em>Desde ayer había gente en los alrededores de la cárcel, y un escuadrón de policía a la jineta "distanciaba" a la multitud. Los que intentaron anoche visitar a la señora Ellis, pretextando diversos derechos o apoyándose en razones de humanidad, eran disuadidos: "La señora Ellis no recibe hoy...". Esta mañana antes de la ejecución, trataron de pasarle flores, y la respuesta fue igualmente correcta y crue: " Hoy, la señora Ellis no recibe flores..."Fueron enviadas a la capilla de la penitenciaría.</em></strong><br />
<strong><em>A las nueve y dieciseis minutos apareció en las puertas de Holloway la tablilla negra con el certificado de la ejecución, firmado por un forense y el ejecutor de la justicia. "Recemos -dijo un caballero- por el alma de la señora Ellis y por la del verdugo".</em></strong><br />
<strong><em>Se cumplia la Ley contra la llamada "opinión pública", contra el horror de la prensa de Inglaterra y la de otros paises y contra la histeria. Hasta el "Times", que ignora habitualmente el sensacionalismo, recogía hoy la reacción de algunas publicaciones extranjeras y copiaba un comentario de "Le Monde": " La Ley inglesa marca la direrencia entre el homicida de constitución física y mental normales, que mata con conocimiento pleno de su responsabilidad, y el lúnatico inconsciente de sus actos. Pero todos sabemos que los ingleses son -o pretenden ser- criaturas de sangre fría y su sistema legal apoya esta ficción, desdeñando las circunstancias atenuantes en caso de tempestades y de impulsos irresistibles. Para los insobornables de la tradición inglesa, para los incorruptibles, el "crimen pasional" de los franceses es una interpretación que degrada a la justicia uy corresponde a la epoca de "la decadencia de Francia". Las graves dudas que se ciernen sobre los británicos han de extenderse, sin embargo, con la condena de la señora Ellis".</em></strong><br />
<strong><em>"La conmutación de la pena de la señora Ellis -dice en Londres uno de los adversarios más recalcitrantes de la horca- hubiera iniciado el término de estas prácticas medievales, de estos crímnes de la Ley, en la vieja Inglaterra. Pero a cambio de no indultar a la señora Ellis, se indulta, como siempre, al verdugo, Mr. Pierrepoint".</em></strong><br />
<strong><em>Mr. Pierrepoint cobra quince libras por una ejecución. Y tiene un bar, donde se reune gente apacible, en función de negocio complementario. Catorce mujeres han sido ahorcadas en el Reino Unido desde 1900. Se recuerda muchas veces el caso de la señora Thomson, enviada al patíbulo por supuesta investigación en la muerte violenta de su marido, como uno de los posibles errores judiciales cometidos por los tribunales ingleses.</em></strong><br />
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¡Tranquilas todas!, Ruth Ellis fue la última mujer ejecutada en Gran Bretaña.<br />
Encargada de un club nocturno, divorciada, de 28 años, convicta de la muerte de su amante, el corredor automovilista de 25 años, David Moffat Drummond Blakely. <br />
El 10 de abril de 1955, domingo de Pascua, Ruth Ellis disparó seis tiros contra David Blakely a la puerta de la taberna de Hampstead, en Londres. Dos de ellos fallaron (atravesando uno la mano de un transeúnte), pero los otros cuatro alcanzaron a David en la espalda, muslos y brazo izquierdo, causándole la muerte instantánea. <br />
David y Ruth habían sido amantes durante dos años, aunque durante todo este tiempo ninguno de los dos había mostrado una fidelidad particular, recibiendo ella numerosos amigos en su departamento situado encima de "El Pequeño Club", establecimiento que regentaba. Sin embargo, en febrero de 1955 la pareja se estableció en un piso de Egerton Gardens, Kensington. <br />
Finalmente, Blakely, no pudiendo soportar por más tiempo las continuas peleas que provocaba su amante, la abandonó. A primeros de abril de 1955, Ruth sufrió un aborto y el 8 del mismo mes, Viernes Santo, sabiendo que David pasaba el fin de semana en casa de unos amigos de Hampstead, acudió allí y golpeó la puerta de la casa, obteniendo como respuesta que su amante telefonease a la policía para quejarse del escándalo. <br />
El domingo por la noche volvió a intentar verle; de la casa salía ruido de música y voces y esperó junto a la puerta. A las nueve en punto salió David acompañado de una mujer, con la que entró en una taberna de las cercanías, "La Magnolia". <br />
Durante la vista del juicio, Ruta Ellis mostró una gran calma y serenidad; al oir la sentencia de muerte, murmuró: "Gracias". </div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-68866844586992984842011-02-12T02:37:00.001-08:002011-04-04T14:26:19.193-07:009 Qué empiece el espectáculo<div style="text-align: center;">Qué mejor para empezar este capítulo que un crimen pasional cometido en un teatro. ¡Arriba el telón!</div><br />
<div style="text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>(90) LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA 18-11-1909 pag. 4</em></strong></div></div><div style="text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>DRAMA DE CELOS </em></strong></div></div><div style="text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Crimen en un teatro</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>PARIS. Un telegrama de Bruselas da cuenta de un drama desenlazado con sangrienta solución en el Teatro de la Scala.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>El drama no ha sido en el escenario sino en el vestíbulo.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Cuando el público estaba más atento que nunca al trabajo de los actores en la escena y más interesado por la fábula que en las tablas se representaba, sonaron de pronto dos detonaciones. </em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>El primer momento fue de estupor, porque todos se dieron cuenta de que algo había sucedido que no tenía relación con la obra que los actores interpretaban.</em></strong></div></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Los espectadores más próximos a la puerta ganaron rápidamente la salida y no tardaron en aumentar la emoción general con sus voces pidiendo auxilio.</em></strong></div></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Todo el público se puso en pie, y fue en vano que un actor se adelantara a las candilejas haciendo signos tranquilizadores.</em></strong></div></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>La representación tuvo que ser suspendida y el telón bajó.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>A los dos minutos el vestíbulo estaba atestado de gente y el patio de butacas vacio.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>En el bar del teatro, en comunicación con el vestíbulo, se había producido un tragedia. </em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Una mujer yacía en tierra, con sus ropas empapadas en sangre.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Otra mujer, de unos cuarenta años, con vestigios de una poderosa belleza, había sido detenida por los agentes de la Policia y lloraba con sollozos convulsivos, presa de una violenta crisis nerviosa.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>La víctima era la encargada del bar y la detenida acababa de dispararla dos pistoletazos.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Desde el primer momento súpose la verdad: se trataba de un crimen pasional.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Laura Vandamne, la encargada del puesto, era una lindísima jove de veintitres años, maestra en el arte de la coquetería, y que tenía constantemente numerosos adoradores, a los cuales alimentaba con esperanzas que no solían convertirse en realidades.</em></strong></div></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Uno de los que andaban desde hacía tiempo locos por los ojos de la bella vendedora era el electricista del teatro, hombre de unos cuarenta y cinco años, alto, fuerte y robusto, que había sido, hasta que conoció a Laurea, modelo de padres y maridos.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Durante mucho tiempo se limitó la encargada del bar a coquetear con él, sin que aquello tuviera graves consecuencias; pero al fin cedió a la seducción de electricista y se entabló entre ellos la intimidad amorosa.</em></strong></div><strong><em>Como el electricista era celoso y su amante casquivana, el hombre andaba siempre lleno de zozobras y preocupaciones. De aquí que su carácter se agriara y que su casa pasara de ser un paraiso a ser un infierno.</em></strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>La mujer del electricista se enteró pronto de la infidelidad de su marido, según ha declarado ahora; pero no tuvo con él escenas violentas, ni nada hizo para que dejara translucir su enojo y su amargura. Limitábase a procurar reconquistar al infiel a fuerza de ternuras y bondades, a las cuales el correspondía con displicencia y desvio. Esta actitud dulce y resignada de nada servía a la agraviada esposa. Siempre luchaban en balde sus cuarenta años con los veintitres de la encargada del bar.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Al fin, la agraviada esposa se resolvió a adoptar una resolución extrema y se dirigió al teatro, acercándose a la mesa de su rival, que la recibió sin desconfianza, porque no la conocía personalmente.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Pidió la esposa un paquete de bombones, y en el momento en que la vendedora se disponía a entregarselo, sacó con rapidez un revolver que traía oculto a prevención e hizo a la joven dos disparos a boca de jarrro, que le alcanzaron en el pecho.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>La agresora se entregó a la policia sin oponer dificultad alguna, y, entre lágrimas y suspiros, confesó su delito e hizo la historia de sus infortunios.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Acometida a poco de un ataque de nervios, fue conducida a una farmacia inmediata, donde costó gran trabajo restablecerla.</em></strong></div><strong><em>En cuanto a la hermosa Laura, quedó muerta en el acto.</em></strong><br />
