3 La mujer despechada

Tal vez, alguien cayó en la tentación fácil de pensar que el causante del crimen sólo puede ser el energúmeno, el posesivo, el humillado, el herido en su honor, el loco. Pues no. Aunque la proporción, sin duda es muy desfavorable para el crimen machista, confirmo que existe la posesiva, la humillada, la loca....

El primer crimen pasional que encontré en la prensa, en que la agresora es una mujer, fue el siguiente:
(27)  La Epoca 16-06-1899 pag 4
Soria.- En el pueblo de Albeal del Pozo ha ocurrido un crimen pasional.
Gabriela Celorrio, que sostenía relaciones amorosas con Gregorio Calonge, exigió a su novio que cumpliese la promesa de matrimonio que la había hecho, y al ver su negativa, disparó contra el mismo una pistola que le produjo una grave herida en la espalda.
Gabriela fue detenida.

Uno que es sensato y vela por su vida piensa: ¡Cuidado con despechar a una mujer!. Cierto, pero menos aún si ésta es vizcaina. Veamos:

(28) El Liberal 02-01-1915 pag 5.
CRIMEN PASIONAL
A la una de la tarde, cuando terminaba el concierto de la Banda municipal, ocurrió en el Arenal un sangriento suceso.
Se retiraba del paseo José Alvarez Gutierrez, de treinta y tres años, viudo,barbero, natural de Valladolid, y al llegar a la acera del puente se aproximó a él Josefa Iciar, de ventitres años, soltera, natural de Deusto.
Alvarez se separó de los amigos que le acompañaban para conversar con Josefa, amante suya, con quien había roto relaciones anteayer.
Josefa, separando violentamente de si a una hija suya de pocos años, que llevaba de la mano, disparó un tiro contra José.
Este echo a correr, perseguido por la mujer, que le disparó otros cuatro tiros todos los cuales hicieron blanco.
José se halla gravísimo, temiéndose que muera.
Josefa se dejó prender sin resistencia, y tomando a la niña de la mano, se fue tranquilamente con los guardias.
Manda huevos, va corriendo a balazos, por el centro de la ciudad, a un blanco en movimiento y no falla un tiro, pin,pan,pun,pun y pun. Tiradora de elite, lástima que entonces no existian los GEOS para ficharla. Después se va tranquilamente. ¡Del mismísimo Bilbao tenía que ser!.

Crónica breve, pero sin perdida, ahí va otra joya vizcaina:
(29) La Libertad 21-11-1921 pag 4
Un crimen pasional
Bilbao, 21 -- Hoy una mujer llamada María Ortiz, vecina del pueblo de Musques, la cual desde hace tiempo buscaba a Eusebio Espinosa, le encontró esta tarde, y le disparó cinco tiros de revolver, matándole.
Se trata de un crimen pasional, pues parece que el muerto había abusado de la matadora, jactándose publicamente de ello.
Entiendo que Musques responde a lo hoy conocemos como Muskiz, territorio al Oeste de Vizcaya, por donde se busca a los malhechores, montado a caballo, con un Colt del 37 hasta que les encuentran y pagan por sus fechorías. Respecto a la segunda parte del relato no tengo duda de que el muerto no abusó de la matadora; de vivo tal vez, pues al relator sólo le parece.
Y pensar que estuve a punto de tener una novia de Vizcaya. ¡Qué alivio!

Sus vecinas alavesas tampoco eran mancas a la hora de manejaban el revolver. Doy fe de que estas vascas eran muy trabajadoras y hacian la tarea completa, siempre descargan los cinco tiros del revover. Exhorto a tener cuidado con las vascas:

(30) ABC 10-01-1913 pag. 9
Vitoria
En Salinillas ha ocurrido un crimen pasional. Una joven llamada Elvira Leiba, disparó cinco tiros de revolver sobre su novio Hipólito Iriarte, dejándole gravísimo. Ha sido detenida. La agresora a hecho declaraciones, tratando de aminorar su responsabilidad. Fue trasladada a la carcel de La Guardia.

Siendo riguroso y realizando un reparto por autonomías las distribución es bastante equitativa.

