0 El crimen pasional en la prensa

Cuando era niño recuerdo haber visto, leído u oído la expresión “CRIMEN PASIONAL”. Tal vez por esas asociaciones extrañas que se hacen en la infancia, pensé que tenía algo que ver con hechos acontecidos en un universo romántico. Un hombre o una mujer que mueren o matan por amor. Duelos entre espachines por el amor de una mujer, venganzas por el ultraje a la mujer querida, satisfacción del honor de la amante abandonada. Pasiones de película o folletín en estado puro.
Ya no hay cine en blanco y negro, cerraron “El Caso”, en la radio no relatan series terribles. Ni siquiera las vecinas cuentan, en las veladas de tarde, cruentas historias de amor; ahora, ésta valiosa colección de reporteras de la tradición oral, por desgracia ya sólo saben ponerse delante del televisor y tragarse el último crimen por tráfico de drogas o reparto de herencias. Pura basura.

En plena era digital, un día sin mas quehacer, se me ocurrió escudriñar en las hemerotecas de la prensa digitalizadas, realizando una búsqueda con el texto exacto: “crimen pasional”. Los resultados fueron espectaculares, y seguro que siguen siendo, en cifras y relatos. Sin proponérmelo me encontré con cuatrocientos recortes de prensa y me convertí en aprendiz de policía, médico forense, periodista, fiscal, abogado defensor, juez; suma de profesiones para las que no tengo vocación, ni valía alguna.
Puesto a leer, toda vez comprobada la heterogeneidad de hechos a los que un periodista, o un simple reportero provinciano, calificó con estos términos, decidí ordenar un poco los datos y sistematizarlos.

¿Qué es un crimen pasional?
La Real Academia de Lengua Española ofrece tres acepciones para la palabra crimen:
1. Delito grave.
2. Acción indebida o reprensible.
3. Acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien.
Respecto a la palabra pasional sólo ofrece una:
Perteneciente o relativo a la pasión, especialmente a la pasión amorosa.
De acuerdo con estos dos términos, el crimen pasional es el hecho de herir o matar a alguien por motivo de pasión amorosa.

Durante muchos años, preferentemente del siglo XX, la prensa española utilizó estos términos en las cabeceras de noticias o en el contenido de las mismas, para calificar las agresiones entre personas, en la mayoría de los casos de hombre a mujer, sin demostrar la existencia de la pasión amorosa. Fueron metiendo en el mismo saco a la violencia machista, a la violencia doméstica u otras manifestaciones cobardes de violencia de género, que nos avergüenzan como humanos, y que sin duda es imposible puedan surgir de una pasión amorosa. Al respecto, Rosa Rodríguez Cárcela de la Universidad de Sevilla, en 2008, presentó una trabajo titulado: DEL CRIMEN PASIONAL A LA VIOLENCIA DE GENERO: EVOLUCION Y SU TRATAMIENTO PERIODISTICO. Comparto su opinión de que, en general, la denominación correcta es: violencia contra la mujer. La Real Academia, me consta, a día de hoy tampoco acepta esa expresión para identificar estos hechos.
Personamente, contradiciendo a esos periodistas que abusaron de la expresión crimen pasional, a los crímenes machistas los excluiré de este blog. Salvo en algún caso que aparezca tangencialmente. El energúmeno de "o eres mía o no eres de nadie" no parece que sea interesante para nadie.
Sirva como ejemplo de barbaridad esta noticia:
(1) EL CORREO MILITAR 09-12-1899 pag. 1
Otro crimen pasional y un suicidio.
Un asistente de un comandante requería de amores a una joven; creyó matarla por celos, y se suicido después; ella no ha muerto. El asistente era un buen muchacho, hijo de un sargento de la Guardia Civil. Buscad la mujer siempre que ocurra algo gordo. Ellas son la causa de casi todas las desdichas de los hombres, desde que el mundo es mundo.
Afortunadamente nuestra sociedad  ha cambiado y esta noticia resulta impensable en nuestros días.

Entonces la expresión “crimen pasional” ¿fue un invento en exclusiva de los periodistas?. Para mí no. Los crímenes pasionales tuvieron lugar y aún ocurren. No obstante prefiero que sea el lector quien forme su opinión cuando vaya leyendo.
De las pequeñas notas, en publicaciones periódicas breves (4,6 u 8 hojas) de fin del siglo XIX y primeros del XX, pasaron a relatar estos sucesos con todo lujo de detalles, las circunstancias, el móvil, las armas, detenciones, juicios. Con el desarrollo de la prensa gráfica, entorno a los años 20, hubo casos en que se facilitaron fotos de agredidos, generalmente cadáveres, y agresores con cara de malos o zumbados. Hubo algún tiempo en que podemos hablar del crimen pasional como espectáculo, como lectura de entretenimiento, etc.
De todo esto trata este blog.

Puede que el lector, ahora mismo, esté pensando que todo esto son historias que ocurrian hace muchos años en unos pueblos perdidos, casi al margen de la civilización, o tal vez en esas zonas de España donde el exceso de calor altera la mente. ¡Cuidado! Toque madera y agárrese la ropa. Los casos se distribuyen casi por igual en toda la geografía española. Es muy probable que a unos metros de su casa tuvo lugar uno de estos crímenes, o que se encuentre con que fue un ancestro suyo el que anduvo repartiendo navajazos, ¡por amor por supuesto!, ¡siempre por amor!.

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