<br />
En el solar patrio no íbamos a ser menos. También se cometió algún crimen pasional en un teatro. Pero en nuestro caso, tirando a crimen chapuza.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: center;"><br />
<strong><em>(91) EL GLOBO 23-01-1922 pag. 3 </em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>La actriz Robles muerta por su esposo</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>ALMERIA 21.- A las diez de la noche, en el teatro Cervantes, durante la representación del primer acto de "Santa Isabel de Ceres", ha ocurrido un sangriento suceso.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En el momento en que iba a salir a escena la primera actriz, Concha Robles, su esposo, el comandante de Caballería D. Carlos Verdugo Boté, hizo sobre ella varios disparos, e inmediatamente, volviendo el arma contra sí, se hirió gravísimimanete en la cabeza.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La infortunada actriz cayó muerta entre bastidores, al pie de la decoración. Uno de los proyectiles disparados por el señor Verdugo hirió al guardarropa Manuel Aguilar Boca. Este y la característica, presa del mayor terror, saltaron desde el proscenio al patio de butacas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El actor señor Tudela, vivamente emocionado, salió momentos después a explicar lo sucedido.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Concha Robles era natural de Almería, y al casarse con el comandante señor Verdugo, hace tres o cuatro años, se retiró del teatro. Repetidas veces trato de volver a la vida artística, pero siempre se opuso su esposo, que apeló a todos los medios para hacerla desistir de este propósito.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El señor Verdugo ingresó en estado agónico en el hospital.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El estado del guardarropa es grave.</em></strong><br />
<br />
Tampoco fue necesario salir al escenario para que te diesen un tiro. Este hecho podía ocurrir perfectamente durante el ensayo, entre bastidores.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(92) EL PAIS 20-01-1894 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Los dramas del amor</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>CRIMEN Y SUICIDIO</em></strong></div><strong><em>En Alcalá de Henares ocurrió en la tarde de ayer un sangriento suceso.</em></strong><br />
<strong><em>Procedente de esta capital, llegó hace unos días la compañía dramática que hasta hace poco en el circo de Rivas.</em></strong><br />
<strong><em>En la compañía figura un joven actor, de notables concidiones, llamado D. José Gómez, que con gran aplauso desempeñaba los principales papeles.</em></strong><br />
<strong><em>Este joven sostenía relaciones con una hermosa muchacha Obdulia; ayer, y durante el ensayo, estuvieron largo tiempo hablando; de pronto, Gómez sacó un revólver e hizo a su amada un disparo a quemarropa.</em></strong><br />
<strong><em>La infeliz cayó al suelo, quedando muerta en el acto.</em></strong><br />
<strong><em>Gómez entonces intentó huir, pero los demás artistas que en el escenario del teatro Cervantes había cerraron el paso, y viéndose perseguido volvió el arma, disparándose un tiro, quedando gravemente herido.</em></strong><br />
<strong><em>El suceso ha causado profunda sensación en Alcalá.</em></strong><br />
<br />
Si algunas artistas de teatro fueron perseguidas, no les cuento las de Cabarets, Varietes, etc. Siempre había detrás de ellas un don Juan impotente, un energúmeno pseudoconquistador, celoso...y un crimen ante el público<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(93) HERALDO DE MADRID 02-05-1928 pag. 1</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>En un cabaret de Zaragoza un industrial madrileño</em></strong><br />
<strong><em> asesina </em></strong><strong><em>a una bailarina de dieciseis años</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Se trata de un perfumista de la calle </em></strong><br />
<strong><em>Martin de los Heros </em></strong><strong><em>y una tanguista del Edén</em></strong></div><strong><em>El teléfono a vibrado desde Zaragoza con los detalles de una drama pasional. De eso que se ha dado en llamar suceso pasional, y que no es sino el deshaogo salvaje que el macho da a sus más bajos instintos cuando la hembra no se presta a servir de instrumento a sus pasiones.</em></strong><br />
<strong><em>Un hombre ha puesto con un balazo, en un cabaret, trágico final a la vida de una bailarina de dieciseis años.</em></strong><br />
<strong><em>Y cuenta el teéfono que al interrogar al matador este decía entre sollozos:</em></strong><br />
<strong><em>- ¡Porque la queria la maté!. ¡Estaba loco!</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>El suceso</em></strong></div><strong><em>A las cuatro de la mañana, en el cabaret Royal Concert, después de retirarse los concurrentes, quedaban únicamente las artistas, Nicéforo Rodriguez Rodriguez, natural de Olmos de Peñafiel, residente en Madrid, donde tiene un establecimiento de perfumeria sito en la calle Martin de los Heros, y Marcelino Balertm, chofer. Parece que Nicéforo asediaba a una bailarina que actuaba en el cabaret, llamada Concha Granados Fernandez, de dieciseis años, y se sabe también que la muchacha se mostraba indifernete a las insinuaciones de Nicéforo, hasta el punto que durante la noche había estado alternando con otros clientes. </em></strong><br />
<strong><em>Nicéforo, que había bebido con exceso, amenazó a la bailarina, pero ella no dio crédito a la amenaza, y cuando terminado el baile varias artistas acompañaban a Nicéforo en la mesa que ocupaba, este sacó una pistola y disparó contra Concha, que cayó mortalmente herida frente al vestíbulo, hasta donde había logrado huir.</em></strong><br />
<strong><em>Trasladada inmediatamente al hospital falleció al ingresar en el benéfico establecimiento.</em></strong><br />
<strong><em>Los disparos de Nicéforo produjeron en el cabaret una confusión indescriptible, y entre las artistas y los amigos que le acombañaban lograron detenerle y conducirle a la Comisaría.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>Lo que declara el matador</em></strong></div><strong><em>Ante el juez, Nicéforo, llorando, presa de una gran excitación, dijo que había cometido el asesinato obcecado por los celos y despechado por la actitud indiferente de la artista. También declaro que había llegado a Zaragoza con 2.500 pesetas, que se había gastado en el cabaret, quedándole unicamente trece. Al chofer Balert, le conoció hace cinco o seis días; simpatizaron mucho y a diario frecuentaban el Royalty.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Los protagonistas</em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHRm0m9ECK1KA6Dw3DN_xf59nbFhSl1kZTIqfhI-TbzF9hNVfMqDKR0XkxFrEHew1N5wqBbtRf9J62YPu6INUX3Vl-L7K0AS_mCzjSGA5yLRSw1s_BiQgxsWsl6kHFrqhrLtYRS1z2b6U4/s1600/Conchita.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" r6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHRm0m9ECK1KA6Dw3DN_xf59nbFhSl1kZTIqfhI-TbzF9hNVfMqDKR0XkxFrEHew1N5wqBbtRf9J62YPu6INUX3Vl-L7K0AS_mCzjSGA5yLRSw1s_BiQgxsWsl6kHFrqhrLtYRS1z2b6U4/s320/Conchita.JPG" width="132" /></a><strong><em>Conchita, muy agraciada, vivía en Madrid en la calle de la Encomienda, 10 primero letra A, en compañia de su madre, Sagrario Fernandez Fernandez, de treinta y un años; de su abuela Eladia Fernandez y de cuatro hermanos. Llevaba dos años de artista. Hace diez días que le había salido el contrato para Zaragoza, y allí había ido acompañada de su abuela. La artista muerta es hermana de la también bailarinaMary-Grana</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Nicéforo Rodriguez Rodriguez vive en Madrid en la calle Martin de los Heros, 41, acompañado de su hermana y de un cuñado. Era soltero y tenía veinticinco años.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>El matador es un irresponsable</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Uno de nuestros reporteros a procurado entrevistarse con la familia de Nicéforo, pero allí no le han facilitado ningún dato. Después hemos visitado a D. Eleuterio Paredes, propietario de un establecimiento de perfumería sito en el pasaje de Mateu. Este señor nos ha dicho que él y Nicéforo tuvieron juntos un negocio de perfumería hasta que en el pasado mes de Enero acordaron separarse, y Eleuterio se quedó con el negocio, dando a Nicéforo 12.000 pesetas. Con esta suma se estableció Nicéforo en un negocio también de perfumería, en la calle Martin de los Heros, 19.</em></strong></div><strong><em>Hace ocho días Eleuterio tuvo noticia de que su antiguo consocio había desaparecido, enviando con una continental la llave de la tienda a su cuñado. En la carta que acompañaba a la llave decía: </em></strong><br />
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz2uHnHc6U-vwIbpHdZfpuY78YNoMPxz5KZK7vGEH7G49IYUVjFB1sINh6195EOKgZKwyj-b-8ebdIwBNDSFX4YXedJyxJUfIi6eCjg8Zop8ck7ATDYoY_rHwU9FQXQzx_XVoVGbe7Vep-/s1600/Nic%25C3%25A9foro.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" r6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz2uHnHc6U-vwIbpHdZfpuY78YNoMPxz5KZK7vGEH7G49IYUVjFB1sINh6195EOKgZKwyj-b-8ebdIwBNDSFX4YXedJyxJUfIi6eCjg8Zop8ck7ATDYoY_rHwU9FQXQzx_XVoVGbe7Vep-/s1600/Nic%25C3%25A9foro.JPG" /></a></div> <strong><em>"Ahí te va la llave de la tienda."</em></strong><br />
<strong><em>También supo que el cuñado había hecho entrega de la llave en la Comisaría del distrito de Palacio, y el día 29 próximo pasado, en vista de que eran infructuosas las gestiones realizadas para descubrir el paradero de Nicéforo, procedió la autoridad judicial al precintado de las puertas de la tienda.</em></strong><br />