(31) El Sol 18-01-1921 pag. 10
Un hombre muerto de varias cuchilladas
Barcelona 17 (11h)- A las nueve y cuarto de esta noche se ha desarrollado un sangriento suceso en la barriada de San Pablo, del que ha resultado víctima un obrero llamado Salvador Cola, de veintisiete años, carretero de oficio. Este individuo había tenido relaciones íntimas con una joven de veintidos años, llamada Consuelo Salinas, a la que abandonó hace algún tiempo.
Hoy se encontraron en la ronda de San Pablo, y disputaron. A la discusión puso término Consuelo sacando un cuchillo y clavándolo varias veces en el cuerpo de su amante. Salvador murío en el Dispensario del Rosal, adonde fue conducido.
La agresora quedó detenida.

Comprobamos que a una mujer no se la puede abandonar, así porque sí, el día que te da la gana. El móvil de la novia abandonada fue recurrente en la Mancha y toda España:
(32) LA VOZ 23-02-1935 pag.7
LAS TRAGEDIAS DE LOS CELOS
Una mujer mata a su antiguo novio cuando paseaba con otra muchacha
Cuenca 11 (12n) A primera hora de esta noche, cuando mayor era la concurrencia en el paseo conocido por Carreteria, se ha registrado un crimen pasional. Por el lugar citado iba paseando con su novia, Damiana Yunta, el industrial de esta plaza D. Enrique Pradas Garcia, de ventisiete años, dueño del establecimientode tejidos conocido por El Negrito, cuando le sorprendió por la espalda Natalia Romero Moral, de treinta y tres años de edad, soltera, de oficio peinadora, que le asestó una tremenda puñalada en el lado izquierdo del pecho, que, según la impresión de los facultativos, le intereso el corazón, falleciendo el herido pocos minutos despues de ingresar en la Casa de Socorro.
Parece que la agresora y el agredido mantuvieron relaciones amorosas hace algún tiempo, y que los celos han sido el movil del crimen. Natalia quedó detenida en el acto, ingresando en la carcel.

Si la abandona es una gallega, que Dios te pille confesado. No exagero, lean:
(33) El Sol 23-08-1922 pag. 6
CRIMEN PASIONAL
Un hombre muerto
Vigo 22-- Esta mañana se encontraron en el barrio de los Pescadores José Balladares y Balbina Collado, los cuales habían sostenido hace algún tiempo relaciones amorosas. Balbina requirió a su ex novio para que reanudaran sus relaciones, a lo que se negó terminantemente José y la insultó.
Exasperada Balbiana ante esta negativa, agredió con un cuchillo a José, seccionándole la yugular.
José falleció al ingresar en la Casa de Socorro. La agresora fue detenida. (Mencheta).

Parece, que en Galicia las mujeres manejaban bien el cuchillo, incluso hay una sádica que actua con premeditación muy calculada. Este caso se publicó en varios periódicos
:
(34) LA ÉPOCA 25-07-1935 pag 3
EL HORROSO CRIMEN DE UNA JOVEN
Ata a su novio a un arbol y, después de vendarle los ojos, le dá una cuchillada en el cuello, matándole.
Vigo25.-- Se reciben noticias de un crimen pasional ocurrido en el pueblo de Guimarey, inmediato a la villa de Estrada.
La señorita Elena Ramos Barros, de dieciseis años, de extraordinaria belleza y perteneciente a una acaudalada familia, sostenia relaciones con Jesús Filloy Godoy desde hace tres años.
Por causas que se ignoran, los novios riñeron hace un mes. Ultimamente Elena envió recado a Jesús para que acudiera a una cita en una robleda próxima a su casa.
Jesús acudió y se mostró tambien Elena. Bromeando, esta dijo a Jesús que se dejara atar a un arbol y ver si era capaz de soltar las ligaduras que ella le pusiera.
Jesús se rindió y accedió a la pretensión de Elena. Cuando esta le tuvo fuertemente atado, le vendó los ojos con un pañuelo, y sacando un cuchillo de gran tamaño, le dió una tremenda cuchillada en el suelo.
Seguidamente huyo a su casa, monstrándose serena y tranquila.
Jesus, tras grandes esfuerzos pudo desatarse, dirigiéndose a una casa inmediata, donde falleció.
Parece que Elena habia jurado matar a su ex novio, porque -dijo- era mujer honrada y así queria vivir.
Elena ha ingresado en la carcel sin haber perdido su serenidad.

Que tranquila se quedó la chiquilla una vez cumplida su obligación, no hay como el deber cumplido, lo que es tener limpia la conciencia.