<strong><em>Trazado la semblanza moral de su infortunado amigo, el Sr. Paredes nos ha dicho:</em></strong><br />
<strong><em>- Es un pobre enfermo, que nunca ha tenido visos de conquistador. Padecía epilepsia, y cumpliendo sus deberes militares en Sanidad, cuando le faltaban ocho días para cumplir desertó. Fue detenido y se le instruyó la oportuna sumaria, y entonces fue declarado irresponsable.</em></strong><br />
<strong><em>Sigue el Sr. Paredes:</em></strong><br />
<strong><em>- Hace unos días supe que se reunía en un bar de la calle de Ferraz con unos sujetos de dudosa conducta, y que en unión de estos había estado en automóvil en el Escorial.</em></strong><br />
<strong><em>El Sr. Paredes ignora cuando conoció a la artista; pero supone que debió de ser cuando ésta actuó en un cabaret de Madrid. </em></strong><br />
<br />
Se dedicó al espectaculo público, murió en un espectáculo público y su entierro, ¡como no!, siguió la misma senda:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>HERALDO DE MADRID 04-05-1928 pag. 11</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>EL CRIMEN DE ZARAGOZA</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Entierro de la infortunada Conchita Granados</em></strong></div><strong><em>ZARAGOZA 4.- Esta tarde se ha verificado el entierro de Conchita Granados. Frente a la Facultad de Medicina, de donde salió el cortejo, se estacionó enorme gentio para ver pasar la funebre comitiva.</em></strong><br />
<br />
No era cuestión de perder la pista a este crimen; dos años depués aún quedaba algo suelto por la prensa: <br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>La Libertad 13-11-1930 pag. 6</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un loco que cometió un crimen pasional</em></strong></div><strong><em>Con destino a un manicomió ha salido de la cácrcel de Zaragoza Nicéforo Rodriguez, que mató hace dos años en el Cabaret Royal Concert a la artista Dolores Granado.</em></strong><br />
<br />
Veamos otro similar en Burgos:<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(94) LA VOZ 24-08-1935 pag. 8</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Drama en un "cabaret"</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>La artista "Venus de Valencia" resulta muerta a tiros</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>EL AGRESOR, QUE REQUERÍA DE AMORES A LA</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>ARTISTA, HIRIO GRAVEMENTE A OTRO QUE </em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>BAILABA CON ELLA E INTENTÓ SUICIDARSE</em></strong></div><strong><em>BURGOS 24 (5 t) .- Hace unos diez días llegó a Burgos la artista de cabaret Carmen Jimeno, de diecinueve años, natural de Valencia, conocida por la "Venus de Valencia" por su extraordinaria hermosura. Entró a trabajar en el cabaret titulado Kursaal Novedades, donde la conoció un tratante de ganados llamado Juan Arce Maestro, de treinta y cinco años, natural de Villasandino, soltero, que se enamoró de la muchacha.</em></strong><br />
<strong><em>Anoche llegó Arce al cabaret, donde vio a Carmen acompañada de varios clientes y no pudo hablarla.</em></strong><br />
<strong><em>Arce se dirigió a su domicilio, sin duda con el propósito de apoderarse de un pistola. Poco después volvió al establecimiento, invitando a champán a la madre de la artista. Cuando Carmen se hallaba bailando con un hombre llamado Esteban de la Fuente, de treinta y ocho años, industrial, Arce se levantó de su asiento, y sin mediar palabra, disparó su pistola contra la pareja que cayo al suelo.</em></strong><br />
<strong><em>Después volvió el agresor el arma contra sí, diesparándose un tiro en la cabeza. Agentes de la autoridad llevaron a los heridos a la Casa de Socorro, donde a poco de ingresar fallecía Carmen, que presentaba dos heridas de bala. Esteban se halla en gravísimo estado. Tiene tres balazos en el cuerpo. La herida que sufre el agresor es leve. Paso al hospital, donde es atendido con guardias de vista. El cabaret ha sido clausurado.</em></strong><br />
<br />
Está claro, que la profesión de artista de variedades fue de riesgo. ¿Seguro?, pues no, no lo tengo tan claro. A mi parece, que cuando la víctima del crimen es una mujer que fregaba escaleras y más bien fea, la noticia no interesa al público; apenas se dedican unas pocas lineas en páginas interiores. Cuando esta violencia se ejerce sobre una mujer joven, guapa, presentada con asiduidad en la prensa, entonces interesa. Hay que dedicar en el periódico o la revista todo el espacio que sea preciso, fotografias, entrevistas a familiares, etc.<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(95) 06-08-1934 pag. 5</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Una artista de "Cabaret",</em></strong><strong><em> ex reina de la belleza,</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em> muerta a tiros de pístola, en el cuarto de una pension</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>El agresor puso fin a su vida disparándose un balazo en la cabeza</em></strong></div><strong><em>Sobre las diez y media de la noche se recibió en la Comisaría del distrito de Palacio un aviso requiriendo la presencia de los agentes en una pensión establecida en el paseo de la Florida, num. 1, donde, según se manifestaba, debía de haber ocurrido algo anormal a dos viajeros que no habían salido de la habitación para cenar y que no constestaban a pesar de haberse llamado insistentemente a la puerta de su cuarto.</em></strong><br />
<strong><em>Personados dos agentes en dicha pensión, y no habiendo obtenido tampoco respuesta a sus llamadas, recabaron por teléfono la correspondiente autorización para entrar en la habitación, y una vez obtenida, por un balcón contiguo pasaron al cuarto de los viajeros, donde se ofreció a su vista un cuadro horroroso.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>UN HOMBRE Y UNA MUJER MUERTOS A TIROS</em></strong></div><strong><em>En la habitación, que no es muy grande, y sobre una cama de matrimonio, se hallaba el cadaver de una mujer joven, algo gruesa. Estaba completamente desnuda. Tenía una sortija de sello de oro en el dedo medio de la mano derecha y una esclava de oro tambien en el tobillo izquierdo.<br />
Tendido en el suelo, entre el lecho y el balcón, había un hombre en camiseta y calzoncillos, y junto a su mano derecha había caída una pístola automática calibre 6,35.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>EL JUZGADO DE GUARDIA RECONOCIMIENTO DE LOS CADAVERES</em></strong></div><strong><em>Inmediatamente se dio cuenta de lo que ocurría al Juzgado de guardia, que lo era el del número 16, compuesto por el juez, señor Medina; secretario, Sr. Infante; oficial, Sr. Naveira, y agente judicial Sr. Alcalá quienes se personaron en la casa del suceso, a cuya puerta se habían aglomerado numerosos curiosos, contenidos por unas parejas de Seguridad.</em></strong><br />
<strong><em>Constituido el juzgado en la habitación, el médico forense, señor Lemus, procedió a reconocer los cadáveres. </em></strong><br />
<strong><em>Ella tenía una herida en el bajo vientre, lado izquierdo; otra en el codo derecho, otra en la región mamaría del mismo lado, y una cuarta en el oído izquierdo, todas ellas de arma de fuego. La muerte, según el facultativo, debio de ser instantánea.</em></strong><br />
<strong><em>El tenía un balazo en el parietal derecho, mortal de necesidad.</em></strong><br />
<strong><em>En la habitación no se notaban señales de lucha ni de violencia alguna.</em></strong><br />
<strong><em>Registradas las ropas de ambos, en el bolsillo del pantalón de él fueron halladas dos monedas de cinco pesetas, y en la americana una cartera con un billete de 50 y varios documentos sin importancia.</em></strong><br />
<strong><em>En un bolso de mano perteneciente a la mujer había, entre varios útiles de aseo, una carta, fechada en Valencia y firmada por un tal Luis, dirigida, al parecer, a la muerta. Del escrito se deducía que estaba en relaciones con ella y la apremiaba para que fuera a Valencia a reunirse con él </em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>LO QUE MANIFESTARON LOS DUEÑOS DE LA PENSION</em></strong></div><strong><em>El juez, Sr. Medina, depués de hacerse cargo de todos estos efectos y disponer el traslado de los cadáveres al Depósito Judicial, tomó declaración a los dueños de la pensión.</em></strong><br />
<strong><em>Estos manifestaron que el muerto llegó el día 15 de Julio, procedente de Vigo, de donde era natural, según los documentos que presentó, y dijo llamarse José Cota Verdales, de trienta y cuatro años, casado, comerciante y vecino de la mencionada población gallega.</em></strong><br />
<strong><em>Alquiló la habitación con pensión completa, y a las dos horas llegó la que dijo ser su esposa y que ha sido encontrada muerta en el cuarto.</em></strong><br />
<strong><em>Desde aquel día hicieron una vida ordenada, sin que se les oyera reñir ni discutir. Por el contrario, parecían estar muy enamorados el uno del otro y salían con asiduidad después de las comidas; pero nunca consiguieron las criadas saber a punto cierto como se llamaba la señora.</em></strong><br />
<strong><em>Ayer tarde, después de haber comido, y sin que nada anormal se notara en los protagonistas del sangriento suceso se retiraron a su habitación; sin que ya nada pudiera saberse de lo sucedido hasta notar que los huéspedes no salían de la habitación.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>ALGUIEN OYO LAS DETONACIONES, AUNQUE NO LAS DIO IMPORTANCIA</em></strong></div><strong><em>Un hijo del dueño de la pensión dijo que hallándose a eso de las cinco y media de la tarde en la puerta de un bar cercano le pareció oir unas detonaciones, que atribuyó a cohetes de alguna verbena o bailes próximos.</em></strong><br />
<strong><em>A la hora de terminar la cena se extrañó de que el matrimonio no hubiera salido al comedor, y entró en sospechas de que algo anormal les hubiera sucedido. Así lo comunicó a su padre, y bajó llamando repetidas veces, sin obtener contestación. Entonces, ya francamente alarmados subieron por un balcón y descubrieron el sangriento crimen.</em></strong><br />
<strong><em>También se le manifestó al juez que todos los días acudía a comer con los huéspedes muertos un niño de unos diez años, que al parecer era sobrino de ella.</em></strong><br />
<strong><em>Practicadas todas estas diligencias, el Juzgado se retiró, dando órdenes a la Policia para que practicara determinadas gestiones, conducentes al esclarecimiento del hecho.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>IDENTIFICACION DE LA MUJER, UNA MADRE ATRIBULADA</em></strong></div><strong><em>Cuando las autoridades realizaban pesquisas para esclarecer el suceso y obtener la completa identificación de las víctimas, en las primeras horas de la mañana paro un "taxi" en la puerta del Juzgado de guardia y descendió del coche una mujer que lloraba y daba muestras de gran tribulación. A ésta mujer la acompañaba un hijo suyo, y ambos penetraron en la escribanía de turno, solicitando ver al juez de guardia.</em></strong><br />
<strong><em>Según manifestó la mujer, se llama Julia Martinez Gonzalez y es madre de la joven muerta a tiros en la pensión del paseo de la Florida. La pobre mujer se había enterado de la desgracia al leer lo ocurrido en la "Hoja Oficial", y acudía al juzgado solicitando ver el cadaver de su hija. El juez de guardia la hizo comparecer a su presencia y le recibió una extensa declaración, así como a su hijo, llamado Eduardo Martinez Gonzalez. Terminada la diligencia, y obtenido el permiso correspondiente, la inféliz mujer abandono el Juzgado en compañía de su hijo y se dirigió al Depósito judicial, en cuyo lugar, y ante el cadaver de su hija, se desarrollo una emocionante escena de dolor.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ8-ySOCunujw1V_fFnH6lpGAyFYSmcb3OwrkbZ4KotyVKxqHvmojCDHy4LIPVlhQtQmtfV1cdBAnJCSNv5ysi-CVYXu4DLkRmFU3vk14504lj6qQLFV0ccbfsXEeay19P6q8z6KX_pXng/s1600/Carmen.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" r6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ8-ySOCunujw1V_fFnH6lpGAyFYSmcb3OwrkbZ4KotyVKxqHvmojCDHy4LIPVlhQtQmtfV1cdBAnJCSNv5ysi-CVYXu4DLkRmFU3vk14504lj6qQLFV0ccbfsXEeay19P6q8z6KX_pXng/s320/Carmen.JPG" width="225" /></a></div><strong><em>LA HISTORIA DE UNA ARTISTA</em></strong></div><strong><em>Una vez identificada la víctima, pudo ya ponerse en claro la historia de este sangriento suceso.La muchacha se llamaba Carmen Martínez González, de veintiseis años, y vivía en la calle de Rosario, 25, piso principal, letra A, en compañia de su madre Julia, y de otra hermana de veintinueve años, llamada Pilar. También tenía un hermano de treinta y uno, llamado Eduardo, casado, albañil, que vive en la Ronda de Toledo, 10 duplicado, en compañia de su esposa y de un hijo de nueve años llamado Antonio, a quién su tía Carmen profesaba un extraordinario cariño.</em></strong><br />
<strong><em>Carmen Martínez era una mujer de extraordinaria hermosura. El año 28 fue elegida reina de la belleza del barrio de la Latina durante las fiestas de la verbena de La Paloma. Más tarde, hace unos cuatro años, se dedicó a artista de varietés y trabajó en diversos "cabarets", aceptando también contratos para trabajar en provinciasen establecimientos de análogo género.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>COMO CONOCIO A SU MATADOR. OTRAS RELACIONES</em></strong></div><strong><em>Hace año y medio, Carmen fue a Valencia contratada. Allí conoció a un joven llamado Luis, con el que entabló relaciones amorosas, que aún duraban actualmente. Hace unos dos meses, Carmen acompañada de su madre y de su hermana Pilar, salió para Vigo donde había sido contratada para trabajar en el "cabaret" El Brasil.</em></strong><br />
<strong><em>En una de las primeras noches acudió a dicho establecimiento un parroquiano llamado José Cota Bordales, acompañado de un amigo, y tomó asiento en una mesa donde se hallaba Carmen, con la que entabló conversación, dado muestras de ser muy de su agrado la muchacha. Esa noche José hizo alarde de una gran esplendidez, mandando sacar champaña. El gasto que hizo ascendió a unas 500 pesetas.</em></strong><br />
<strong><em>Desde entonces José acudia diariamente al "cabaret" y las relaciones entre ambos fueron haciéndose más íntimas. A los quince días terminó el contrato de Carmen en el establecimiento y la artista quedó sin trabajo. Entonces José, que se mostraba profundamente enamorado de ella, le dijo: " No te apures por tu situación, porque si aquí ganabas doce duros diarios yo te daré diez, para que vivas conmigo".</em></strong><br />
<strong><em>La proposición fue aceptada por Carmen, y juntos estuvieron hasta mediados del mes pasado, en que decidieron venirse a Madrid. Entre tanto, Carmen seguía manteniendo correspondencia con Luis, el novio que tenía en Valencia, correspondencia de la que tenía conocimiento José, pues ella no le había ocultado estos amores.</em></strong><br />
<strong><em>Según parece, Luis escribía a Vigo, y en sus últimas cartas apremiaba a Carmen para que fuera a Valencia con el fin de pasar juntos el santo de él; pero a esto se oponía José, y por esto se prolongó la estancia de Carmen en Vigo, hasta el día 15 de Julio, en que regresaron a Madrid.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>LLEGADA DE LOS AMANTES A MADRID</em></strong></div><strong><em>Una vez aquí José y Carmen, se instalaron en la pensión donde a ocurrido el trágico desenlace del drama. Todos los días iba a comer en compañia de ellos el nió Antonio, Sobrino de Carmen. También hacían frecuentes visitas a la casa de la madre de ella, en la calle del Rosario. Y allí mismo Carmen escribía a su novio de Valencia, mientras José leía el periódico.</em></strong><br />
<strong><em>Dice la madre de Carmen que José era de carácter reservado, y también le pareció notar que algo neurasténico. Ya en vísperas de emprender el viaje a Madrid observó que se volvía taciturno, cosa que le preocupó, y así se lo comunicó a su hija la cual le contestó: "Es que este hombre se ha enamorado de mí y esta chiflado".</em></strong><br />
<strong><em>La madre le comunicó a su hija que si le parecía ella hablaría a José para convencerl de que la dejara ir a Valencia; pero Carmen le contestó que no se metiera en nada, que ella lo arreglaría todo.</em></strong><br />
<strong><em>Ayer, como de costumbre, fue el niño Antonio a comer con Carmen y su amante, y nada notó de particular entre ellos. Terminada la comida, el niño queiso que su tía lo acompañara a casa de la abuela; pero Carmen lo despidió cariñosamente diciéndole que ya iría más tarde por allí, porque iba a dormir la siesta.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>COMO SE ENTERO DE LA TRAGEDIA LA FAMILIA</em></strong></div><strong><em> Lo que ocurrió después ya queda relatado anteriomente. Esta mañana, Eduardo Martínez, que había pasado la noche con su mujer y su hijo en casa de su madre, salió para trabajar, y ya en la calle compró la "Hoja Oficial" y se enteró del suceso. Inmediatamente regresó a casa de la madre en el estado que es de comprender, y le dijo: " Madre, que gran desgracia ha ocurrido, he leído en el periódico que han matado a Carmen." Julia oyó atónita esta noticia y sufrió un fuerte ataque de nervios.</em></strong><br />
<strong><em>Al cuarto de la familia, que lleva viviendo en la casa veintiseis años, empezaron a acudir vecinas, desarrollándose escenas de llanto, pues Carmen era muy querida en el barrio. Pasado los primeros momentos, Julia y su hijo Eduardo se encaminaron al Juzgado.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeJWieSlq0XsNAiFpZdBAjtlOVkUpgGnYBgzp2-6NlvopCaK0OZ3ub_qyGeqO_F1R59fVhXJLPL9NUAmRdpZKmSXFNWPyxG_o4V0EySXD8jwGRaqtiqygFV1jP9twcef9qLyeGobctQOIo/s1600/Jose.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" r6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeJWieSlq0XsNAiFpZdBAjtlOVkUpgGnYBgzp2-6NlvopCaK0OZ3ub_qyGeqO_F1R59fVhXJLPL9NUAmRdpZKmSXFNWPyxG_o4V0EySXD8jwGRaqtiqygFV1jP9twcef9qLyeGobctQOIo/s1600/Jose.JPG" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>ANTECEDENTES DEL MATADOR</em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Según las referencias dadas por la familia de Carmen Martínez, José Cota Bordales tenía treinta y cuatro años y era natura de Madre de Dios (Perú). Vivía en Vigo donde sus padres tuvieron un gran almacen de coloniales; pero como el padre de José, por su avanzada edad, no pudiera atender el negocio, lo traspasó, y entonces José, que era el hijo mayor, se dedicó a cuidar de la hacienda de su familia, administrándola, y además, a la compra y venta de automóviles y a otros negocios, en los que parece ser ganaba bastante dinero.</em></strong></div><strong><em>Según la familia de ella, José siempre manifestó a Carmen que era soltero, y sin embargo, como hemos dicho ya, por la documentación que fue hallada en sus ropas aparece como casado.</em></strong><br />
<div style="text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>LO QUE OCASIONO LA TRAGEDIA</em></strong></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Después de conocidos todos los detalles que dejamos consignados anteriormente no es difícil reconstituir la forma en que se desarrolló la tragedia, ni aún las causas de esta.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Sin duca alguna, José Cota, absorbido por la pasión que sentía por Carmen, temía que si ésta iba a Valencia a ver a Luis ya no volvería a verla, y esto debió de acentuar su excitación.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Ayer, después de acostarse ella, y cuando ya estuviera dormida, registro su bolso y encontró la carta de Luis con unos retratos de ella, que luego apareciron hechos pedazos. Por el contenido de la carta debió de comprender algo que acabó de ofuscarle y le llevó a realizar el sangriento drama.</em></strong></div><br />