En la Villa de la Corte también hubo casos:

(35) La Vanguardia 07-08-1927 pag.19
Crimen Pasional
En el pueblo de Carabanchel Bajo, la joven de dieciocho años Juana Cano, agredió con una navaja barbera a su ex novio Antonio Molinero, que la había seducido.
Según a manifestado la agresora se defendió porque Antonio le amenazaba como si quisiera sacar un arma del bolsillo.
La herida que sufre Antonio Molinero es grave.

En general, como vemos, el perfil de la agresora es mujer joven abandonada. Parece lógico que siempre sea la juventud quien se atreva a transgredir las normas. En el sugiente caso la agresora no es una joven:

(36) La Vanguardia 09-08-1902 pag. 3
Madrid 9, 9,15
Anoche se recibió aviso en el Juzgado de guardia, de que estaba gravemente herido en la casa de socorro un individuo.
En efecto, en la cama de operaciones se hallaba tendido Jose Francisco, de 38 años de edad, soltero, barbero y natural de Casas del Puerto, provincia de Caceres.
Este individuo presentaba una herida inciso punzante de cinco centímetros de extensión, en la parte derecha del cuello.
A pesar de que el herido fué calificado de grave, pudo declarar con entera seguridad ante el Juzgado.
Jose Francisco manifestó que desde hace algún tiempo vivía maritalmente con Leonor Villar.
Los celos de Leonor originaban a menudo grandes disputas, haciendo a Jose intolerable la vida con una mujer que constantemente le insultaba.
En vista que no podía conseguir que Leonor cambiara de proceder, decidió separarse de ella y para ponerlo en práctica se avistó con el delegado de vigilancia del distrito de la Universidad, con objeto de que se personara en la casa que habitaba y a presencia de la autoridad retirara Leonor los muebles que eran de su pertenencia.
Quedaron convenidos de que ayer a las siete de la tarde se verificaría la diligencia.
En efecto, a las siete de la tarde se presentó el agente Braulio Sanchez; llegó a la casa 59 de la calle Madera, donde hay una barbería en la que trabajaba José Francisco y viendo en la puerta del establecimiento a la Leonor le entregó un volante que llevaba citándola a la Delegación.
Con malos modos y peores palabras cogió el volante ella y encarándose con José comenzo a increparle duramente.
Entraron en la habitación situada en el interior del establecimiento y a los pocos momentos se oyeron gritos de socorro, saliendo enseguida José echando sangre por el cuello.
Detrás de él salió Leonor, llevando en la mano una navaja de afeitar.
El individuó que estaba en la barbería a medio afeitar echó a correr a ver lo que ocurría.
Entre uno de los barberos y el agente de vigilancia llevaron al herido a la casa de socorro.
La agresora, como hemos dicho, se llama Leonor Villar, viudad, de 40 años y tiene una niña de corta edad.
Cuando hubo cometido el crimen sufrió un fuerte ataque nervioso, siendo asistida también en la Casa de Socorro.
Allí manifestó que había cometido el crimen en un momento de exaltación.
Al ser encerrada en un calabozo solicitó que se le llevara a su hija para tenerla en su compañia, a lo cual accedió el juez.
El herido fue trasladado luego de la Casa de Socorro al hospital, hallándose bastante mejorado dentro de la gravedad.
Aún hay algunas esperanzas de salvarle la vida.

Decía en la presentación que, con el desarrollo de la prensa gráfica hacia 1920, el crimen pasional en la prensa tuvo otro tratamiento. Dejó de ser una  breve nota con cuatro datos. Aparte de que son los años en que los períodicos están plágados de estos delitos, tal vez porque se cometieron más (puedo estar equivocado),  los periodístas parece que encontraron un filón de oro y quisieron explotarlo.
    Si el crimen ocurre en ciudades, no en localidades pequeñas, o tiene lugar entre personas relevantes en la sociedad,  no pobres o marginales, el periodísta intentará desarrollar la noticia acompañándola de fotos. Es aquí donde viene a cuento aquella frase de "no dejes que la realidad de estropee una buena historia". Sobre cuatro datos objetivos proporcionados desde la Comisaría, el Juzgado o el Hospital, más una entrevista a una portera y otro que pasaaba por alli, y unas fotos trágicas, incluso macabras, se construye un relato anovelado. ¿Qué no se sabe algo?, ¡se inventa!.  ¿Queda un relatos soso?, ¡se inventa más!.
De un periódico madrileño, de los pioneros de la prensa gráfica, he tomado un relato, como muestra de ambas cosas. Posteriormente, en otro capítulo, haré referencia a este crimen pasional comparando lo que el redactor de este periódico escribió y lo que escribieron otros. Señalar que este crimen es el primero que veo en una página 1.