<br />
Llegados aquí, expuestos más de cien crímenes pasionales, el lector ha podido comprobar que, en este tema, la realidad supera a la ficción. Inimaginable tanta locura, tanta barbarie. Por lo tanto, parece absurdo que en tiempos lejanos acudiese el personal al teatro o al cine, si existían, para "disfrutar" de un dramón con heridos o muertos de ficción; si los tenián delante de sus ojos en carne y hueso. Hubo un tiempo en que los juicios llegaron a convertirse en grandiosos espectáculos gratuitos. Para colmo los actores eran los vecinos, más cercanía, más morbo. ¿ Se podía pedir algo más?<br />
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<div style="text-align: center;"><strong><em> (96) 12-12-1913 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>TRIBUNALES</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Un crimen pasional</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Castellón 11 (9,30 noche)</em></strong></div><strong><em>En la audiencia ha empezado a celebrarse el juicio por jurados para juzgar un crimen cometido en Burriana la noche del 25 de Julio del pasado año.</em></strong><br />
<strong><em>Compadece como procesado Pablo Vicente González, que mató a su novia, Vicenta María Musoles, hermosísima muchacha de diecisiete años.</em></strong><br />
<strong><em>Aunque la vista está señalada para tres días, probablemente terminará mañana, pues hoy han compadecido 15 testigos de los 28 citados.</em></strong><br />
<strong><em>Esta causa ha producido gran apasionamiento entre los burrianeses, hasta el punto de que, cuando el anterior señalamiento, el pueblo entero se trasladó a Castellón, estacionándose en los alrededores de la Audiencia. La vista entonces hubo que suspenderla por enfermedad del abogado defensor, don Fernando Gasset. Se produjeron alteraciones de orden público y tuvo que intervenir la Guardia civil.</em></strong><br />
<strong><em>Hoy han llegado también de Burriana unas 800 personas, que invadieron la Audiencia ansiosas de presenciar la vista.</em></strong><br />
<strong><em>Fuerzas de la Guardia civil y de la Policía despejaron, dejando penetrar en la Audiencia solamente a unas 300 personas y cacheando a cuantos se acercaban. Se recogieron bastantes revolveres y cuchillos.</em></strong><br />
<br />
Buena ocasión para haberles robado el pueblo entero. Vaya tropa. Y digo yo: ¿para qué llevaban revólveres y cuchillos a la Audiencia?. ¿Pensaba alguno ofrecerse de verdugo?.<br />
<br />
Los juicios por crimenes pasionales no sólo levantaron la curiosidad y el morbo en España, en otros paises también llegaron a ser considerados espectáculos. <br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><em>(97) CRONICA HISPANO-AMERICANA 14-04-1886 pag. 15</em></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><em>ADULTERIO Y ENVENENAMIENTO</em></strong></div><strong><em>Las pudibundas inglesas han acudido pesurosamente a la sala de justicia la semana pasada, para asistir a las sesiones de una célebre causa llena de escabrosos detalles y peripécias propias para ruborizar a un granadero.</em></strong><br />
<strong><em>La afluencia de señoras ha sido tal, que el presidente tuvo que adoptar severas medidas restringiendo la entrada.</em></strong><br />
<strong><em>Pero vamos al proceso.</em></strong><br />
<strong><em>En 1875, Mr. Bartlett contrajo matrimonio con una francesa llamada Adelaida Blanco Tremouille, de 19 años de edad.</em></strong><br />
<strong><em>En vez de conservarla a su lado, Bartlett que es comerciante, la envió a Bélgica para que completase una educación que debía ser muy descuidada, puesto que el asunto duró dos años. Suficientemente instruida, Adelaida volvío al hogar doméstico, y em 1881 dio a luz a un niño muerto. De las declaraciones resulta que Bartlett no cumplió más que una vez sus deberes matrimoniales, por los cuales sentía profunda aversión. Aparte de este defecto, hacía feliz a su mujer, y aún testó legándole toda su fortuna.</em></strong><br />
<strong><em>Los esposos asistían semanalmente a la capilla de Rdo. Dysson, ministro del culto Wesleyen, una de las innumerables sectas que posee Inglaterra. Allí hicieron amistad con el pastor, al cual suplicó Bartlett, que enseñase el latín y el griego.</em></strong><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Esta idea de un tendero de enseñar lenguas muertas a su esposa es ya original; y más original todavía la de expresar en el testamento que a su muerte debe de contraer matrimonio con el reverendo.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>El Rdo. tomó las lecciones por lo serio y un día comunicó a Bartlett que su amor por Adelaida era ya tan violento, que se consideraba en el deber de abandonar el latín y el griego. El buen marido tranquilizó al pastor, quien desde entonces pasaba las noches en la casa, andaba por ella de gorro y zapatillas y abrazaba a la señora delante de los criados.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Bartlett era muy delicado de salud. El día primero de este año murió de repente. La familia recurre al testamenteo y pidió la autopsia, de la cual resultó que había muerto envenenado por cloroformo.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Días antes del fallecimiento, el reverendo recibió encargo de comprar cloroformo porque madame Bartlett quería que descansase su esposo por las noches. Mr. Dyasson se lo procuró en tres farmacias ciciendo en ellas que lo necesitaba para limpiar sus hábitos. Fue, pués, acusado de complice. </em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Y aquí viene lo más extraño del caso. El altorney, general, ha renunciado a perseguir al agente real del enveneamiento, y de acusado, el reverendo Dysson se ha convertido en testigo.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Los peritos no se han puesto de acuerdo sobre si el cloroformo puede o no producir la muerte empleado en la dosis en que lo absorbió Mr. Bartlett y ha terminado absolviendo a la viuda.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Y sin embargo, en la conciencia de todos está que en el fondo de todo esto existe un crimen.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Dentro de poco contraerán matrimonio la viuda de Bartlett y el Rdo. P., cumpliendo la claúsula del testamento.</em></strong></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><strong><em>Cono se vé, la justicia inglesa no debe de envidiar nada a la de otros paises.</em></strong></div></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"></div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2445234896428657904.post-24830865518355940412010-06-12T09:33:00.000-07:002011-04-07T14:15:59.073-07:0010 El crimen de película. ¿El fin de un clásico?<div style="text-align: justify;">Repasando la prensa, pueden encuentrarse algunos "crímenes pasionales" dignos del mejor guión de Hollywood. Casos en que la realidad supera ampliamente cualquier ficción imaginable. Con el añadido morboso de que estos sucesos acontecieron en nuestro entorno, en una España no muy lejana en el tiempo. </div><div style="text-align: justify;">Es comprensible que estos crímenes tuviesen un gran despliegue en la prensa, proporcional al desarrollo que esta última tuvo en cada momento. Intentar realizar un dosier de prensa por cada uno de ellos me ha parecido poco práctico; demasiado espacio, reiteración de noticias, etc. Por lo que he decidido hacer un relato breve de cada uno de ellos, con alguna cita textual intermedia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>(98) EL CRIMEN DE ARCHIDONA</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por las personalidades del autor y las victimas, el móvil del crimen pasional, el procedimiento y preparación, difusión en los medios, desarrollo del juicio y seguimiento posterior de reo, es el crimen más mediático del siglo XIX en España. Me consta, que en su tiempo, se hizo un libro sobre el mismo, al que no puedo acceder. No obstante, me atrevo a contar las historia de conformidad con la prensa de la época.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Archidona, 30 de Diciembre de 1886.</div><div style="text-align: justify;">Hacía rato que los relojes habían marcado las 12 de mediodía. En todo del pueblo, incluso hasta una legua del centro, pudo oirse una fuerte explosión. Provenía de la casa-consulta del médico D. Manuel Palomero. Personado el Juzgado Municipal, en funciones de primera instancia, en la misma, el panorama que encontraron fue desgarrador. Todos los muebles de la sala se encontraban desplazados hacia la entrada y en desorden. En primer lugar, próxima a la puerta, yacía fallecida la esposa del médico, Dñª Dolores Gonzalez; presentaba algunas heridas en la zona de cuello. La arteria aorta seccionada por alguna chapa metálica o similar. Una persona avanzó al fondo del despacho llamándole a D. Manuel, como no le respondió, se aproximó a él, intentó ponerle la mano en la cabeza al médico, pero no pudo. El cráneo y la masa encefálica habían desaparecido. A su alrededor, sobre el suelo ensangrentado se encontraban trozos de tejidos humanos. En las vigas de madera del techo estaban incrustadas esquirlas de huesos y dientes.<br />
La noticia se publico en diversos periódicos:</div><div style="text-align: center;"><br />