(37) Heraldo de Madrid 03-09-1916 pag.1
EL TRAGICO SUCESO DE HOY
UNA MUJER MATA A SU AMANTE
Suicidio de la agresora
El crimen.
Aproximadamente a las seis de la madrugada de hoy un automóvil amarillo, de los llamados "Bebe", con sus dos asientos ocupados por un joven y una mujer joven también y elegante, pasaba por la calle Leganitos, y al llegar a un puesto de buñuelos que hay en la plaza de Santo Domingo, y mientras el joven compraba unos buñuelos, pregúntó a la dueña del puesto qué número tenía cierta casa de la costanilla de los Angeles.
La buñolera satisfizó su curiosidad, y el automóvil volvió a emprender su marcha, parando a poco en el num. 10 de la costanilla de los Angeles.
Los dos jóvenes pidieron una habitación de las mejores, encargando que les despertaran a las nueve y media de la mañana, y según ha manifestado después la dueña de la casa, los dos parecía que habían libado en exceso, y él hablaba de envenenamientos y persecuciones.
La habitación que se les destinó consta de alcoba y gabinete, y en la mesita del centro de esta última pieza vió la dueña que dejaban media botella de "champagne".
Pasados tres cuartos de hora, y sin que los de la casa hubiesen sentido ningún ruido, salió al balcón en calzoncillos el joven y comenzó a pedir auxilio.
En aquel momento pasaba por la calle un muchacho, y al ver que el que demandaba auxilio estaba echando sangre corrió a la Comisaria y dió cuenta de ello a los guardias.
Estos salieron inmediatamente y casi al mismo tiempo que ellosllegó también el agente de la brigada  de Investigación Sr. Bordés, y todos subieron inmediatamente y abrieron la puerta del cuarto que no se hallaba cerrada por dentro.
Horrible cuadro
El cuadro que se presentó a la vista del Sr. Bordés y los guardias era tremendo.
Sobre el sofá del gabinete, echado de bruces y con una gran hemorragia, que desde la cabeza corria a lo largo de la espalda, y caía también al suelo, se hallaba un hombre en ropas menores, que se quejaba debilmente; pero que, en cambio, hacía burscos movimeintos por la lesión que debía tener, y en la cama de la alcoba agonizaba una mujer, arrojando sangre de una herida en la cabeza.
Desde fuera se veía que la mujer se hallaba en en período agónico, e inmediatamente se avisó a la Casa de Socorro del distrito del Centro para que viniera un méidco.
A los pocos minutos llegó el facultativo y reconoció a los dos heridos, disponiendo que el joven fuera trasaladado a la Casa de Socorro, pues aunque muy grave, se le podían aplicar allí remedios enérgicos, y apresuradamente trató de hacer algo en beneficio de la mujer; pero sin resultado alguno.
La joven dejó de existir después de una agonía relativamente tranquila; certificó el médico su fallecimiento, y cuando se disponía el médico a abandonar la casa llegó el juez de guardia, del distrito de Palacio, D. Juan Muñiz García Lomas.
El juez vio el cadaver, se incautó de las alhajas que llevaba la muerta y de las ropas del jove y, practicadas estas diligencias, se trasladó con el médico a la Casa de Socorro.
En la cama de operaciones, y con horribles contracciones, se hallaba el joven que no había perdido del todo el conocimiento.
Con inyecciones de aceite alconforado consiguieron los médicos reanimar algo al herido, y entonces, aunque con gran trabajo y voz debilísima, dijo que ella le había disparado un tiro en la cabeza y se había suicidado depués.
Ya no habló mas el joven; depués de estas palabras, que pronunció merced a las inyecciones hipodérmicas, entró en período agónico; pero en una agonía horrible, porque como la lesión había herido centros neviosos importantes los fenómenos reflejos le hacían dar saltos en la cama de operaciones y se incorporaba con movimientos repentinos, abriendo mucho los ojos y causando gran sensación en las personas que le rodeaban.
Una hora, aproximadamente, duró este estado terrible del herido, y en el último espasmo cayó pesadamente y quedó sin vida.
Antecedentes. 
Este doble crimen ha impresionado profundamente porque se trata de personas muy conocidas en Madrid, sobre todo el jove, que se llama Agustín Gras, hijo de una respetabilísima familia que vive en la calle Maldonado, 4, y que se encuentra pasando el verano el Torrelodones, depués de haber pasado una larga emporada en Barcelona.
Cuanto digamos sobre la y prendas personales del muerto, elogiándolas, resultará pálido ante la realidad, porque el respeto a sus padres y hermanos era extraordinario, y sólo un amor, propio de la edad y de su situación economica deshaogada, ha sido la causa de la gran desgraciaque hoy aflige a toda su familia.
Don Agustín Martin Gras vivia con sus padres y cuatro hermanos en la calle de Maldonado, num. 4; tenía veintisiete años y hace más de dos años que mantenia íntimas relaciones con Epigenia Diez Cabrejas, conocida por algunos con el nombre y apellido de Consuelo Blanco, de veintitres años, que vivía hasta ayer en la calle Lagasca, num.119, en un precioso entresuelo que pagaba, naturalmente, su amante.
Según nos han manisfestado personas que conocían bien a Epigenia, esta no tenía grandes atractivos físicos: era morena, delgada y de facciones ordinarias y corrientes.
A juicio de estas personas, nada tenía la joven que pudiera justificar una pasión ardiente.
Pero si no por sus condiciones física, por su caracter se explica la contancia de Agustín en sus amores, ya que Epigenia o Consuelo con su tenacidad le tuviera sujetoy al joven le diera miedo una separación definitiva, en la cual había pensado muchas veces.
Nos hancontado, por ejemplo, que una noche de invierno, cruda por el frio e inclemente por la lluvia, estuvo esperando a Agustín en la puerta de su casa desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana, y esto indica claramente que Epigenia esperaba un rompimiento y trataa de evitarlo a todo trance.
El joven D.Agustín quiso hace un año terminar definitivamente con su amante, que según dijo, prometió solemnemente matarle si trataba de abandonarla.
Hacia la separación.
Don Agustín seguia, sin embargo, en la idea de cortar aquellas relaciones, que no podían durar por su posición, por la respetabilidad de su familia y por otra multitud de circunstancias sociales, y decidido a ello parece que hace unos días planteó la cuestión resueltamente, diciendo a Epigenia que no tenían mas remedio que terminar.
En principio debieron de quedar conformes en la separación, puesto que a toda prisa, y precisamente ayer, transladaron los muebles de la calle Lagasca, num. 19, a casa de una hermana de Epigenia, llamada Estefanía, que vive en la calle de Barbieri, num. 3, y Agustín tomó para su amante una habitación en la casa de viajeros de la calle de Alcalá, num. 3.
Las causas del crimen.
Agustín Martín estaba, como decimos, decidido a romper aquellasrelaciónes, que por ningún concepto le convenían, y quizá para arreglar definitivamente la separación decidieron pasar la noche de ayer juntos los dos amantes, cenando en un restaurant de la cuesta de las Perdices.
En este restaurant pasaron la noche entera, comiendo bien y bebiendo en abundacia, y volvieron al tema de separarse, y cuando a las cinco de la mañana su cuerpo pedía descanso decidió él marcharse al num. 10 de la costanilla de los Angeles, ya que no tenían casa propia por haber verificado la mudanza en el día de ayer.
Indidablmente, Agustin, quiso de una vez fijar allí mismo su separación definitiva, y por eso se produjo el desgraciado suceso de esta mañana.
Conviene advertir que Agustín le había dicho hace días a su hermano menor que se le había perdido una pistola Browgnin; pero indudablemente no había tal pérdida, sino que Epigenia se la había quitado con el propósito de matarle si por fin llevaba a cado su pensamiento de abandonarla.
Al entrar en la casa donde se ha realizado el crimen bebieron parte del líquido de la botella de "champagne" que antes hemos mencionado, y una vez desnudos se reprodujo el disgusto, siempre motivado por la resolución de Agustín de separarse de ella, y Epigenia le disparó un tiro en la región occipital.
Cuando ella vio que su amante, moribundo, pedía auxilio volvió el arma contra si y se disparó un tiro en la región parietal derecha que le causo la muerte a los pocos momentos. 
Aviso a la familia. 