<strong><em>El Siglo Futuro de 03/01/1887 pag.3</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En Archidona ocurrió hace tres días un suceso que ha producido honda impresión en su vecindario, no solamente por las circunstancias que concurrieron, sino por la calidad de las personas victimas de la catástrofe.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Parece que un joven médico de dicha localidad, sostuvo con su esposa un altercado.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>A tal extremo llegó la exacerbación del marido, que arrojó entre él y su mujer un cartucho de dinamita.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Inmediatemente se produjo una espantosa detonación que destrozó horriblemente a los infelices esposos, cuyos mutilados restos fueron esparcidos por la estancia donde se hallaban.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Los desventurados esposos dejan huerfana a una criatura de pocos meses.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Marido y mujer eran jóvenes, y pertenecian a conocidas y acomodadas familias de la expresada localidad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En otro periódico, del mismo día, se explicaba el móvil:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><em>LA EPOCA 03/01/1887 pag. 2</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Según se dice de público, la causa que motivo tan desgraciado suceso fue la negativa de la esposa a firmar un poder para vender una finca de su propiedad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A la semana, algunos listos lo sabían todo: </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>LA IBERIA 04/01/1887 pag 2.</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Doble crimen</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En Archidona (Malaga) ha tenido lugar una horrorosa catástrofe que ha impresionado vivamente en aquella localidad.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Vivía en dicho pueblo un joven médico, don Manuel Palomero, hijo de otro médico mu respetable, aquel Sr. Palomero que cuando el cólera prestó tan meritorios servicios, durante el verano de 1984.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El joven médico a que nos referimos había dado muestras de pasajera perturbación en algunas ocasiones, quizá por la influencia del alcoholismo.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Cuéntase que una vez, al pasar por la fuente llamada de los Caños, disparó varios tiros a unas bestias que estaban bebiendo, sin otro objeto que el quitarles de aquel sitio....</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>...El 30 de Diciembre, a las doce o doce y media del día, entró el Sr. Palomero en su casa, creese que algo embriagado, y llamó a su mujer con el prestexto de que eligiese el modelo de unas camas...</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ni una sola verdad, como luego veremos. ¡Qué fácil es hablar mal de un difunto!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Según manifestó la criada, un momento antes de la explosión la esposa se encontraba con el niño y con ella misma en otra pieza. Dña Dolores decidió de "motu propio" acudir al despacho de su marido, para enseñarle muestras de camas de niño. Entró en el despacho y al momento aconteció la explosion. El juez descartó de inmediato la intencionalidad de matar a su mujer por parte del médico. No la había llamado, su presencia fue una coincidencia.</div><div style="text-align: justify;">Empezaron a tejerse nuevas tramas y teorías. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>El Día 07/01/1887 pag. 2</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En el més de Agosto último recibió el Sr. Palomero, procedente de Granada, una caja cuadrangular de no muy grandes proporciones, al parecer remitida por un farmaceútico de dicha capital, y que debía de contener un aparato eléctrico de aplicación a la medicina.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El Sr. Palomero, según después se ha podido deducir, debío de abrir al revés la caja, que contenía un grueso cartucho cilíndrico sólidamente atado con una cuerda embreada, y en contacto con material fosfórico, que rozaba con dos limas que debían moverse al tira de los bramantes que ataban la caja por fuera.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El Sr. Palomero no sospechó nunca que aquello fuera una máquina infernal ....</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>...Poco antes de la catástrofe, quizás el mismo día, recibió el Sr. Palomero por ferrocarril otra caja igual a la anterior procedente de Sevilla, y esta vez se infiere hubo de abrirla al derecho, tirando de la cuerda exterior para desatarla, lo que movió las limas e incendió el fósforo, haciendo estallar el cartucho de dinamita que sin duda contenía...</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El 19 de Enero, previo encargo de la Audiencia territorial de Granada, se hizo cargo del caso el magistrado de lo criminal de Antequera, D. Eusebio Martín Ruiz.</div><div style="text-align: justify;">El día 28 del mismo més, realizadas una cuantas averiguaciones en el Archidona, detuvo al Registrador de la Propiedad de Archidona, D. Ricardo Peris Mercier y al mozo de paquetería de la estación del ferrocaril.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ricardo Peris Mercier tenía entonces 42 años. Era alto, delgado, moreno y bien parecido. De carácter introvertido, apenas se le conocian amigos en Archidona. Salvo sus relaciones profesionales, el resto de relaciones sociales eran casi nulas. Había nacido en Alcira y era hijo de un relevante médico. Fue un buen estudiante de Derecho y posteriomente todos le consideraron un buen profesional del mismo. Durante once años ejerció de fiscal, estando su último destino en Torrente. Al respecto, en alguna ocasión Ricardo Peris se había manifestado en contra de la pena capital y también la repulsa que le causaba tener que pedirla en algunos procesos. Mientras tanto, preparó y aprobó, en 1877, las oposiciones a Registrador de la Propiedad acabando en Archidona. Sus ratos libres acostumbraba a pasarlos en un casa que poseía cerca del pueblo. Pasaba por ser una persona con buenos conocimientos de física y química, y una gran aficción a las manualidades de carpinteria y similares.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Descartado el asesinato de la mujer del médico por el marido y suicidio de éste, dos razones le llevaron al magistrado a tener en su punto de mira a Ricardo Peris, como primer sospecho:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La primera, es que había sido novio de la señorita Dolores. En un momento dado, tras varios años de relación, rompieron. Dolores se comprometió con el joven médico de la localidad. Cuando Ricardo supo que la boda era inevitable, dos días antes, él se caso por poderes con una joven de Torrente, con la que tuvo un hijo. Pero nunca se olvidaron. Consta que mismo día de la boda, la recien casada le envió una carta donde decía: </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>EL IMPARCIAL 16-05-1887 pag. 2</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Ya estoy casada, pero no voy a ser feliz, porque no amo a quien ya es mi marido. Sólo en ti pienso y sólo a tí te quiero. ¿Por qué no te has casado conmigo y me ha hecho dichosa?. A lo menos, tu puedes ser feliz, porque te has casado con una mujer que te quiere y a quien puedes querer. Pero yo...soy muy desgraciada. Cuando salgas de tu casa, pasa junto a mi ventana, pues tengo que hablarte.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mal inicio de un matrimonio. Las desavenencias conyugales eran "vox populi". Recordaban posteriormente los vecinos del pueblo que, en una ocasión, Manuel y Ricardo tuvieron un encontronazo, abofeteando el médico al registrador. También se comentó que Ricardo entonces juró vengarse. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La segunda razón, fueron los paquetes enviados mediante el ferrocarril y entregados al médico.</div><div style="text-align: justify;">El primer paquete, con remite de un farmaceútico de Granada, fue recibido en Agosto. No llegó a explotar, el médico tampoco llegó a saber para que era aquel artilugió. Se dirigió al farmaceútico de Granada pidiendo explicación del contenido, respondiéndole éste último: "que él no había realizado envío alguno". Finalmente dejó el paquete integro, con etiquetas de origen y destino, retirado en una alacena, olvidándose del mismo.</div><div style="text-align: justify;">El segundo paquete, de idéntica factura, había sido enviado desde Sevilla. </div><div style="text-align: justify;">Ambos paquetes fueron entregados al médico por un mozo de la estación de Ferrocarril de Archidona, llamado Juán Bautista. Según manifestó al magistrado: "unos días antes de la explosión, el Sr. Peris se dirigió a él, preguntandole si el médico había recibido un paquete".</div><div style="text-align: justify;">El gobernador de Granada puso a disposición del magistrado una pareja de la Guardia Civil. Personado un guardia civil en Sevilla, a los pocos días apareció con un camarero de la fonda El Cisne, quien reconoció haber sido él quien, en la mañana del 20 de Diciembre, facturó un paquete para D. Manuel Palomero, de Archidona. Llevó la caja por encargo de un señor, a quien podría reconocer. Cuando se la entregó dijo que portaba medicinas. En todas las rondas de reconocimiento identifico a D. Ricardo Peris como la persona que le entregó la caja. En el careo de ambos ante el instructor, el camero le acusó al registrador de la situación en que se encontraba por su culpa.