El juez, después de asistir a la larga y terrible agonía de Agustín Martin, ordenó el traslado al depósito judicial de los dos cadáveres y se avisó al hermano menor del muerto, único que se hallaba en Madrid, para participarle el desgraciado suceso.
 Este declaró ante el Juez de guardia que su hermano tenía unos antecedentes inmejorables; que guardaba un gran respeto a sus padres, a sus cinco hermanos y sus dos hermanas, y que inemdiatamente pensaba ir a Torrelodones para prepararlos poco a poco de la desgracia tremenda que aflije a toda la familia.
Las alhajas de Epigenia.
Ya hemos dicho que el juez se incautó en la costanilla de los Angeles de todas las alhajas que Epigenia llevaba, de un bolso moderno, que contenía una cantidad en metálico, y todo esto lo llevaron al Juzgado para las diligencias posteriores.
Las sortijas todas eran de oro y brillantes, y el vestuario y sombrero que usaba la suicida, de corte y confección irreprochables y de última moda.
La familia del muerto ocupa una elevada posición y tiene dos establecimientos importantes de paraguas y sobrillas en la calle de Carretas y en la Puerta del Sol.
La fábrica de estos objetos está en la Guindalera.


La mujer despechada no se siempre le agrede a él. Hay casos, pero menos, en que ella decide que la culpable de sus destracias es "la otra", entonces ella le agrede a ella:


(38) EL DIA 06-01-1902 pag.2
Dicen de Sevilla que ayer tarde en una casa de vecindad de la calle Fray Diego de Cadiz, ha ocurrido un crimen pasional.
Una jove de diecinueve años, casad, y de nombre Amalia Montero, ha matado de una puñalada en el corazón a Luisa Hidalgo Peinado, de veintiun años, y casada también.
Impulsada por los celos, llegó la agresora a casa de Luisa, penetro en la habitación en que esta estaba lavando, cerro la puerta y tras una tan breve como acalorada reyerta la sepultó un puñal en el lado izquierdo del pecho.
La víctima, haciendo terribles esfuerzos, logró salir hasta la puerta de la calle, delante de la cual cayó muerta.
Un soldado del regimiento de Granada detuvo a la agresora.


Descripción breve pero terrible. En la otra punta de España tambien cocinaban habas, mejor dicho fabes. Pero este relato es más novelado:

(39) EL DIA 03-11-1911 pag.2
CRIMEN PASIONAL
Oviedo 2.- En la cercana villa de Mieres se ha desarrollado un crimen pasional, que ha producido honda impresión y general sentimiento, por ser muy conocidas y estimadas las personas que en el suceso han intervenido.
El hecho pasó ayer tarde en el terraplen de la vía carbonera que conduce a la mina denominada Ballasaran.
Unos muchachos que correteaban por las cercanías oyeron gritos de mujer, y corriendo al sitio de donde partían, se encontraron tendida en el suelo, sobre un gran charco de sangre, a una mujer.
Mientras corrian, la vieron que intentaba, aunque en vano, incorporarse; cuando llegaron se hallaba exánime.
Era una vecina de la localidad, llamada Eugenia Rios, de veintitres años de edad, y casada.
Los mismos muchachos que habían acudido a los gritos de la víctima avisaron al juzgado, que acudió inmediatamente al lugar de la ocurrencia, y practicadas las primeras diligencias, dispuso la translación al Depósito del cadaver de la víctima.
Esta presentaba cuatro tremendas cuchilladas: dos en el muslo izquierdo, una en un hombro y otra en la parte inferior del vientre, mortal de necesidad y con salida de los intestinos.
La agresión había partido de otra mujer de la misma edad que la interfecta, llamada Nicasia Alvarez, y casada también.
He aquí los motivos determinantes del crimen, según la versión que corre con mas validez:
La víctima, contrajo no ha mucho matrimonio con un muchacho de Mieres que antes había tenido relaciones con la agresora.
Esta no perdonó a Eugenia que la hubiese quitado el novio y juró vengarse, diciendo que mataría a su rival, no obstante lo cual se casó con otro joven de la localidad.
Eugenia, que no habia hecho caso de las amenazas, desechó su temores, si alguno tuvo, cuando la vio casada.
Ayer se encontraron en la vía subsodicha, y solo se sabe que Eugenia cayó a los pies de Nicasia, moribunda.
De los pormenores del hecho se saben algunos por relación que su autora hizo poco después a la dueña de una botica donde entró a comprar un preparado, la cual al verla toda ensangrentada, le preguntó si estaba herida, contestando esta que la sangre procedía del cuerpo de Eugenia, a la cual acababa de matar, enseñándola el cuchillo de que se había servido para cometer el crimen, el cual sacó de una cesta que llevaba llena de castañas.
La agresora dejó la cesta en la botica y se fue a ocultar el cuchillo volviendo después a recoger aquella y desapareción sin que hasta el presente haya sido encontrada.

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