</div><div style="text-align: justify;">La pista del segundo paquete fue más larga. Alguién manifesto haber visto al Ricardo Peris en Málaga durante el mes de Agosto. Se hicieron las comprobaciones pertinentes. Asi fue. Estuvo alojado en la fonda La Perla, donde propuso a un camarero desplazarse a Granada para realizar el envio de un paquete destino Archidona. El camarero no pudo y el registrador realizó este encargo a un mozo de la estación, al que pago por el viaje y el servicio 300 reales. Convino con él que recogería la caja en la estación, entregada por un hombre con patillas y gafas. Así lo hizo, recogió el paquete y lo facturó. Meses después, explotada la segunda caja, el Sr. Peris Mercier viajó a Malaga y entregó un duro a cada uno de los implicados para que no contasen nada ante posibles pesquisas de la policia. Pese a este intento fue reconocido por los mismos.</div><div style="text-align: justify;">En la instrucción del proceso el magistrado contó con un perito calígrafo, éste identificó los rotulos de etiquetas de los paquetes con rotulos de los libros de trabajo del Registro de la Propiedad.</div><div style="text-align: justify;">Testigos de la animaversion entre el médico y el registrador, testigos de los dos envios, testigo de la recepción, prueba caligrafica, eran suficientes pruebas incriminatorias. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El 24 de Febrero D. Eusebio Martin dió por concluida la instrucción del proceso entendiendo estaba completa.</div><div style="text-align: justify;">A mediados del mes de Mayo se celebro el Juicio en Antequera. Unos días más tarde salio la sentencia. Constaba de diecieseis resultandos y seis considerandos, para finalizar con el fallo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><em>EL IMPARCIAL 24-05-1887 pag. 3</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>En su virtud, el tribunal falla que debe considerarse a Peris autor de dos delitos de asesinato consumado y otro frustrado, todos con alevosía, premeditación y artificio, ocasionado grandes estragos en la morada del ofendido. </em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Por los primeros se impone al acusado Ricardo Peris la pena de muerte ya las accesorias para el caso de indulto.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Por el segundo, la pena de dieciseis años de cadena temporal.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>Se le condena también a una indemnización de 10.000 pesetas para el hijo de las víctimas.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>La sentencia ha sido dictada por unanimidad.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">D. Ricardo Peris Mercier era conocido en ámbitos de la Judicatura. Incluso me atrevo a decir que tenía buenas relaciones y amistades. A primeros de Junio ya se movilizaron sus condiscípulos de Valencia y Colegio de Abogados para pedir su indulto al Reina Regente. Ese mismo mes, se carteaba con Franciso Melero, a la sazón Juez especial en la lucha contra el bandolerismo en Andalucia, quien poniendo en duda las pruebas por apreciar vicios, afirmaba que el sistema judicial en vigor dejaba al Tribunal Supremo atado a la sentencia anterior.</div><div style="text-align: justify;">En Septiembre del mismo año fue admitido su recurso de casación ante el Tribunal Supremo. A finales de més se vio, y los primeros días de Octubre ratificaron la sentencia anterior<strong><em>.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Empezaron a llover las solicitudes de indulto. Desde Alcira, su pueblo de nacimiento, pasando por diversas instituciones valencianas, el Ayuntamiento de San Sebastian, hasta los frailes capuchinos de Antequera. Las peticiones de indulto circulaban por caminos que, hoy día, nos parecen torcidos. Veamos una:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>EL DIA 08-10-1887 pag. 3</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Los registradores de la propiedad de Valencia visitaron ayer al prelado de aquella diócesis, al gobernador de la provincia y al capitán general del distrito, rogándoles se interesaran por la concesión de indulto en favor del Sr. Peris Mercier.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Los registradores dirigieron un telegrama al señor Martos en el mismo sentido.</strong></em> </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El Viernes Santo del año siguiente, 1888, en el acto de adoración de la cruz, la Reina Regente le concedió el indulto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Inició el cumplimiento de su condena en Cadiz, para ser trasladado al penal de Ceuta. Parece ser que su mujer y su hijo también fuero a vivir allí para poder visitarle.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dos años después de su detención se corrió la voz, dato no contrastado, de que participó en un intento de evasión del penal con un compañero.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El Pais del 25-03-1898 dio cuenta de su fallecimiento en el hospital de Ceuta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>(99) ¿EL PRÍNCIPE EDGARDO DE BORBON?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sin ninguna duda, el crimen que viene a continuación es otro de película. Como siempre, un crimen acontecido en Paris es distinto; tiene glamour. La víctima: Edgardo de Borbon. Bueno, ¿si es que se llamaba Edgardo?, y ... ¿si es que descendía de los Borbones?. Yo pienso qué sí, aunque el único argumento que inclina la balanca hacia mi tesis es que en Francia siempre han tenido querencia por el cuello de los Borbones.</div><div style="text-align: justify;">La primera noticia al respecto fue la siguiente:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>LUZ 16-08-1932 pag. 15</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>EN UN HOTEL DE PARIS</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Una disputa, un alarido y el </strong></em><em><strong>ruido de </strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>un cuerpo que</strong></em><em><strong> se desploma</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>El principe Edgardo de Borgón es muerto</strong></em><em><strong> por su amante</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>PARIS, 16.- Esta mañana ha aparecido en un cuarto de hotel el cadáver de un hombre. La muerte había sido producida por un enorme corte en el cuello, hecho con una navaja barbera.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En las ropas de la víctima se encontró una tarjeta de identidad a nombre del príncipe Edgardo de Borbón, nacido el 19 de Noviembre de 1870, en Roncelstein, sin profesión y extranjero.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En la comisaría de policia se presentó una mujer llamada Candelaria Brau Soler, de cuarenta y cuatro años, natural de Maella (cerca de Zaragoza), que se declaró autora del asesinato.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Candelaria declaró que el príncipe descendia de los príncipes de Borbón-Parma, por parte de su madre. Había contraido matrimonio con una americana, la cual le había abandonado.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Candelaria subvenia a las necesidades del príncipe, dedicándose a la venta de productos de belleza que ella misma fabricaba y con lo que conseguía reunir unos 700 francos al mes. Hacían vida en común.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Añade Candelaría que el principe le había atacado con una navaja barbera. Ella se la arrebató y le asestó a su vez un golpe en el cuello que le produjo la muerte.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Por su parte, los vecinos han relatado que oyeron rumores de riña en el cuarto que ocupaba Candelaria en el hotel. Finalmente se oyó un alarido y el ruido de un cuerpo que caía a tierra. Más tarde, los pasos de Candelaria al salir del hotel.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El cadáver ha sido transportado al Instituto Médico-Legal.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con un sistema tan explicito una señora española comprobó que Edgardo no tenía sangre azul. Aunque otros, anteriormente, ya empezaron a sospechar lo mismo:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>LA VOZ 17-08-1932 pag. 5</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>El crimen de Paris</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Resulta que el llamado principe </strong></em><em><strong>hacía usurpación del título</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Aunque se ha afirmado que su padre era nada</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>menos que el emperador de Austria Francisco José</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>DECLARACION DE UNA ARQUITECTO</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>PARIS 16 (12 n) .- El Sr. Guillermo Prevoz de Saint-Cyr, arquitecto, que desde 1916 hospedaba generosamente en Neuilly-sur-Seine al príncipe Edgardo de Borgón, ha declarado que el príncipe estaba arruinado. Ha añadido que el prínicpe tenía relaciones íntimas con Candelaria Brau Soler, quien era de carácter poco simpático, y con la cual dicho señor no había querido relacionarse.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Segun el Sr. De Saint-Cyr, el príncipe, que era muy rico antes de la guerra, se había quedado arruinado después de la revolución austriaca.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El príncipe habaía contraido matrimonio con Clara Conger, con la cual tuvo un hijo que se llama Rodolfo de Borbón, que actualmente vive en América. Su esposa murio hace seis años a consecuencia de una operación. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Acerca de la identidad de su padre ha habido siempre gran misterio. Parece ser que el padre era el mismo Francisco José, emperador de Austria.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El príncipe ostentaba el titulo de general del Ejército austriaco.</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>NO ERA PRINCIPE</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>PARIS 17 (10 m) .- El periódico "Le Matin" anuncia esta mañana que, según noticias facilitadas por la representación diplomática austríaca, el llamado principe Edgardo de Borbón usurpaba dicho título.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La experiencia dice que estos temas siempre acaban degenerando. A lo pocos días el pobre hombre ya no figuraba en las ultimas páginas, sino en las primeras. Ahora, sobre todo, resulta que era un gorrón:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>HERALDO DE MADRID 20-08-1932 Pag. 1</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>LOS TURCOS TUVIERON LA CULPA</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>El príncipe de Borbón que debía a todos los</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>camareros y limpiabotas de Barcelona</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>¡Y pensar que ese desventurado príncipe Edgardo de Borbón, que ha muerto trágica y grotescamente, pudo haber sido uno de los reyes de Europa! El trono de Albania le pertenecía. Si los turcos no vencen a los griegos; si Plastiras y Gonatas no hacen fusilar a aquellos seis ministros, Edgardo muere de forma más solemne y honorable y las Cortes visten unos días de lutor protocolario. Pero... uno de los fusilados fue el presidente del Consejo de ministros griego Gonaris, que le apoyaba, y el destino de Edgardo de Borgón se torció, y de tumbo en tumbo por la andurriales de la vida, fue a tropezar con la muerte, que le acechaba tras las cortinas desvaídas y polvorientas de un humilde cuarto de hotel parisiense.</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>- . - </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>En 1917 su negocio del trono de Albania iba bien. Gonaris trabajaba incesantemente por él en la esfera de la política internacional. Albania sería un protectorado de Grecia. Entonces apareció el príncipe Edgardo en Barcelona. Era un caballero alto y enjuto, que usaba siempre espuelas y alta bota militar. Ex coronel del ejercito austriaco. Parecía que acabada de dejar el caballo o estaba dispuesto a montarle. Pero su caballo</strong></em> <em><strong>no aparecía nunca. Se instaló en el mejor hotel de la ciudad y se dio de alta en dos o tres casinos. Tenía aún dinero: unos miles de libras que la mangancia de los casinistas devoró rapidamente. Edgardo se vio de pronto sin dinero cuando aún no estaba resuelto el asunto del trono. Y el príncipe, de sableado, pasó a ser sablista. Se hizo todo un profesor. El príncipe operaba con la promesa de altos cargos en Albania. Al año había constituido teoricamente su Ministerio albanés, con los dos presidentes de las Cámaras y unos cuarenta ministros. En el ateneo ofreció los mejores destinos. Luego, por los cafes, ofreció empleos menores. Hizo limpiabotas y camareros de la real casa; nombró inspectores de las comunicaciones agrestes. Todo a cambio de cafés, limpieza de calzado y donación de cigarrillos. Albania llego a tener cinco altos funcionarios barceloneses por habitante. El caballo que no había montado nunca desde su llegada lo tuvo que vender. Fue enganchado en un camión que iba y volvía al puerto, y el animal lanzaba tristes relinchos cada vez que veía a su antiguo dueño en una de las terrazas del centro de la ciudad.</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>- . - </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Ya al final de su vida en Barcelona, cuando las trampas le devoraban; cuando ya los acreedores empezaban a no creer en su reinado, fue cuando el principe Edgardo conoció a la zaragozana Candelaria Brau. La hablo enternecedoramente y la hizo el mejor ofrecimiento para el momento de su exaltación al trono albanés. La dijo que pensaba divorciarse de su mujer. la millonaria norteamericana, de Cleveland, Clara Conger, de la que hacía años estaba separado, y que la haría su segunda esposa. Candelaria soño también desde entonces con el trono albanés. Y cuando el príncipe marchó a Paris, a Neuilly, a reunirse con su amigo y mecenas el ingeniero Prevost de Saint-Cyr, Candelaria corrió en su busca.</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>- . -</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Los turcos tuvieron la culpa.Sin la revolución de Grecia, Edgardo y Candelaria, unidos en matrimonio, hubiesen sido revenrenciados en Europa. ¡Y cuantos poetas, hoy aún anónimos,que devoran medias tostadas, hubiesen llegado a ser ministros! Los turcos tuvieron la culpa.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Llegamos a un punto, que empiezan a opinar hasta las porteras. Había quien decía que se habia fundido todos los cuartos que Candelaria tenía de la herencia de sus padres fallecidos. Según fueron pasando los días, fueron apareciendo en los periódicos: fotos, caricaturas, medias mentiras y algunas medias verdades:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>HERALDO DE MADRID 22-08-1932 pag. 11</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>....Después de cometer el crimen doña Candelaria, que era muy devota y llevaba siempre consigo un libro de rezos, abandonó la habitación -teatro de la tragedia- y deambuló sin rumbo por las calles de Paris. Llegó, a las siete de la mañana, a la Embajada de España. </strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>LA VOZ 25-08-1932 pag. 6</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Edgardo era un aventurero milanés</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>ROMA 25 (10 m) .- Según la Prensa, el pretendido Edgardo de Borgñon era el aventurero milanes Lorioli. "Il Corriere della Sera" dice que el antiguo abogado asegura formalmente haberle reconocido.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En esta desinformación de la información, no podía faltar la trama política. La Vanguardia insistia en su participación en un intento de golpe de estado a Primo de Rivera. ¡Si con librarse de sus cobradores ya le valía! ¿Para que se iba a meter en más lios?:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>LA VANGUARDIA 26-08-1932 pag. 19</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>Más de la muerte del llamado príncipe Edgardo de Borbón</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Paris, 25 .- El juez que instruye proceso por la muerte del príncipe Edgardo de Borgón a tomado declaracioens a Candelaria Brau Soler.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Parece que el magistrado ha abordado la cuestión del espionaje, pues en su primera declaración Candelaria dijo que había matado al príncipe porque éste le reprochó conocer demasiado sus manejos.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>El juez guarda gran reserva sobre el resultado de estas declaraciones.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><em><strong>Esta tarde, el juez levantará los sellos en presencia de Candelaria.</strong></em></div><div align="center" style="text-align: justify;"></div><div align="center" style="text-align: justify;">Mientras tanto seguian dándole vueltas a sus datos de identificación. ¿Qué quién era su padre, y su madre? ¿Qué de dónde era? Lo que se hubiesen ahorrado con un DNI en regla:</div><div align="center" style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em><strong>La Libertad 26-08-1932 pag. 4</strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>La verdadera identidad del muerto</strong></em></div><div align="center" style="text-align: justify;"><em><strong>Paris, 25.- La policía francesa confirma las informaciones de otras, especialmente la italiana, acerca de la identidad del supuesto príncipe Edgar de Borbón.</strong></em></div><div align="center" style="text-align: justify;"><em><strong> Se trata en realidad de un tal José Lorioli, nacido en 1866 en Carco (Trentino), hijo de Josefina Pagani, que antes de casarse sostuvo relaciones íntimas con el general austriaco Borbón.</strong></em></div><div align="center" style="text-align: justify;"><em><strong>Lorioli casó con Teresa Mangiagalli, de la cual tuvo un hijo; pero a la que poco después abandono para marchar a Lucerna, y luego en 1882 a Francia, bajo el nombre de Lorioli, siendo condenado por infracción del reglamento de ferrocarriles.</strong></em></div><div align="center" style="text-align: justify;"><em><strong> Estuvo también en Atenas, donde fue condenado por estafa. Marcho luego a Southampton y después a Estados Unidos, donde se naturalizó con el nombre de Edgar de Borbón. En América se divorció para casarse con Clara Cogner, de la cual tuvo un hijo.</strong></em></div><div align="center" style="text-align: justify;"><em><strong>Volvió a Europa; estuvo en Albania, y más tarde en Barcelona en donde se dedicó al contrabando de armas. En 1925, depués de haber estado detenido en Milán, volvió a España, de donde, finalmente, fue expulsado.</strong></em></div><div align="center" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" style="text-align: justify;">Todavía hubo más tesis sobre su persona y surgieron nuevas hipótesis. Estas últimas, probablemente, sólo en la mente de los periodistas, acerca de si era un espia. ¡ Pero si todavía no había nazis, ni cia! </div><div align="center" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center" style="text-align: justify;">En julio de 1933 tuvo lugar el juicio en Paris. El finado tuvo tantos nombres, nacionalidades y oficios que el juez acabó neurasténico y hasta las mismísimas pelotas de caso. No se aclaraba de quien estaban hablando. Al final, como no hubo testigos de la agresión y, estaba más claro que el agua que, el tipo fue un estafador, decidió dejar sin cargos a la "mujer española, asumiento su tesis de homicidio en defensa propia.<br />
A lo dicho: Un Borbón menos, ¿qué les importa a los franceses?</div>© El autor: José Luís García Ruizhttp://www.blogger.com/profile/13774426654450181776noreply@blogger.com0